El Xerez CD está viviendo la semanamás importante de su historia desde que en la temporada 12/13 disputara su última campaña en el fútbol profesional y se viese abocado a jugar en Tercera por un doble descenso, el primero deportivo a Segunda B y el segundo administrativo por impagos a la entonces cuarta categoría.
Los xerecistas nunca se han rendido en los malos momentos, ha luchado por su club y han recuperado la ilusión. Y con ilusión recuerdan que el fútbol siempre da una segunda oportunidad.
El sábadose juega el ascenso a Segunda RFEF en La Juventud ante el Ceuta, igual que lo hizo hace 35 años en el Domecq. Gracias a un gol de Antonio Poyatos alcanzó la gloria y regresó a Segunda División.
El domingo día 6, un día después de su enfrentamiento ante el cuadro caballa, el Deportivo celebrará otra efemérides. El 6 de junio de 1971 se cumple nada más y nada menos que medio siglo de su ascenso a Segunda en El Vivero frente al Badajoz tras empatar a uno.
Un gol de Záratepor la escuadra daba a los azulinos la igualada y les servía para alcanzar la gloria con mucho más sufrimiento del esperado.
La gesta es recordada como pocas en la ciudad por lo mucho que significó -era el tercer ascenso a Segunda- y por el recibimiento apoteósico de la afición a los campeones. Algunos seguidores llegaron hasta Las Cabezas para esperar al autobús de la expedición xerecista.
Formación del Xerez CD ante el Badajoz en El Vivero.
Duro choque
La temporada 70/71, con Andrés Reyes como presidente y Pepe Valera como técnico, la disputó el Xerez CD en el Grupo IV de Tercera y no fue nada fácil.
Los comienzos fueron titubeantes, pero el equipo fue a más con el paso de las jornadas, hasta llegar al último encuentro de Liga con opciones de ascenso. El Deportivo le sacaba dos puntos al segundo, que era el Cartagena, por lo que necesitaba al menos uno para lograr su objetivo.
Los murcianos se impusieron al Ilicitano por 0-1 por lo que el Xerez CD estaba obligado a empatar al menos. El cuadro pacensese adelantó en el marcador con un penalti más que riguroso. Una mano involuntaria fue considerada punible por Sánchez López y Muñoz transformó la pena máxima al cuarto de hora.
El encuentro fue difícil y los dos equipos jugaron bastantes minutos con diez por las expulsiones del defensa azulino Julito y del delantero Gely.
El Deportivo no firmó las tablas hasta bien entrada la segunda mitad. Zárate desató la locura con un gran gol (62’) después de una arrancada de Prieto que culminó con un magnífico centro desde el córner.
Máxima emoción
Tras el empate, tocó sufrir, como suele ser habitual en el Deportivo, para frenar las acometidas de un rival que también necesitaba ganar para eludir la problemas.En la crónica del encuentro de La Voz de Sur, como si el tiempo no hubiese pasado porque tiene similitud con lo que sucedió el domingo ante el Salerm Puente Genil, se podía leer: "Volvió a ser ayer el Xerez lo que ha sido toda la temporada, un equipo con grandes posibilidades por juego, por tesón y por honraded profesional. Y con decaimientos por nervios, por estado sicológico y por desorden".
Serrano, Julito, Bailaro, Prieto, Parra, Pee Ravelo, Viqueira, Pepín, Zárate, Caraballo (Vera Palmer) y Fali (Pelitos) fueron los protagonistas de aquella mágica tarde. Una tarde en la que los jugadores se embolsaron una prima de 100.000 pesetas en el propio campo y luego recibieron algunas más procedentes de distintas empresas y bodegas.
Los jugadores azulinos entraron en Jerez subidos en el techo del autocar.
Celebración para el recuerdo
Los casi cinco mil aficionados xerecistas que poblaron las gradas del antiguo Viverosaltaron al terreno de juego al final y portaron a hombros a los futbolistas. Durante el partido, no pararon de cantar 'vámonos, vámonos...' y durante la mañana ambientaron las calles de Badajoz con sevillanas y tamboriles rocieros y se congregaron en la Plaza Mayor.
En Jerez, la fiesta también estaba servida, pero a los aficionados que no se desplazaron les tocó esperar para celebrar el triunfo con sus héroes hasta el lunes.Todo estaba programado. La plantilla durmió en Sevilla la noche del domingo y en la tarde del lunes regresó a Jerez. Cumplió con la tradición, visitó a la Patrona Nuestra Señora de La Merced y fue recibida en el Ayuntamiento por el entonces alcalde Manuel Cantos Ropero.
No faltó el triunfal paseo en autocar, con los jugadores subidos en el techo celebrando a lo grande uno de los ascensos que con más cariño recuerdan los xerecistas más veteranos.
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