"Aprietan mucho en El Toralín pero somos favoritos y toca ganar"

Manuel Redondo se llevó el pasado sábado una alegría, aunque el día no fue perfecto. Ya había debutado con la camiseta azulina en Copa frente a Las Palmas pero aún no lo había hecho en Liga. La lesión de Raúl Cámara le permitió disputar sus primeros minutos en esta competición ante el Racing de Santander. El Xerez empató y las tablas le dejaron un sabor agridulce.

El lateral hispalense se muestra muy satisfecho pero no se conforma. Sabe que lo tiene complicado pero, poco a poco, quiere ir ganando protagonismo en el equipo y demostrar a Esteban que puede contar con él.

Este fin de semana, el Xerez se enfrenta a la Ponferradina, club en el que militó hace dos temporadas en Segunda cedido por el Sevilla, y le encantaría repetir.

Redondo destaca que "estoy bastante contento por los minutos que me dio el míster. He trabajado muy duro desde que llegué y todo ese esfuerzo se vio recompensado de la mejor forma para un futbolista, jugando. De todos modos, aún me queda mucho camino por recorrer, todos tenemos que seguir peleando, primero para que el equipo gane y luego para contar con minutos. Aquí nadie puede ser egoísta".

Además, aclara que "nos encontramos en una posición muy incómoda y todos estamos deseando de encadenar dos triunfos seguidos para poder salir de ahí abajo. Ya toca una victoria fuera de casa".

Él conoce perfectamente el campo de la Ponferradina y advierte que "no es fácil. No tiene un aforo demasiado grande pero casi siempre está lleno y la afición anima bastante. Da la impresión de que es más pequeño de lo que realmente es porque el público está muy encima. El césped, al menos la temporada en la que yo estuve allí, suele estar bastante bien y eso puede ser una ventaja para nosotros, nos viene muy bien por nuestra forma de jugar".

De su paso por el conjunto berciano guarda buenos recuerdos y eso que al principio le costó adaptarse. "Era la primera vez que salía de mi casa y no fue nada fácil al principio. El clima es muy distinto al de Sevilla, hace mucho frío, pero me dieron mucho calor humano. Tanto los compañeros como la gente del club se volcaron conmigo y me ayudaron bastante. No jugué todo lo que a mí me hubiese gustado pero fue una experiencia que me ayudó a madurar".

De aquella época no quedan demasiados compañeros en la plantilla pero "sí algunos, como Máyor, Acorán o Jonathan Ruiz. También está en el club Rubén Vega, que jugaba conmigo y ahora trabaja en la dirección deportiva. Siempre es bonito volver a un lugar en el que has estado".

Recuerdos y buenos momentos al margen, sólo tiene un resultado para el encuentro del sábado. "Hay que ganar. Ellos vienen de perder ante el Guadalajara y nos lo van a poner complicado desde el principio. En casa aprietan mucho pero intentaremos superarles. Somos favoritos y si peleamos al máximo y hacemos las cosas como sabemos hacerlas, tenemos muchas posibilidades de sumar los tres puntos. Ya nos toca también conseguir el primer triunfo fuera de casa".

La pasada semana fue especialmente dura para los xerecistas, que conocieron que dos de sus compañeros, Ruz y Rafa García, sufrían problemas de corazón. Redondo explica que "psicológicamente afecta pero ese tipo de cosas también sirven para unirnos más y para hacernos más fuertes. De entrada, es impactante porque es algo que llega así, de repente, sin esperarlo nadie. Son temas muy delicados y no es igual que un compañero tenga una lesión de rodilla, como Íñigo por ejemplo, a que tenga que parar por un problema de corazón. Tenemos que estar enteros y dar lo máximo para ganar los partidos, que es lo que a ellos les gustaría y lo que realmente se merecen".