Luis Oliver Albesa. Consejero deportivo del Betis

"El Xerez es ahora mismo como una familia sin padre"

  • Repasa su etapa como presidente azulino, defiende sus logros deportivos y no se olvida de Pacheco · Espera un buen derbi el sábado, elogia a Capi y pide paciencia para Viqueira y Juan Pedro

Luis Oliver Albesa. Su nombre no deja indiferente a nadie y mucho menos a los aficionados del Xerez. Algunos no le quieren ni recordar y otros siguen pensando que a nivel deportivo ha sido uno de los mejores rectores que ha tenido la entidad. Una década después de su paso por la entidad xerecista, es consejero deportivo del Betis y "dueño de la empresa que tiene el 51% de las acciones del club, pero no de los béticos. Ser de este equipo es un sentimiento y eso ni se compra ni se vende", asegura; al tiempo que sigue pensando que "el Xerez no ascendió a Primera por culpa de Pedro Pacheco" y piensa que ahora mismo la entidad azulina es "como un huerfanito, como una familia sin padre porque no hay nadie que mande ni que tenga autoridad".

Tiene ganas de que llegue el derbi del sábado, volvería a repetir su experiencia en el Xerez aún sabiendo todos los problemas que tuvo, le desea lo mejor a su ex entidad y elogia el trabajo de Viqueira y Juan Pedro, para los que pide "apoyo y mucho cariño". Tampoco olvida a Capi, "un gran profesional y bético de los de verdad, al que yo quise llevar al Xerez hace más de doce años pero no me lo cedieron".

-Después de sus experiencias al frente del Xerez y del Cartagena, ¿cómo es que le quedaron ganas de volver al mundo del fútbol?

-Me apasiona este deporte y cuando se me presentó la oportunidad de comprar el Betis no me lo pensé. Hasta este momento, ha sido la causa más bella y noble de todas las que me han presentado, este club es increíble. Además, era apasionante llevar a cabo la transición de Lopera, he heredado todo lo malo de él. Manolo Recio, que fue vicepresidente del Xerez conmigo, me puso en contacto con Pepe León, contacté con Lopera, negociamos y llegamos al acuerdo. Me pedía cincuenta millones pero lo dejamos en dieciséis a pagar en cinco años. Comencé a negociar con él a finales de enero y no ha sido fácil.

-¿Por qué no ha pagado a Lopera en los plazos convenidos?

-A los quince días de la compra, la jueza dictó un auto por el que suspendía la compra y ahora mismo estoy sin el control del club y con un montón de problemas, pero esta afición merece la pena. Soy consejero deportivo y dueño de la empresa que tiene el 51% de las acciones del Betis, no del alma ni del sentimiento de los béticos, eso ni se compra ni se vende.

-¿Es cierto que es testaferro de Lopera?

-He tenido a veinte guardias civiles pisándome los talones continuamente durante los últimos meses , ha salido el auto y no han podido demostrar nada. Lopera no es el amor de mi vida como para hacerle semejante trabajo.

-¿Será especial el derbi del sábado ante el Xerez?

-Por supuesto, le tengo un enorme cariño a ese club y a esa ciudad. Allí dejé grandes amigos y no me pierdo ni una Feria. Excepto la última etapa, que fue muy dura por mis problemas con Pacheco, fue una experiencia positiva.

-¿Cómo recuerda aquella guerra que protagonizó con el alcalde?

-Perfectamente y además fue hasta divertido porque a él ese enfrentamiento con el club le costó la alcaldía. Todo el mundo conoce la historia, me quiso vender el club por un bocata de mortadela y por un balón firmado por los jugadores y equivocó la estrategia. Después de lo mal que lo había pasado por esos campos de Segunda B en los que me insultaban, me escupían y hasta me quisieron pegar, no iba a entregárselo tan fácilmente. Yo siempre digo que el tiempo pone a cada uno en su sitio. Ahí está él, en la sombra y fuera de la política y aquí estoy yo, en el cuarto mejor club de España. Se lo dije, pero es cabezón y no me hizo caso.

-Pero al final, le vendió el club a Gil Silgado...

-Estaba muy quemado, tenía ya a mucha gente en contra. Vendí al equipo en Primera, de siete partidos tenía que ganar dos y sólo ganó uno. El culpable de que el equipo no subiese ese año fue Pedro Pacheco, que nos mandó al exilio, pero en Sanlúcar nos trataron muy bien, la afición del Xerez siempre tendrá que estar agradecido a ese pueblo por cómo nos recibió y nos acogió. En aquella época, el alcalde era el dueño de Jerez y en Jerez sólo se cumplía su voluntad. Moralmente ya no podía más, la presión fue horrible. Yo siempre digo que un club es el reflejo del que manda y a Silgado le faltó capacidad de liderazgo y se hundió.

-Desde la distancia, ¿qué opina de la gestión de Morales?

-Para empezar, no le gusta el fútbol. De todos modos, triunfar en Jerez es muy complicado, casi todos los presidentes han terminado mal en la entidad, es como una leyenda negra que nadie me sabe explicar, es un enigma que no tengo capacidad para resolver y digo yo que algo habremos hecho bien. Morales ascendió al equipo a Primera y yo volví a colocar al Xerez en el mapa futbolístico nacional con Schuster. El Xerez es un polvorín, la presidencia es dura porque hay un mal de fondo muy extraño, siempre hay gente que protesta por todo pero que es incapaz de dar la cara y de hacerse con el control del club. Ahora mismo, a ese club le hace falta estabilidad, necesita un periodo de cuatro o cinco años tranquilos.

-De sus palabras se deduce que no le gusta la situación actual...

-No. Aunque un club esté en concurso debe tener un consejo y un presidente con autoridad. Cuando un club no tiene referente es muy complicado sacarlo adelante. El Xerez ahora mismo está sin rumbo, es como un huerfanito, como una familia al que le falta el padre, que es el que tiene autoridad. Me da pena, falta serenidad y autoridad. Echando la vista atrás, creo que mis cuatro años allí han sido los más estables a nivel institucional de la entidad en esta década. Del polémico creo que voy a pasar al más estable, los que han venido detrás hasta me han hecho bueno.

-Algunos de los jugadores que usted firmó todavía están en el club, ¿qué le parece?

-Lo que dije en su día, que tan mal no haríamos las cosas. Durante tres temporadas, tuvimos al equipo entre los primeros puestos y terminamos ascendiendo. Firmé a Schuster, un entrenador que acabó en el Madrid, y la mayor parte de los futbolistas que firmamos han acabado jugando en Primera, algunos con el Xerez. ¿Desde cuándo eso no se lograba en Jerez? Firmamos a jugadores de Segunda B y Tercera y logramos un equipazo. Además, desde que yo me marché no se vende a un futbolista porque Francis y Pedro Ríos se han marchado gratis. Vendimos a Güiza, Raúl Molina, Romerito, López Ramos... Es más, en el equipo de Primera que ascendió el año pasado había muchos jugadores de los que de mi etapa, Viqueira, Moreno, Mendoza, Francis... En cierto modo, me considero un poco el padre del Xerez moderno, le puse ene l mapa futbolístico otra vez, aunque fuera también nos conocían por nuestras disputas con el Ayuntamiento.

-¿Le pondría nota a su gestión en el Xerez?

-No es cuestión de notas ni de entrar a valorar datos falsos. Los números son una putada y resulta que los míos son demoledores. Nadie en tan poco tiempo tuvo al club tan arriba. Hice lo que hice y lo volvería a repetir. A toro pasado y ya sabiendo todo lo que sucedió, si me preguntan si volvería a comprar el club diría que sí. No me arrepiento de mi paso por el club. Tener al Betis primero es un juego de niños comparado con tener al Xerez arriba, lo de ahora apenas tiene mérito, aunque tampoco ha sido fácil limpiar la plantilla y prescindir de algunos jugadores que costaban tres millones de euros.

-Su paso por Jerez le costó buenos amigos, como Paquete Higuera y Paco Santamaría...

-En todas las guerras hay heridos y el alcalde en ese sentido se supo mover bien, le realizó buenas ofertas de trabajo a todos. Con el paso del tiempo, eso está olvidado y mantenemos una buena relación. Me están ayudando y no están en el Betis por la situación en la que se encuentra la entidad.

-¿Qué tipo de derbi espera?

-Bonito, aunque creo que vamos a ganar. El Xerez tiene un equipo para estar cómodamente en la zona media alta de la tabla, no va a tener problemas. Viqueira, con muy pocos medios, ha hecho un buen trabajo, ha formado una buena plantilla, tiene mucho mérito. Su trabajo no es para que le critiquen tanto como lo están haciendo, es para que le aplaudan. Yo le tengo mucho cariño, lo mismo que a Juan Pedro, que también está trabajando duro y bien en la cantera. Con ellos viví muy buenos momentos, aunque también otros muy tensos.

-¿Y su Betis de Pepe Mel?

-En tres meses hemos hecho un buen equipo. En el Xerez aprendí que para ascender a Primera hay que hacer un equipo de Segunda con los mejores jugadores de la categoría, que luego te puedan cumplir en Primera, y luego contar con un técnico que conozca la categoría. Mel conoce la Segunda como la palma de su mano y con la mitad de presupuesto del año pasado ahí estamos, a punto de igualar el mejor arranque de la historia del club. Estamos muy fuertes.

-¿Contento con Momo?

-Estamos encantados con él y eso que aún no está al cien por cien, a él le cuesta alcanzar su mejor forma, aún le queda un poquito para llegar a ser el mejor Momo del Xerez, pero ya se le acerca.

-¿Se hubiese lleva a más jugadores del Xerez ?

-Lo intenté, alguno podría haber sido jugador del Betis pero no llegamos ni a negociar. -¿Por qué dejaron marchar a un jugador como Capi?

-Yo me lo hubiese quedado. Cuando yo llegué, ya lo habían largado. Yo admiro a Capi porque es un profesional como la copa de un pino, un pelotero impresionante y un bético de verdad, de los que sienten los colores. Le quise firmar hacer doce años para el Xerez pero no me lo cedieron.

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