La afición, por encima del equipo

XEREZ cd - granada cf · ASÍ SE VIVIÓ EN CHAPÍN

Chapín se entrega para animar a un Deportivo que no rompe en casa y la toma con el árbitro, Geijo y Carlos Calvo

M. Romero / Jerez

28 de marzo 2011 - 05:02

Cada encuentro del Xerez en Chapín se ha convertido en una especie de lotería. Nunca se sabe qué imagen puede ofrecer. Cuando los espectadores esperan la peor versión de su Deportivo, aparece la mejor y cuando todo es ilusión y se intuye lo mejor, el Deportivo es incapaz de ofrecerle una alegría.

La hinchada xerecista esperaba la revancha de la 'manita' que el Granada le endosó a su equipo en Los Cármenes en la primera vuelta con una victoria pero no pudo ser. Empate y gracias...

Chapín registró una de las mejores entradas de la temporada para el derbi y desde el primer momento se entregó a un equipo que al cuarto de hora ya perdía con un gol de Álex Geijo, que llevaba cuatro jornadas sin marcar y que no dudó en celebrarlo por todo lo alto. El hispano-suizo es ganador nato y lo de no celebrar los goles no va con él. Nada más superar a Chema, muy bien por cierto, se dirigió hacia el Fondo Norte para festejarlo con los suyos.

Ahí comenzaron parte de sus problemas. El público no le perdonó ni una, pero sí Pino Zamorano, que en el minuto 42 no le mandó a la ducha por un codazo a Edu Moya, y sólo le mostró tarjeta amarilla. El delantero quiso quitarse de encima al azulino y al girar, le pegó en la cara. Agresión y roja... El cuarto árbitro tampoco se mojó y se montó. Empujones, cruce de piropos...

Esa acción le valió al colegiado marcharse al descanso entre pitos y con una pañolada más que considerable. Claro, que de un mal árbitro todo se puede esperar. Y en la segunda parte, anuló un gol a los visitantes por un fuera de juego más que justito y consideró penalti unas manos de Mikel Rico que si llegan a ser al revés...

Carlos Calvo fue el otro ex xerecista en el punto de mira. Su semana no ha sido la mejor. Le pitó su afición la pasada semana y lo hizo la azulina cada vez que tocó un balón. Tanta aceleración le pudo y en el 76 tuvo que plegar velas.

En superioridad, el Xerez mejoró bastante y la afición se superó aún más, dando toda una lección. Al final, el empuje desde la grada sirvió para amarrar un punto, que a estas alturas y tal y como estaba el partido no estuvo mal.

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