"No arriesgué en mi presentación, soy ambicioso, fue un aviso a la plantilla"
Juan Merino Ruiz. Entrenador del Xerez CD
El técnico xerecista destaca que "no puedo vender que la categoría es igualada y que el objetivo es la permanencia, tenemos el mismo bloque de la pasada temporada y el equipo estuvo arriba todo el año"
Juan Merino se ha pasado las últimas semanas pegado al teléfono. El técnico linense esperaba impaciente una llamada de Emilio Viqueira confirmándole su contratación por el Xerez. Ahora, después de su presentación como entrenador azulino, se ha tomado un pequeño respiro y descansa en El Portil (Huelva) junto a su familia. De todos modos, el paréntesis es mínimo porque ayer mismo por la tarde, el director deportivo azulino se desplazó hasta Huelva para reunirse con él y seguir perfilando una pretemporada que tienen casi cerrada.
Merino se muestra sincero y seguro en todas sus respuestas, no elude ninguna pregunta, no puede ocultar la tremenda ilusión del debutante y admite que su puesta en escena el día de su presentación no fue “arriesgada porque yo soy ambicioso y los jugadores, cuando vuelvan de vacaciones, tienen que tener claro que están obligados a mejorar el trabajo del pasado ejercicio”, al tiempo que destaca la importancia que tiene el vestuario para él. “Si hay unidad y compañerismo, todo es mucho más sencillo”.
–¿Cómo lleva sus primeros días como entrenador del Xerez?
–Ahora estoy mucho más tranquilo, aunque hasta que no firmé no me relajé. Me toca desconectar un poco y disfrutar de la familia pero sin olvidarme de la planificación de una pretemporada que está a la vuelta de la esquina. Tenemos que cerrar la plantilla, planificar los entrenamientos, los amistosos, ver en qué instalaciones podemos trabajar... Intento desconectar pero me gusta tanto el fútbol y estoy tan contento que es complicado.
–Las personas que le conocen dicen de usted que vive por y para el fútbol las 24 horas del día...
–El fútbol actual es muy exigente en todas las parcelas y todos los que nos queremos dedicar a esto y estamos empezando estamos obligado a ello. Tengo muy claro que hacerme cargo de un equipo como el Xerez conlleva una responsabilidad muy grande y todo el tiempo que le dedique será poco. Aún así, también soy de los que le dedican un espacio importante a la familia. Es mi principal sostén y hay que cuidarlo al máximo porque ese entorno es el que te equilibra a nivel emocional. Suelo tener poco tiempo libre pero el que tengo, siempre se lo dedico a mi familia.
–Es de La Línea, ¿qué pensaba de Jerez y del Xerez antes de llegar?
–La ciudad la conozco perfectamente, incluso viví allí cuando era futbolista. Cuando llegué al Betis con 17 años coincidí allí con jugadores de Jerez como Cheché o Juanlu y luego también fui compañero de Kiko Narváez en las selección preolímpica y en la sub-21 y me quedaba en su casa a dormir. Siempre he estado relacionado con Jerez de alguna manera, me gusta, he disfrutado muchísimo allí. Al Xerez le he seguido y más en estas últimas temporadas en las que he desempeñado el cargo de segundo entrenador tanto en el Betis como en el Recre.
–Cuando el Xerez inicie el trabajo el próximo 11 de julio, se encontrará en el vestuario con más de un futbolista que ha sido compañero suyo, ¿eso es bueno o malo?
–Es muy beneficioso para las dos partes, ya que ellos me conocen perfectamente a mí y yo perfectamente a ellos tanto a nivel personal como a nivel profesional. De todos modos, no sólo conozco a los que han sido compañeros míos, en el fútbol todos nos conocemos de habernos enfrentado en más de una oportunidad. Me han comentado que una de las claves de este vestuario la pasada temporada fue la unidad y esa unidad la quiero seguir manteniendo porque es clave para conseguir éxitos. Me gusta que exista compañerismo. Soy mucho del tema vestuario y en ese aspecto tengo buenas referencias de éste en todos los aspectos.
–¿A qué entrenador ha tenido como espejo?
–Yo siempre he sido el típico jugador que apuntaba todo, en pretemporada y durante la temporada. De todos los entrenadores que he tenido he aprendido cosas, de Hiddink, de Luis Aragonés, de Serra Ferrer, de Clemente... A mí me ha gustado siempre registrar el tiempo de entrenamiento, qué es lo que hemos hecho, qué es lo que no hemos hecho, pensando en que el día de mañana, si me dedicaba a entrenar, podía aprovechar lo bueno y dejar a un lado lo que no me gustaba.
–Sin embargo, dicen los que le conocen que a usted le marcó Marcelino García Toral...
–La verdad es que en mi última etapa como jugador tuve la suerte de coincidir con Marcelino en el Recreativo y me llamó mucho la atención cómo trabajaba los equipos, su visión del fútbol y sus conocimientos futbolísticos. Tengo que reconocer que me contagió y sí es verdad que ha sido una persona clave en mi decisión de ser entrenador. De hecho tengo una buena amistad con él y sigo siendo un gran admirador suyo.
–También ha compartido trabajo con Antonio Tapia, Chaparro, Nogués o Alfaro, todos entrenadores muy distintos en su forma de concebir el fútbol, ¿aprendió mucho de ellos?
–De Tapia, por ejemplo, me quedo con su constancia, es una persona que vive 24 horas para el fútbol. De Chaparro guardo un buen recuerdo de su capacidad de sacrificio y su convicción porque desde abajo llegó a ser entrenador de Primera División. Nogués es otro fanático del fútbol y muy metódico, lo que pasa es que en su caso no tuvo suerte, y de Pablo me quedo con sus ideas futbolísticas, que son muy parecidas a las de Caparrós.
–Estadísticamente casi todos los ex futbolistas defensas suelen ser mucho más ofensivos que los que han ocupado otra demarcación cuando se hacen técnicos, ¿es éste su caso?
–A mí me gusta el fútbol ofensivo y quizás sea porque al ser defensa siempre se sufría menos cuando el equipo tenía el balón. Lo importante, de todas formas, es que los jugadores sepan qué hacer con balón y sin balón en todo momento. Lo ideal es guardar un equilibrio y en eso es en lo que vamos a trabajar bastante.
–Llega al club en un momento complicado, primero por la delicada situación económica y luego por el extraño ambiente que vivió el equipo el pasado año. ¿Es consciente de ello?
–Sí. Lo del dinero ya lo sabía y no me importa y en cuanto a lo demás, la verdad es que no sé lo que ocurrió el año pasado y no voy a hablar de ello porque el anterior técnico me merece todos los respetos. Yo vengo con mis propias ideas y lo que quiero inculcar al equipo lo tengo claro. Si las cosas salen como pienso estoy convencido de que la afición va a disfrutar con nuestro juego.
–Los problemas económicos invaden la Segunda División, ¿mantendrá la igualdad existente en los últimos años o va a empezar a generar diferencias?
–En principio, creo que existirán diferencias con los tres equipos que han bajado de Primera porque con el acuerdo al que llegaron percibirán unas cantidades que le harán estar más protegidos. Esas garantías económicas les permitirán intentar ascender este mismo año y ahí va a haber un poco de diferencia con respecto a los demás. Además, creo que los equipos que han jugado fase de ascenso y no han podido dar el salto también harán equipos competitivos para la próxima temporada. Aún así, la igualdad existirá y la competencia entre los equipos se mantendrá.
–En su presentación habló de que la plantilla tiene una base y eso le hace estar tranquilo, pero ¿con cuántos jugadores le gustaría contar?
–Cualquier entrenador quiere los mejores jugadores y cuantos más, mejor, lo que pasa es que tal y como está la economía es evidente que no vamos a poder completar todas las fichas. Lo único que sí quiero es tener dos jugadores por puesto y que exista competencia entre ellos porque eso será bueno a la larga. Yo con veintidós jugadores estaría contento, el resto de puestos los podemos completar con chavales del filial y darles así la oportunidad con el primer equipo.
–¿No cree que fue arriesgado decir que el objetivo era mejorar el puesto del año pasado en su presentación?
–No, porque cuando das un paso hacia adelante hay que ser optimista. A mí me gusta vivir la realidad y no voy a vender a la gente que es verdad que hay mucha igualdad en Segunda y que el objetivo es la permanencia. ¿Por qué? Porque la temporada pasada el equipo tuvo un comportamiento notable y estuvo entre los diez primeros durante todo el año. Entonces, la idea que transmito yo es intentar mejorar pero más que nada para dar un aviso a la plantilla, porque nos quedan dieciséis futbolistas del año pasado y ellos tienen que marcarse el objetivo de mejorar el octavo puesto. Como jugador siempre me ha gustado ponerme metas e ir consiguiendo objetivos. Si el año pasado los medios y la gente me dicen que el equipo no conectó con la afición, este año como mínimo el objetivo será transmitir nuevamente sensaciones a la grada.
–¿Qué le ha pedido a Emilio Viqueira para su equipo?
–Hay que reforzar la defensa porque nos faltan centrales y también hay que ver qué pasa al final con Mario Bermejo. Queremos y debemos aprovechar lo máximo el dinero que hay.
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