El Xerez CD ya es equipo de fase de ascenso. El Deportivo ha roto su racha de tres derrotas consecutivas con un merecido triunfo ante la Lebrijana por 2-0 en un encuentro que le costó sentenciar. Los azulinos, además, han logrado su pasaporte para la pelea por dar el salto a Segunda B en el grupo de los mejores de forma matemática tras el empate de Los Barrios contra el Cabecense. Tiene 31 puntos, por los 23 de la Unión a falta de seis por disputarse.

Un gol de Lucas Correa en la primera parte y otro de Javi Forján en el último suspiro del choque han dado el máximo botín a un conjunto xerecista que expuso más y que siempre controló a su rival, pero que acusó en exceso los nervios y le costó marcar. 

Tras el duro revés de Rota, Esteban Vigo revolucionó completamente el once, en parte por decisión técnica en parte obligado por las sanciones y las lesiones. Iván Ares, que cometió un grave error en el Navarro Flores y que no puede entrenar por las mañanas por motivos laborales, se quedó en el banquillo y dejó su puesto en la portería a Salvi Carrasco, que se estrenaba como titular.

En defensa, dos cambios. Gonzalo, que tampoco estuvo acertado ante los de Paco Peña, salió del equipo y Laínez retrasó su posición de interior a lateral derecho. Por delante, Palacios. En el centro de la zaga, Lucas Correa, suplente de forma sorprendente la pasada jornada, volvió en el puesto de Dani Jurado, para formar pareja con Rodri. Joselito en el flanco izquierdo repitió y por delante apareció Palacios.

En la medular, el regreso de Álex Colorado estaba cantado y compartió las labores en la sala de máquinas con Lolo Garrido, con Juanito como enganche por el sancionado Carlos Calvo y Rares arriba por el lesionado Chuma.

Con mucho en juego después de tres derrotas seguidas y presionado tras el triunfo matinal del Ceuta sobre el Arcos por 2-0, el Deportivo debía ganar sí o sí. Entró al encuentro enchufadísimo y en cinco minutos ya lo había intentado con dos llegadas peligrosas que metieron el miedo en el cuerpo a la Lebrijana.

Lolo Garrido y Juanma chocaron cabeza con cabeza y el visitante tuvo que ser sustituido.

Choque de trenes

A medida que avanzaban las manecillas del reloj, el empuje azulino se veía reducido y al cuarto de hora el partido se tuvo que parar durante algunos minutos por un choque brutal entre las cabezas de Lolo Garrido y Juanma, que terminó con el jugador del cuadro lebrijano fuera de combate y con la cara ensangrentada. En su puesto entró Aarón.

La escuadra xerecista lo intentaba a balón parado y a los 18 minutos, Juanito probó fortuna con un lanzamiento de falta que tocó en la barrera, se envenenó y casi acaba dentro, pero terminó en saque de esquina.

Y tras un córner sacado en corto se adelantó el Xerez CD a la media hora. Lucas Correa mandó al fondo de la red con un gran cabezazo un centro medido de Juanito. El central uruguayo lo celebró con rabia y la afición por todo lo alto.

Los de Esteban habían hecho lo más complicado, abrir la lata. La Lebrijana no se había dejado ver en ataque y cuando lo hizo fue para poner en serios apuros al debutante Salvi. El meta tuvo que emplearse a fondo para mandar a saque de esquina un zapatazo desde la frontal del área de Tano.

Penalti fallado y expulsión

Con el primer tiempo tocando a su fin, el Deportivo debió dejar el encuentro sentenciado. Un tiro de Lolo Garrido se estrelló en el brazo de Kamara dentro del área, el árbitro no dudó. Le mostró tarjeta amarilla, que era la segunda, le expulsó y señaló penalti. Juanito fue el encargado de tirar la pena máxima, apuró, dio varios pasos y estrelló el balón en el larguero. Se marchó decepcionado y llorando tras su error.

Sin tiempo para mucho más, descanso tras un primer tiempo en el que el Deportivo llevó la iniciativa pero no la supo plasmar en el marcador. Los nervios y la tensión pasaban factura a unos azulinos que no lograron hacer el segundo en un minuto psicológico.

La segunda mitad arrancó con los mismos protagonistas en los dos equipos, pero Rafa Carrillo no tardó en mover banquillo y realizó un doble cambio buscando profundidad para intentar al menos nivelar el choque ante un Deportivo que apretaba y apretaba pero que no encontraba la fórmula para resolver de forma adecuada sus aproximaciones al área.

Esteban también refrescó al equipo, que jugaba en superioridad, y sacó del campo a Rares para dar minutos a Javi Forján y poco después se vio obligado a apostar por Ramón Verdú para suplir a Rodri, que se lesionó nuevamente la rodilla en un choque con Sánchez. Luego, Gonzalo y Juanca saltaron al verde por Palacios y un Juanito con problemas físicos.

La afición empujaba desde la grada, pero al equipo le faltaba serenidad para sentenciar un choque que parecía tener controlado, pero que en cualquier momento se le podía complicar por lo ajustado del marcador.

Los minutos finales se hicieron eternos entre ataque y ataque sin consecuencias. Juanca le metió una marcha más al juego y en el 88' puso a prueba a Isco, que repelió con apuros un disparo raso. Y en el 90', la guinda al pastel. Forján cerró el marcador con un gol de pañuelos tras un saque de banda rápido de Juanca. El delantero le pegó tal y como le venía de volea y la colocó en la escuadra. El final fue una explosión de júbilo y una liberación.