En San Benito la marca cofrade lleva por nombre ‘Clemencia’, que, con el paso de los años y tras haber superado muchas etapas rompiendo barreras y abriendo caminos para otras, alcanza un nuevo Martes Santo. En el mismo siguió afianzando su estilo de hermandad seria, de esparto, no de negro pero con guiños a una estética cofrade en el que la música y el costalero dicen mucho en su conjunto. Retrasó media hora la  salida  por temor a las nubes  y pidió lo mismo al resto de las del día, que no siguieron la iniciativa, así que tocó correr para recuperar el tiempo antes de la Carrera Oficial. Un aplauso recibió la apertura de la puerta.

Había ganas de ‘desquite’ por San Benito después de lo del año pasado. Sonó ‘Pescador de hombres’ para dar salida al paso, el himno y a andar de frente con un sol jugando entre nubes. ‘Los Gitanos’ siguieron marcha tras marcha con maestría y como solo ellos saben hacer. Es el año del verdadero recuerdo a Selu ya en la calle y se delató en las emociones no contenidas entre muchos que lloraban alrededor del Señor  

La hermandad sigue avanzando en el tiempo con nuevos objetivos tanto sociales como los puramente cofrades como ver a la Virgen de Salud y Esperanza en su paso de palio. Ya tienen mucho adelantado en este sentido. Este año presentó por todo lo alto los doce varales, a la espera de poder seguir incrementando el ‘haber’ patrimonial para Ella. El cortejo fue bien ordenado y algo más amplio.

El estilizado paso de misterio asomó a la tarde del Martes Santo por la alta puerta del angosto local donde se guarda el paso y desde donde sale la cofradía, tras dejar pasar la totalidad del elegante cortejo de hermanos nazarenos.

La conjunción banda-costaleros volvió a funcionar a la perfección en un paso que no abandonó su estilo de andar de frente, acompasado al ritmo de las marchas que se fueron sucediendo una tras otra casi sin descanso en los momentos iniciales, alarde que se repite cada año en determinados lugares, sobre todo en la Carrera Oficial.

Los primeros momentos de la salida procesional de la hermandad de la Clemencia se ciñen a su barrio del Polígono por calles rodeadas de bloques de pisos y la arboleda urbana que los ampara, este año pasando por la calle Velázquez, domicilio que fue de Selu Dormido, tras lo cual enfiló dirección a la Carrera Oficial con celeridad para ofrecer lo mejor de su saber cofrade.

Por San Benito volvió la Semana Santa el Martes Santo tras el mal trago del pasado año,  con LOA acostumbrada estética severa pero acompasada al ritmo de marchas de agrupación y de paso andando de frente.