El Teatro Nacional de Danza Chaillot de París acoge desde este jueves y hasta el próximo 18 de febrero la quinta edición de la Bienal de Flamenco, hermanada con la de Sevilla, con una decena de artistas españoles y promesas de esta disciplina, que atrae cada dos años a los numerosos aficionados del público francés.

Paula Comitre y David Coria protagonizan este año los dos nuevos estrenos, con "Alegorías", donde la sevillana de 28 años presenta su segunda creación propia junto a la bailarina de La Veronal Lorena Nogal; e "Imperfecto", en la que Coria se alía con la francesa Jann Gallois, para mezclar flamenco y hip-hop.

Completan el cartel veteranos como Rafaela Carrasco con "Ariadna (Al hilo del mito)", Florencia Oz con "Antípodas", Farruquito en "Íntimo", y el guitarrista Rafael Riqueni, que concluirá aquí su trilogía de guitarra sobre la música andaluza con "Nerja".

"Desde que lanzamos este evento hace diez años vemos que es un momento de efervescencia que atrae a un público de aficionados que no conocíamos y que tiene un gran conocimiento de esta danza. Para nosotros es un momento de sorpresa, de fiesta y de exigencia", dice a EFE Rachid Ouramdane, reputado bailarín, coreógrafo y director del Teatro Chaillot desde abril de 2021.

La colaboración entre Sevilla y París se cerró en 2014 con la primera edición de este festival, por el que han pasado talentos como Rocío Molina, Eva Yerbabuena, José Galvan o Tomatito, en el que es sin duda el escenario más importante del panorama de la danza francesa.

Frente al medio centenar de artistas que componen el cartel de la Bienal de Sevilla, que en septiembre de este año celebrará su XXII edición, París se centra en unos siete espectáculos, tratando de destacar los más notables y los talentos emergentes.

"Intentamos acompañar a las grandes figuras en toda la diversidad del flamenco y a personas que experimentan con esta disciplina, que la hacen dialogar con otras", señala Ouramdane, que adelanta que, junto a Sevilla, están imaginando nuevos proyectos de colaboración para las próximas ediciones.

En el Chaillot, ponen el foco en la investigación, la novedad y la innovación.

"La sensibilidad de esta disciplina viene a enriquecer la danza contemporánea de forma general", defiende Ouramdane, y destaca la riqueza y la exigencia que impone esta Bienal, cuya última edición se celebró en febrero de 2020.

En sus salones, algunos de los artistas ultiman sus ensayos, como la joven sevillana Paula Comitre, premio Giraldillo a la mejor bailarina revelación en la XXI Bienal de Sevilla.

En esta edición, comparte cartel con algunos de sus maestros, como Carrasco o Coria, con los que había venido varias veces a los anteriores encuentros de París, desde sus 19 años.

"Siempre es muy gratificante sacar el flamenco fuera de nuestras fronteras. Se nota muchísimo cómo valoran esta disciplina; para los artistas es realmente enriquecedor ver cómo los teatros se llenan", señala Comitre, que desea que España "se contagie" de esta costumbre para que ir al teatro "sea una práctica más habitual".