“No me da miedo la fama, sé bien de la cantera de la que he sido arrancado”
José de los Camarones | Cantaor
El jerezano relata sus impresiones sobre su sexto disco, ‘Anclé mi alma’, que presentará el 1 de diciembre en el Auditorio de Cajasol, y de su experiencia con Gonzalo García-Pelayo
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Entregado y agradecido a lo que la vida le ha otorgado en los últimos meses, José de los Camarones aprovecha cada instante de lo que considera “un regalo de Dios”. Acaba de lanzar su sexto disco, un trabajo que mantiene la línea que marca su día a día y donde, evidentemente, el flamenco y el cante son su materia prima. Así ha nacido ‘Anclé mi alma’, un disco en el que la figura del productor Gonzalo García-Pelayo tiene mucho que decir no en vano viene avalado por el sello Serie Gong Música.
–¿Está contento con su nuevo disco?
–Estoy muy feliz, creo que ha quedado un disco muy completo y en el que me siento realizado, que es lo importante.
–Porque usted, sin perder su línea, se acerca a otras músicas y otros conceptos musicales...
–Eso es lo que ha quedado mejor. Date cuenta que no he querido desvirtuar el disco, respeto la pureza y si canto por granaínas, canto por granaínas, y si canto por tonás, canto por tonás. Y además, he hecho temas de Pablo Neruda, de Chipi La Canalla...Luego, los que le han dado el bálsamo que necesita mi cante son los músicos, que hay un elenco extraordinario. Porque yo canto por soleá y dejo mi rastro y ellos después expresan con su música lo sienten con eso. Quizás ahí ha estado el éxito de este disco.
–Como dice José Mercé, usted ya sabe el Catón, ahora puede hacer lo que quiera...
–Efectivamente. Yo no le he aportado al arte, el arte me aporta a mí materias primas suficientes para poder desarrollar esto. No olvido que ante todo soy un aficionado, y sobre todo intento exponer lo que siento. Lo importante es decir la verdad.
–¿Qué parte de culpa tiene Gonzalo García-Pelayo de este nuevo disco?
–Mucha, El Tato, como yo le digo, apareció de pronto en mi vida y me está dando mucho. Además, y es algo que muchas veces me sorprende, nos entendemos con sólo mirarnos y eso no siempre ocurre. De todos modos, también ha habido otra gente que ha aportado mucho en este proyecto. Como yo digo, qué dedo me corto que no me duela, y ahí está Josema García-Pelayo, José María Pachón, Pepe Ortega, Jorge Gómez, Teto....
–¿Cómo conoció a Gonzalo García-Pelayo?
–Pues mira, él fue a ver al productor Pepe Ortega, que hace las bandas sonoras de sus películas. Entonces vio un vídeo mío de hace catorce años cuando grabé ‘Joyanka’ y le preguntó ‘¿quién es éste?’ Vino a conocerme y ya digo que hemos conectado muy bien, y he estado en sitios increíbles grabando la película ‘Siete jereles’.
–¿Le ha cambiado la vida después de todo esto?
–¿La vida? No. ¿Tú has visto a un cantaor flamenco al que le cambie la vida? Esmayao siempre (risas). Sí que valoro lo que tengo, llego a casa y me pone Dolores el platito, y se me caen dos lágrimas, igual que cuando veo a mis niños y que están bien.
–’Anclé mi alma’ está compuesto por ocho temas, desde su pregón de los camarones hasta un poema de Neruda. Pero, ¿con cuál de ellos se queda?
–Hombre, el pregón lo llevo haciendo desde hace cincuenta años, es algo que me sale solo. Estos días he ido de promoción y cuando he ido a grabar, me decían, ‘¿no tiene usted que mirarse nada?’ ¿Mirar? Si esto es lo que llevo haciendo toda mi vida (risas). De los demás, me quedo quizás con ‘Getsemaní’, que es una granaína a la que le meto dos fandangos abandolaos, y el que cierra el disco, ‘Ave María Magdalena’, que es un tributo a ella.
–Ha estado usted en Sevilla en la presentación de ‘Siete jereles’, está haciendo continua promoción...¿le da miedo la fama?
–Sinceramente, no. Eso es algo que tengo claro, y sé perfectamente de la cantera de donde fui arrancado. Soy un eslabón más de la cadena al que Dios me ha otorgado el cante flamenco. Mis principios me impiden creerme nada, soy una persona humilde. Yo conozco a gente multimillonaria, pero son tan sencillos...Sin embargo, como decía mi padre, ‘lo peor que hay es un pobre jarto de comé’ porque se olvidan de los principios y te miran por encima del hombro. Yo lo tengo claro, y sé que si en cualquier momento tengo que coger el canasto de nuevo pa buscarme dos duros, ahí estaré.
–¿Cómo le ha ido en su primera aparición en el cine?
–(Risas) A mí muy bien, estoy muy orgulloso. La experiencia con ‘Siete jereles’ ha sido extraordinaria. Además, me dijo el Tato que era el primer cantaor que había cantado en el Museo Reina Sofía. Eso para mí es muy grande, imagínate.
–El otro día se puso en el papel del profesor Joyankino, ¿cómo es ese señor?
–Bueno, el profesor Joyankino es una persona a la que le encantan los niños y le encanta que se acerquen al flamenco. Ese es un proyecto en el que tengo depositadas muchas ilusiones también. Junto con Pepe Gil, que está haciendo todas las ilustraciones como un comic, estamos haciendo un gran trabajo que espero que algún día se haga realidad y pueda publicarse, porque es digno. El otro día tuvimos una experiencia en el Auditorio de Cajasol con alumnos de varios colegios y la verdad es que me divertí mucho, disfruté. Ahora, hay que saber transmitirles nuestra cultura a su manera. Por ejemplo, le hice el otro día una toná que decía: ‘Mi papá y mi mamá están preocupados/me he puesto malito y al médico me han llevado/. Ya mi papá y mi mamá están contentos/porque voy al colegio corriendo’ (canta por tonás). Eso es una maravilla, me encanta cómo los niños buscan el misterio.
–Ahí en el Auditorio de Cajasol presentará su disco el próximo día 1 de diciembre...
–Eso es, vamos a estrenar el disco en el auditorio, y vamos a hacer todos los temas. Hay buena expectativa y todos los músicos están encantados, porque sí quiero que estén todos o casi todos. Yo lo voy a dar todo, la gente sabe que cuando salgo al escenario, voy a matar.
–Antes de terminar, ¿por qué ‘Anclé mi alma’?
–Lo he llamado así porque, utilizando una metáfora, necesitaba varar el barco, escudriñar todos mis defectos y hacerme amigo de ellos. Después de una vida intensa, hay un momento en el que hay que mirar hacia dentro y el momento era ahora. Mi vida no ha sido fácil y sé que ahí fuera están todos los peligros, si bajo la guardia, corro el riesgo de volver a tropezar, por eso siempre estoy pendiente de ese enemigo invisible.
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