Un arrepentimiento obligado

Gerard Autet y Capi valoraron ayer los dos encuentros de sanción que les han caído por sus insultos a Lesma López tras el encuentro del Girona. Admiten su error y piden disculpas pero también piden que el colegiado sea castigado por sus graves errores.

El lateral catalán advirtió que “era previsible que hubiese sanción y es lo que hay. El club ha presentado el vídeo y alegaciones pero me han caído dos partidos y no hay nada que decir. Fue un error, eso no se debe hacer, aunque tampoco fueron esas las palabras que dije al árbitro y no hubo muy buena intención de su parte”.

Gerard, aún molesto, confesó que “nunca me había sucedido nada así. Me considero una persona tranquila pero cuando veo ciertas cosas graves y no con muy buena fe, a uno le hierve la sangre y cuesta controlarlo. Es un error, no se debe hacer, estoy arrepentido porque no es una buena imagen pero estaba a 200 pulsaciones y fue una reacción que no pude controlar”.

El azulino no quiso hablar de premeditación pero sí habla de “errores muy graves. Yo cometí un error y me sancionan con dos partidos y económicamente y él va a seguir pitando. Cuando un árbitro hace las cosas mal también debería ser sancionado por un tiempo. No dudo de la buena o mala fe de él pero si cometes errores y te sancionan, igual aprendes a corregirlos o a fijarte más”.

A nivel personal, también lamentó la mala suerte con las lesiones. “Tengo una rotura dentro del tendón y estoy fastidiado, no es mi año. Sabemos qué hay qué hacer, vamos a empezar el tratamiento con factores de crecimiento a ver si se regenera el tendón y lo solucionamos así. No sé cuánto tiempo estaré parado, el doctor no suelta prenda, espero que todo esté resuelto en un mes”.

En cuanto a los dos próximos partidos en Chapín, tiene claro que “el tramo de Liga que empezamos a afrontar ahora es muy importante. En casa hay que comenzar a ganar. No nos podemos despistar porque la Segunda es traicionera y no nos queremos meter en problemas”.

Capi fue más duro que Gerard: “Dentro de lo malo, ha sido lo mejor, dos partidos. Sólo queda aceptarlo pero sigo estando mal porque que yo sepa el árbitro no está sancionado y ha cometido errores. Eso duele un poco”.

Capi reconoció que le dijo “todo lo que ponía en el acta y lo mismo hasta algo más, no me acuerdo, estaba muy caliente. Llevo quince años de profesional y me han expulsado una vez en el Betis y ésta, soy muy tranquilo, sé que la labor de los árbitros es difícil y todos nos equivocamos pero yo voy a cumplir un castigo por mi comportamiento y él, no. Lo del otro día fue tremendo, es la primera vez que vivo algo así en toda mi carrera”.

Bajo su punto de vista, “fue el mayor culpable de la derrota. Hasta el momento de la expulsión de Mendoza, no es que estuviésemos haciendo un partido espectacular pero lo teníamos controlado, José Mari estuvo a punto de hacer el 0-2 y luego todo se complicó. La expulsión de Jesús, el penalti que no fue... De no haber tomado esas decisiones, el Xerez tendría ahora tres puntos seguro”.

También se quejó de la actitud de Lesma. “Cada persona tiene una forma de ser y él es un árbitro que tampoco hizo mucho por el diálogo, su cara lo decía todo y eso nos encendía mucho más. No podíamos pedirle explicaciones por nada porque él era aquí estoy yo, aquí mando yo y yo soy el que pita”.

En Valladolid la pasada temporada ya se la montó al Xerez y él quiere “pensar que es una casualidad, aunque las estadísticas están ahí. A partir de ahora, vamos a tener que preparar la semana en lugar de pensando en el rival pensando en el árbitro que nos va a pitar. Los profesionales llevamos mal estar en manos de no profesionales pero no podemos hacer nada. Pedimos que sepan que nos jugamos mucho y que si se equivocan, que le sancionen para que aprendan, aunque esto que estoy diciendo aquí no vale de nada”.