Semana Santa | Jerez 2022

La lluvia obliga a las cofradías a tomar las decisiones más complicadas en años

  • La gran inestabilidad meteorológica provoca que la jornada del Lunes Santo se hiciera añicos con dos cofradías sin salir y tres dispersas entre la Catedral y San Francisco

El palio de la Candelaria pasando por la calle Larga con el público con paraguas.

El palio de la Candelaria pasando por la calle Larga con el público con paraguas. / Manuel Aranda (Jerez)

La jornada del Lunes Santo quedará para la intrahistoria de las cofradías como una de las exaltadas de las vividas en los últimos siglos. Hubo un momento en el que ya no se sabía muy bien cómo colocar todas las fichas en el tablero. La tarde amenazaba con chubascos aunque ciertamente dispersos. Una tarde muy alterada meteorológicamente hablando. El arranque de la jornada fue normal. La Sed decidía salir a las 14.30 horas al no haber amenaza grave ni agua en el asfalto. Fue a partir de las cinco de la tarde cuando todo se desequilibró. Minutos después de salir el paso de misterio de la Candelaria se hacía presente la lluvia dispersa que no ablandó a los cofrades de La Plata. Siguieron adelante como si no fuera con ellos. La hermandad de Fátima salía y se volvía para volver a salir minutos más tardes desde su templo. La segunda intentona sí que valió y a partir de ahí la hermandad tomó su camino de ida llevando su horario normal.

Por otro lado, la hermandad de Amor y Sacrificio salía a su hora con total normalidad. Los cofrades de Madre de Dios siempre se han caracterizado por ser valientes y no amedrentarse por la lluvia. Un plástico para bella Señora del manto negro y adelante.

Llegaba la hora de ver las dos últimas cofradías qué decidían. La Sagrada Cena quiso darse unos minutos de las llamada ‘cortesía’ que muchos no querrían nunca hacer uso de ella para salir a las calles. La idea inicial de la junta de gobierno era la de salir tarde y acortar camino por el lado izquierdo de Cristina para llegar a su hora al palquillo. Tan solo unos minutos después, y después de hacer pública esta decisión, aparecía una pequeña llovizna que propició un cambio de decisión para anunciar, desgraciadamente, no hacer la estación de penitencia.

Minutos después, la hermandad de la Viga que también se había dado un tiempo para ponderar las posibilidades de salir, también hacían pública la suspensión de la estación de penitencia e ir pensando ya en el año que viene.

Catedral

Todo iba tomando cuerpo hasta pasadas las veinte horas donde se desató una gran tromba que hizo añicos toda la jornada. Fátima llegó a duras penas hasta la Catedral y la hermandad de la Candelaria se rompía en dos llegando el Señor de las Misericordias a la Catedral mientras que el palio tomaba, desde la plaza del Arenal, la calle Corredera para refugiarse en San Francisco. Amor y Sacrificio llegaba en medio de un torrente de agua tremendo hasta Santo Domingo.

Las juntas de gobierno se reunían para reunificar lo que estaba disgregado en tres templos distintos. Recomponer el puzzle cofrade creado por la lluvia. A las 21.15 horas, la Virgen de Amor y Sacrificio salía para tomar la calle Larga, Corredera, Pañuelo de la Yedra y Puertas del Sol buscando su parroquia.

Las hermandades de la Sed, y la Paz de Fátima decidieron quedarse en la Catedral y volver el Domingo de Resurrección a las 11 horas por el camino más corto a sus templos. La Candelaria, decidió salir también el Domingo de Resurrección sin confirmar la hora desde la Catedral para pasar por San Francisco y de esta forma reunir de nuevo sus dos pasos y volver al templo de Santa Ana.

En definitiva una jornada muy complicada para tomar decisiones. Hasta las previsiones iban cambiando por minutos hasta llegar la lluvia total. Era imposible que todas las cofradías hubieran acertado. Lástima. Mucha lástima por las dos que se quedaron en casa después de dos años sin salir por la pandemia. Y lástima por las que se quedaron fuera de sus templos. El agua es vida y muerte al mismo tiempo. Fuente de salud y motivo para encontrar la muerte. Ayer fue la cara y la cruz al mismo tiempo. Es por ello por lo que nunca es criticable una decisión de este tipo. Y menos cuando el Lunes Santo se volvía loco por momentos y acertar era poco menos que jugar a la ruleta rusa. En cualquier caso, enhorabuena a las seis que ayer tenían previsto hacer su estación de penitencia. A pensar ya en el 2023. No queda otra.

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