Latas de refresco, bolsas de patatas y pipas, restos de comida y olor a orín son los principales desperdicios que se amontonan en las calles del centro histórico de Jerez tras varias horas de procesiones por la Carrera Oficial y zonas aledañas.
Es la estampa que, por ejemplo, se registró la noche del Domingo de Ramos y que ilustran estas cuatro fotografías. Papeleras a rebosar, suciedad en el suelo y hasta mesas sin recoger en algunos establecimientos.
La elevada concentración de personas, la falta de civismo de algunos y la escasez de contenedores para arrojar los restos explican el estado en el que acaban las calles cada jornada por la noche.
Pese a todo el Ayuntamiento de Jerez puso en marcha un servicio especial de limpieza, que contempla un incremento de personal durante toda la Semana Santa, con especial antención al Jueves Santo y al Viernes Santo.
En el plan, se prevé la limpieza diaria de palcos de toda la carrera oficial, así como de los recorridos del día anterior y de las salidas en curso.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios