El taller de Ildefonso Oñate Benítez tiene proyectos sobre la mesa. Algunos incluso con un gran calado patrimonial como el que se está gestando en la hermandad del Mayor Dolor, donde se quiere elevar al cabildo de hermanos un proyecto de gran calado que tendrá que tener el visto bueno del cuerpo de hermanos. Se trata de la ejecución una restauración y remodelación del paso del Señor del Ecce-Homo. Un misterio del cual, el mismo Oñate, es capataz en la tarde del Jueves Santo. 

Este proyecto va a ser uno de los grandes estrenos que se podrán ver en próximas semanas santas. Está abocetado y la hermandad ya se ha puesto en contacto con Ildefonso Oñate para la ejecución del mismo.

Un paso de misterio muy singular y romántico que Jerez no podía perder pero que sí es posible mejorar y actualizar.  El boceto se ha podido saber que es muy interesante y no pierde la esencia de la obra que habría que recordar que representa a pasos muestra a Poncio Pilatos presentando a Jesús, mencionando las palabras Ecce-Homo (en latín: este es el hombre), mientras que un sayón romano empuja al Señor. El sayón, Pilatos y la imagen del Señor son obras anónimas del siglo XVII. El paso de misterio está realizado en orfebrería por Manuel Seco Imbert y cuenta con una doble canastilla, la cual lo hace único en la Semana Santa jerezana.

Por otro lado, el taller del orfebre jerezano también trabaja en un juego de ciriales para las Tres Caídas que ya está en curso y que se culminará cuando sea posible a tenor de los malos momentos que se viven en las corporaciones tras la llegada de la pandemia. 

Además, Ildefonso ya tiene listas para entregar las cantoneras de la cruz del Cristo de Perdón de Arcos junto a un ‘inri’ en plata para la misma imagen.

Aunque el taller no ha dejado de trabajar, “sí se nota un importante bajón en el capítulo de proyectos. Escasean sobre todo los grandes propósitos que siempre tienen las hermandades y que, ahora, por la pandemia, están muy parados”, afirma Oñate.

Trayectoria

Con la vista puesta  en el 2022. El maestro orfebre jerezano mantiene más de 25 años como profesional. “Mis principios fueron de platero”, comenta Ildefonso. Así comenzó a diseñar —con la importancia que siempre tiene el saber abocetar y dibujar— y sacar adelante trabajos de envergadura.

Con 22 años los padres mercedarios le encargan la restauración del templete de la Patrona. Además, su taller destaca por obras como las cantoneras de plata doradas de Tres Caídas e importantes trabajos para la Salud de San Rafael, la Entrega de Guadalcacín, una cruz pectoral de oro para la Virgen de las Angustias, orfebrería de las banderines pastorales de la Borriquita. Además, es el restaurador encargado del tesoro catedralicio y custodia del corpus. “Y persona agradecida siempre a su tierra y a las hermandades para las que trabaja”, concluye.