Cara y cruz en el consejo

El consejo de administración del Xerez se volvió a reunir casi tres meses después y lo que iba a ser una cita meramente informativa, en la que se iba a dar oficialidad a los nombramientos de Manuel Cazalla y Juan Antonio Ceballos como nuevos consejeros, terminó convirtiéndose en una reunión maratoniana. Tres horas de charla que sirvieron para desvelar datos importantes.

Rafael Mateos, presidente y portavoz del consejo, desveló que el club se encuentra en una delicada situación económica, ya que debe hacer frente a un pago de 400.000 euros a Hacienda antes del día 20. De no hacerlo, corre peligro de liquidación si media denuncia de un acreedor. También aseguró que el club tiene recursos suficientes como para garantizar las nóminas del personal de la entidad -cuerpo técnico, jugadores y empleados- hasta el mes de junio.

Mateos explicó que "el tema de Hacienda aún no lo tenemos solucionado. Estamos barajando varias alternativas pero como no hay nada cerrado, no puedo adelantar nada. Todo se va a arreglar pero si no se soluciona, el club puede entrar en liquidación".

Eso sí, dejó claro que "esto no afecta al resto de pagos. Yo se lo dejé muy claro eso al director general, los jugadores y el personal del club tenían que cobrar, están garantizados hasta final de Liga. Tenemos una partida de televisión destinada para ellos".

El tema de la Seguridad Social está solucionado y también de los embargos a los exconsejeros. Mateos ha mantenido una reunión con González Gamero, que tenía previsto demandar al presidente y al vicepresidente del club, pero "ahora ha entendido mi planteamiento. Él sólo quería recuperar lo que ha perdido y lo va a hacer, lo mismo que el resto de consejeros. El club se hará cargo de esos gastos porque es culpa del club, no de los consejeros. Eso sí, sabe que no va a ser de hoy para mañana. Haremos un plan de pagos y lo incluiremos dentro del presupuesto".

López Ballesteros, director general azulino, presentó las cuentas anuales en el consejo y a la hora de explicar los motivos por los que aún no estaban cerradas, tanto el presidente como Mateos Angulo, vicesecretario del consejo, se hicieron un auténtico lío y culparon a los administradores de ello. "Para cerrarlo todo, estamos pendientes de que el auditor que solicitamos al Registro acepte el cargo y nosotros aceptemos su honorarios. Esto tenía que haber estado auditado por parte de los administradores, tenían que haber auditado las cuentas antes de irse pero no fue así y todo va con retraso, el presupuesto y la fecha de la junta".

Tanto Angulo como Mateos defendieron que "nosotros no hemos tenido acceso a las cuentas ni a nada, los señores que estaban aquí eran administradores concursales y judiciales, con lo que el consejo tenía limitadas sus funciones".

El mandatario xerecista fue más allá, olvidando que tanto su firma como la de Millán en su día aparecían en los contratos y en los documentos oficiales. "Han hecho, han deshecho y han llevado el club. Ahí están las cuentas, las tenían que haber auditado y no lo hicieron y tampoco teníamos noticias de nada de lo que hacían porque no tuvimos ningún consejo con ellos".

El tema deportivo no les preocupa, ya que "aunque el equipo nos da una de cal y otra de arena, tenemos una plantilla que nos va a mantener arriba y confiamos en el entorno del equipo".

Confirmó que los beneficios de la lotería de Navidad, "unos tres o cuatro mil euros, irán destinados en premios para la cantera. Los chavales verán un partido de Primera División".

Por último, mostró su preocupación por el estado de los campos y desveló que será Manu Cazalla el encargado de "contactar con el Ayuntamiento para intentar solucionar el tema. Lo estamos pagando todo y queremos llevar el control nosotros", concluyó.