UN Jueves Santo más las inmediaciones de la Basílica del Carmen tenía si cabe un aspecto más marrón y solemne que años anteriores. Los muros de las casas anexas a la iglesia dan al paisaje un aire austero y ceremonioso, adjetivos que sobran a la sobria Hermandad de la Lanzada. La Semana Santa pasada se arriesgaron y en las inmediaciones de Cristina tuvieron que refugiarse debido a la lluvia en San Juan de Letrán para salir minutos después hasta su templo carmelita a un siempre desagradable paso de agua. Esta imagen aún pesaba en el público cofrade que se agolpaba a las puertas del Carmen pensando si la antigua jornada de Jueves pesará en la decisión de salir en un día que comenzaba con una situación climatología bastante difícil de digerir por parte de las cofradías.

Aún así, con ese miedo todavía en el cuerpo de los presentes, las puertas de la Basílica del Carmen seguían sin abrirse a la hora prevista y el público ya se temía lo peor, que la Hermandad este año no se arriesgaba y la sencilla pero imponente cruz de guía de La Lanzada no recorrería su camino hasta la calle Sedería y de ahí continuar hacia Tornería en busca de la Carrera Oficial.

Tan solo diez minutos después de la hora prevista de salida, a casi nada de las siete y media, con dos cofradías en la calle sopesando futuros refugios y recorridos de lluvia, la siempre mala noticia se hacía oficial en la plaza del Carmen, La Lanzada este año no sale. El imponente paso de misterio que tallara Guzmán Bejarano no iba a ver la luz del sol, así lo confirmaban en antesala y off the record algunos costaleros del paso de misterio conteniendo las lágrimas. La valiente decisión tomada el año pasado por la junta de gobierno ha pesado en la decisión. Sin arrepentimientos porque tras hacer oficial la noticia, la lluvia más amenazante volvía a coger por sorpresa a Vera-Cruz y Redención en su camino por Carrera Oficial y en Alameda Cristina, respectivamente.

Con este se cumplen dos tardes de Jueves Santo en los que las inclemencias metereológicas no permiten una jornada completa y vuelve a poner el punto sobre los once años que lleva Jerez sin disfrutar de una Semana Santa sin sobresaltos.