El Cristo desde San Francisco, lo más notable de la Semana Santa

Más allá de los cambios más o menos destacados en horarios e itinerarios e incluso en permutas de paso por la Carrera Oficial que se inscriben para esta Semana santa, que hoy se hacen definitivos en el pleno de Toma de Hora, la gran novedad o incluso el contrapunto que romperá la normalidad e incluso los momentos estéticos que son iconos de nuestra Semana Santa, es la salida y recogida de la Hermandad del Cristo de la Expiración desde la iglesia de San Francisco. Será así por una causa más que justificada, las obras de rehabilitación que se llevan a cabo en la ermita de San Telmo, trabajos que tratan de devolver a su mejor estado un añejo edificio que es la casa de toda la vida de la corporación del Viernes Santo.

La junta de gobierno, hace algunos meses, no esperaba tener que llegar a tomar la decisión de permanecer en la sede provisional franciscana pero la realidad de los trabajos y la financiación han sido fundamentales para que finalmente la cofradía se decidiera a tomar las cosas con más calma y afrontar la realidad de una Semana Santa alejada del Campillo, de su entorno natural.

Entre tanto, al experiencia de vivir en San Francisco es altamente satisfactoria para la junta de gobierno que si bien echa de menos su sede, no cabe duda alguna que la centralidad geográfica del templo de la plaza Esteve ha propiciado un mayor acercamiento de los devotos hacia las imágenes; y por qué no, crecer en aún más si cabe en este aspecto. Esto no se oculta, por el contrario se pone de manifiesto cuando se habla con la gente del Cristo, además de que es algo muy explícito cada día en las horas de apertura de la iglesia, como bien refleja la imagen con la que abrimos este especial y la fotografía que ilustra esta información. No obstante, la hermandad deberá afrontar un esfuerzo extra en lo que a traslado de enseres y los propios pasos se refiere, "todo porque la ermita quede terminada y dure 500 años más", afirma a este medio el teniente de hermano mayor Sebastián Romero.

El plan para el Viernes Santo queda de la siguiente manera: la salida será a las 17,30 horas, "que no es traumático para nosotros ya que veníamos saliendo a las 16,30 horas, con cual salir una hora más tarde no nos afecta". Romero dice que incluso beneficia ya que los preparativos de la salida les obligaba a tener que estar en la ermita a las dos de la tarde como máximo, poco después de haberla cerrado al público para las visitas. "No obstante, tenemos que llegar a la Carrera Oficial a nuestra hora de siempre entrando en tercer lugar por lo que no nos podemos permitir retrasar más la hora de salida".

A esto, el teniente de hermano mayor tira de sentimiento y trae de su memoria la poesía de Antonio Gallardo en la que dice: 'Las cinco y media en la plaza, todo Jerez se da traza, para ver lo nunca visto, un barrio de faraones, que se viste del crespones alrededor de su Cristo'. Evidentemente, la amplitud de San Francisco permite organizar mucho mejor la cofradía en su interior, "una gran comodidad comparado con la ermita", desde donde todos los años se las apañan para organizar a 700 personas entre nazarenos, costaleros, acólitos, etc. Los pasos caben perfectamente en San Francisco. Hace alrededor de una década, parte de la hermandad -el paso de palio y el cortejo de la Virgen- se refugió en este templo a causa de la lluvia, "y no hubo problemas".

En cuanto a las obras en la ermita, siguen adelante con el impulso que le da al proyecto el préstamo que la hermandad podrá activar después de haberse aprobado por los hermanos en cabildo, por lo que los trabajos se reiniciarán en breve para entrar en todo lo que queda, después de las obras que han dejado la cubierta en perfecto estado. Así, ahora le llega el turno al camarín, la antigua sacristía y secretaría, la cripta donde irá el columbario y la reposición del suelo.