Punto histórico y muy trabajado (0-0)

Triunfó el colectivo Los azulinos arañaron en Barcelona un justo empate que debe servirles para despegar Sin suerte Entre Kameni y el larguero impidieron que un remate de cabeza de Bermejo se convirtiese en el primer gol de los xerecistas

M. Romero

Cornellà de Llobregat (Barcelona), 28 de septiembre 2009 - 01:00

A la quinta fue la vencida o también como dice dice el refán, no hay quinto malo. El Xerez consiguió su primer punto en Primera División de forma justa y trabajada ante el Espanyol en el Cornellá-El Prat, un escenario que pasará a formar parte de la historia del Deportivo.

Los azulinos tuvieron que sufrir pero al final amarraron un empate que debe servirles para romper esa barrera psicológica que se habían creado por no ganar y por no marcar. De todos modos, sólo aprobaron una de sus dos asignaturas pendientes. Sumaron pero no marcaron y otra vez el larguero se interpuso en el camino del gol. Otra vez Mario Bermejo fue el delantero que estuvo a punto de escribir su nombre con letras mayúsculas en la andadura de los xerecistas en la máxima categoría. Entre Kameni y el palo lo impidieron.

Enfrente, no tuvieron a un rival tan potente como el Real Madrid y tampoco tanto acierto como el Deportivo de cara a puerta y le ayudó a la hora de terminar bien su trabajo. Menos es nada y todo es cuestión de quedarse con la botella medio llena. La primera alegría de la campaña después de un mes de sufrimiento es como para celebrarla.

Ziganda está desesperado buscando un once ideal, un once que le garantice fluidez, solidez, llegada y lo que es más importante, goles para comenzar a ganar encuentros pero le está costando la misma vida.

Frente al Espanyol apostó por su quinto once diferente, con un nuevo centro del campo, con Keita -no es un virtuoso del balón pero las pelea todas y mete caña cuando hace falta- y Álex Bergantiños, y con Armenteros de enganche. Maldonado fue otra de las novedades. El venezolano entró por Mario Bermejo. Atrás, el regreso de Aythami estaba casi cantado en lugar de Leandro.

El primer aviso de los pupilos de Pochettino no tardó en llegar. A los pocos minutos, un pase de la muerte de Iván Alonso para Callejón no acabó en gol porque Renan se ganó el sueldo. Aguantó y despejó bien el disparo. El rechace le volvió a caer al mismo jugador, pero esta vez mandó el balón a las nubes.

De todos modos, el arreón inicial de los pericos se fue enfriando y los xerecistas comenzaron a sacudirse algo la presión, aunque casi nunca llevando peligro a la meta de Kameni. De hecho, el primer acercamiento se produjo a los 20 minutos, con un remate de cabeza de Aythami que se marchó fuera tras una falta botada por Armenteros.

La ansiedad comenzó a pesar en los locales, incapaces de romper el ritmo lento que el cuadro de Ziganda imprimía al juego pero aún así, en una jugada elaborada, Callejón estuvo a punto de marcar otra vez a la media hora.

Poco después (35’), llegó una de las jugadas polémicas del encuentro. Francis forcejea y salta dentro del área con Corominas y los aficionados locales saltaron como un resorte pidiendo un penalti que González González pasó por alto.

La segunda parte arrancó con los mismos protagonistas sobre el terreno de juego y con la bronca del respetable al colegiado por la acción de la posible pena máxima de Francis en la primera mitad.

A los seis minutos, Kameni resbaló, y Maldonado no lo aprovechó porque Roncaglia estuvo muy atento. De todos modos, tampoco el venezolano es que estuviese extremadamente fino.

Ziganda, ante la candidez de su equipo tanto en ataque como en labores de construcción, no tardó en mover banquillo y sacó primero a Mario Bermejo por Maldonado y luego a Emilio Viqueira por un Keita con más oscuros que claros en su juego. Mauricio Pochettino tampoco se quedó quieto y buscó dinamita arriba, con Luis Garía y Sahar por Iván Alonso y Corominas.

Y precisamente los dos jugadores a los que dio entrada el navarro sobre el terreno de juego participaron en la mejor jugada de ataque de los xerecistas en todo el partido. Una acción que inició Viqueira y en la que participaron Momo y Carlos Calvo, que centró al segundo palo, terminó con un remate espectacular de cabeza de Mario Bermejo que se estrelló en el larguero después de que Kameni metiese lo justo la manopla para desviar la trayectoria de la pelota. Segundo palo consecutivo que se interpone entre el cántabro y el gol y el tercero del equipo, ya que Viqueira también hizo temblar el larguero de la portería defendida por Iker Casillas en el Bernabéu.

Los espanyolistas, en los últimos minutos, intentaron a impulsos crear peligro sobre la meta de Renan Brito pero no fueron capaces de sacar tajada de sus acciones a balón parado -saques de esquina principalmente- y no pudieron con el orden defensivo xerecista y cn el buen trabajo del colectivo. Al menos, esta vez en eso no fallaron los de Ziganday demostraron que, poco a poco, se van adaptando a esta selva llamada Primera División, en la que sólo sobreviven los más poderosos y los más listos.

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