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Sociedad

Ladrones de energía: cómo detectar si hay personas y situaciones que te están restando

Podemos ganar o perder energía por la influencia que pueda tener otra persona u entorno en la nuestra.

Podemos ganar o perder energía por la influencia que pueda tener otra persona u entorno en la nuestra. / M. G.

Los seres humanos nos relacionamos constantemente, eso es innegable. De hecho, relacionarnos es necesario para nuestra supervivencia. Si pensamos en la primera acción con autonomía del ser humano, la respiración al nacer, ya es un intercambio de energía, una primera relación de nuestro cuerpo físico con el exterior.

Y, la realidad, es que nuestra respiración es una simple muestra de la importancia que tiene el entorno para los seres humanos, tanto con la energía de otras personas como con la de entornos físicos.

Si nos preguntaran cuál es nuestro lugar favorito en el mundo, seguramente se nos vendría a la mente algún espacio que tengamos en nuestra memoria que lo hayamos vinculado con diferentes experiencias positivas. Curiosamente, así opina Cristina Vicente, directora de la Escuela Internacional de Péndulo Hebreo desde hace más de 20 años, "mientras piensas en ese lugar estás conectando con la energía de lo que viviste ahí e, incluso, puede que ahora mismo estés sonriendo recordando tus experiencias".

En esa línea, Bruce Lipton, doctor en Biología celular, en sus investigaciones, "ha demostrado la importancia que tiene el entorno sobre las células. Esto ya nos indica la importancia de la energía del ambiente para mantener una energía óptima”, señala Cristina Vicente, quien se dedica a la enseñanza, consulta, desarrollo e investigación en radiestesia y terapias energéticas. Por lo tanto, aclara, "podemos ganar o perder energía por la influencia que pueda tener otra persona u entorno en la nuestra".

Vampirismo energético

Seguramente que todos hemos vivido en más de una ocasión haber llamado a un amigo por teléfono y, tras colgar, sentir que nos hemos quedado agotados, sin energía. Para Cristina Vicente, esto es una simple muestra del intercambio de energía que sucede "porque somos seres emocionales y, tanto las emociones como los pensamientos, tienen vía directa con nuestro cambio de vibración y energía”.

Teniendo como premisa lo anterior, los síntomas que indican que te están robando energía son diversos: dolores de cabeza, cansancio, mareos, enfado, malestar general, ganas de irte a otro lugar, rechazo hacia esa persona, entre otros.

Así, las personas que están en un bucle de pensamientos y sentimientos negativos, en la queja, el victimismo y la demanda, son personas que, inconscientemente, buscan energía en los demás. No quiere decir que esos individuos sean malos, puntualiza Vicente, sino que lo hacen inconscientemente.

"Existen los denominados 'vampiros energéticos' que son simplemente personas con estructuras energéticas concretas que necesitan de la energía de los demás para poder llevar a cabo su vida. Igualmente, no son conscientes de que tienen esta configuración energética y están en demanda constante".

Igualmente, prosigue la experta, “existen lugares que están intoxicados energéticamente por memorias ancestrales, como por ejemplo donde hubo guerras o catástrofes y están impregnados del dolor y sufrimiento de antaño”.

Hay quienes, desde que han cambiado de casa, "se sienten mal, discuten con sus familiares y viven en caos. Esto es fácil de solucionar porque el problema es que esa casa tiene una energía tóxica para la familia y, simplemente, hay que ponerla en orden. Esto puede ser debido a memorias del lugar e incluso a registros de discusiones de los antiguos dueños".

"Como seres energéticos que nos estamos relacionando con el mundo constantemente, estamos en un intenso intercambio de energía. La respiración es el primero de los actos que nos conectan, pero no el único"

¿Predisposición mental?

Cristina Vicente siempre le dice a sus alumnos: "Cero obsesión, toda la responsabilidad del mundo". Con ello se refiere a que donde ponemos nuestra atención, ponemos nuestra energía y eso se expande. "Si te obsesionas con ese conocido con el que tienes un conflicto, te roba energía, le estás dando el acceso directo a que esto sea posible”, reconoce.

Y añade: "No siempre el robo de energía parte de otros. Normalmente desgastas energía mental en darle vueltas al conflicto y regocijarte en él. Es muy importante recordar que, en situaciones de confrontación, no es lo que sucede en tu vida sino cómo abordas aquello que te sucede lo que te suma o te resta energía".

Ladrones de energía típicos

  • Las personas que viven en bucle de negatividad, personas demandantes, personas en victimismo constante, personas que viven abrazadas a la queja... todas ellas restan energía en la vida de los demás.
  • Los vampiros energéticos que disponen por su configuración energética de menos energía vital que otros y buscan, igualmente, energía en los demás.

En este caso, tranquiliza Vicente, "lo importante es saber cuidar tu energía, no estar evitando relaciones. Cuando dominas tu energía y la sabes reconducir hacia el bienestar, puedes relacionarte con el mundo sin problema".

¿Hay personas vulnerables?

Según nuestra experta en terapias energéticas, por supuesto que sí. "Las personas que son dadores de energía, van regalando su energía sin darse cuenta. En este grupo están los que tienen un gran 'rol de salvador', que es aquel en el que busca salvar a todos los que considera débiles". Es muy común que este tipo de personas se olviden de sí mismas para ayudar a los demás. Además, "las personas con una baja autoestima son más vulnerables al robo de su energía. Mantener una autoestima alta te lleva a ser consciente de que eres importante y que tu vida sin ti no existe”.

En cualquier caso, insiste la experta en radiestesia, esos ladrones de energía realmente no lo son por maldad. "Tiene que ver con su configuración energética y su forma de enfocar la vida. Cuando hay personas con hábitos negativos que consumen su energía más rápido de lo que la crean, buscan energía externa. Igualmente, con las emociones negativas como la rabia, el enfado o la ira, buscan provocar situaciones de discusión para poder mantenerse en el tiempo”.

¿Alguna vez te ha sucedido sentir que una persona pretende discutir contigo justamente siempre que te ve contenta? "Lo único que sucede es que siente disponible tu energía y el modo de obtenerla es a través de la discusión. La buena noticia es que esto se puede solucionar ya que, al transformar tu energía y tu forma de relacionarte, la otra persona también transforma la forma de relacionarse contigo".

¿Podemos hacer algo para protegernos?

Lo primero es ser consciente de la importancia de cuidar nuestra energía. "Cada día te bañas manteniendo tu higiene corporal, te alimentas cuidando tu nutrición pero te olvidas de tu higiene energética", explica Cristina Vicente.

"Las protecciones energéticas son necesarias a diario pero nunca desde una idea de carencia o amenaza, sino desde la conciencia de que somos seres en constante intercambio de energía y convivencia con el entorno". Un buen punto de partida para proteger tu energía a diario, aconseja, “es visualizar en la mañana que estás dentro de una burbuja de color azul; pero también te ayudará comenzar a conocer tu mundo energético”.

El método que enseña Cristina Vicente de péndulo hebreo lleva directamente a conquistar tu energía. "Desde los primeros cinco minutos, puedes sentir cómo transformas tu vibración y mantienes tu energía protegida", asegura.

Para los profanos, el péndulo hebreo utiliza el poder del idioma hebreo sumando a la radiónica, la numerología cabalística y canalizaciones de energía. Digamos, concluye, "que aumentas tu nivel energético y comienzas a relacionarte con el mundo desde las virtudes tanto de entornos y personas, manteniendo tu energía protegida de las carencias o demandas externas".

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