En el fútbol, y sobre todo en Segunda División, los resultados marcan las trayectorias de los equipos, independientemente de que su bagaje a nivel colectivo no sea malo. Esta circunstancia y la igualdad que existe en la categoría de plata del fútbol español provoca que los méritos adquiridos durante un partido o durante varias jornadas queden en saco roto si finalmente no llegan los resultados. Esto les ha ocurrido a los oscenses, que han tuteado a equipos como Celta o Rayo, si bien su falta de pegada les condenó injustamente.

Onésimo, el elegido por Bahía, la empresa que dirige al Huesca, retornó este verano a El Alcoraz, escenario donde ascendió a Segunda con el equipo hace ya tres temporadas. De momento, si analizamos los fríos números, su equipo no conoce la victoria, ha logrado sólo dos puntos y lo peor, sólo ha hecho dos dianas en seis jornadas.

Quizás sea este asunto el que más preocupe al ex futbolista. El Huesca es hoy por hoy un equipo que trata bien el balón, que tiene llegada y crea ocasiones. Sin embargo, de cara a gol está siendo nulo, un problema que pesa y de qué manera pues ha condicionado los últimos resultados del conjunto aragonés.

Con respecto al pasado año, el equipo se ha renovado en varias líneas, en unas con la juventud de jugadores como Echaide, Galán, Esparza, Lukic o Vega, y en otros con la veteranía de Marcos, Ochoa, el meta Cabrero, Navas o el delantero Roberto.

Línea por línea, el equipo se sostiene gracias a hombres como Camacho, Luis Helguera y Sastre (aunque éste acaba de salir de una lesión), jugadores fundamentales en el cuadro oscense. Además, con la recuperación de Sorribas, Onésimo tiene otra pieza clave en la zona ancha, pues el maño aporta consistencia a la medular.

Tácticamente, Onésimo basa su juego en una presión alterna muy arriba, adelantando la línea defensiva y tratando de ahogar la salida de balón del rival, un riesgo éste si el contrario tiene a jugadores con último pase. Además, el Huesca es un equipo con mucho peligro en las segundas jugadas, sobre todo en balones sueltos en la frontal. Siempre buscan la circulación por bandas.

lo mejor

La veteranía y calidad de Helguera, Sastre y Camacho marcan los tiempos del cuadro aragonés.

lo peor

El lentitud de su defensa y los riesgos de Onésimo con esta línea han hecho que los oscenses sufran a menudo en sus partidos, tanto por el centro como por los laterales.