Una corona para la reina de La Plazuela

.P. Lobato

TAN solo costó 250 pesetas. Pero actualmente sería incalculable cifrar el importe y el valor de la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza de la Yedra. Fue en 1928 cuando la talla, que a finales del siglo XVIII había procesionado desde el convento de Belén, llegó a la tienda de La Lebrijana. Más de 85 años después y tras muchos intentos y deseos de los hermanos y gente del barrio, la Virgen, por fin, se coronará el próximo 14 de septiembre en la Santa Iglesia Catedral.

Según la leyenda, las monjas del convento decidieron deshacerse de la imagen porque los ancianos residentes habían comentado que la Virgen, por las noches, se levantaba y hablaba con ellos. Finalmente, fue el 14 de diciembre de 1928 cuando la imagen de Diego Roldán llega a la hermandad, gracias a que el sacristán de la capilla de la Yedra “se dio cuenta de la belleza de la talla”, comenta el hermano mayor de la hermandad, Ildefonso Roldán. Diez años después, el cardenal Pedro Segura y Sáenz, arzobispo de Sevilla, ofició la erección canónica de la cofradía, por lo que este año La Sentencia también celebra el 75 aniversario de su nombramiento como hermandad. Como dato curioso, la talla de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Humildad no llega a la formación hasta diez años después, en 1948.

Ildefonso Roldán, hermano mayor de la cofradía explica que el hecho de “que se corone a Nuestra Señora de la Esperanza es el anhelo de la hermandad desde hace muchísimos años. Han sido muchísimas juntas de gobiernos dedicadas a este tema”. Precisamente, son tres las legislaturas en que Roldán ha estado presente con este objetivo principal.

El proceso por el cual se decide coronar a una virgen es complejo, ya que la hermandad debe presentar un informe de coronación, que exige una serie de condiciones como la calidad y la antigüedad de la talla o el nivel devocional de la imagen. Esta última exigencia, sobre todo, Nuestra Señora de la Esperanza “lo cumple a rajatabla. Es increíble la gracia que ha derramado la virgen desde la antigüedad. En el escrito se recogen muchos testimonios de favores concedidos a los fieles, como la ayuda necesaria en las enfermedades”.

Otra de las características innegables que representa Nuestra Señora de la Esperanza es la “popularidad entre los fieles. Hay que tener en cuenta que la virgen no solo ha estado en este barrio, ha salido desde el convento de Belén, San Miguel o la basílica de la Merced. En eventos como su besamanos, en la hermandad tomamos conciencia de la responsabilidad que tenemos al frente de esta cofradía debido al interés que despierta entre el pueblo”.

La noticia de la coronación de la imagen se dio a conocer, finalmente, en 2010. La hermandad decidió darse a sí misma tres años para “tomarnos las cosas con tranquilidad. Hacía mucho tiempo que estábamos trabajando por la coronación, por lo que queríamos hacer las cosas bien, sin prisas y saboreando cada paso que dábamos. Parece ayer cuando nos lo confirmaron y ya solo quedan seis meses. Se nos ha ido ya el tiempo”.

Con esta coronación, Nuestra Señora de la Esperanza se convertirá en la tercera dolorosa con este título, junto a María Santísima de la Concepción y María Santísima del Valle. Una de las decisiones más importantes tras saber la noticia fue la de “decretar si la virgen estrenaría corona o no. Se llevó a cabildo de hermanos y por supuesto salió que sí”. Finalmente, la obra elegida ha sido la de los hermanos Delgado, la que Roldán define como “una corona valiente. Tiene una impronta que te emociona porque lleva la cruz al frente y la M de María al final. Definitivamente rompe con el tipo de corona que estamos acostumbrados a ver”. Durante el acto, la Esperanza también estrenará un manto verde y oro realizado por Fernando Calderón.

Además del reconocimiento como hermandad, Roldán se alegra de que la Esperanza se corone porque este hecho “ha avalado que podamos continuar con nuestra labor social. Teníamos el proyecto de realizar una cocina de autogestión. Ojalá no hicieran falta proyectos así, pero entendemos que la Iglesia debe estar del lado de los pobres y qué mejor que aprovechar este reconocimiento para que el pueblo se beneficie más que nadie de este aspecto”.

Hasta el 14 de septiembre son muchos los actos por programar por la hermandad, aunque reconocen que es “el barrio quien se está volcando. Son ellos los que más celebran esta coronación y están realizando todo lo posible para que sea un día inolvidable”.