Por fin Chapín disfrutó

Los azulinos cierran una semana para enmarcar, con siete puntos de nueve, 'bailando' a un rival pésimo. Los xerecistas siguen a siete de la permanencia pero dejan tocadísimos a los pucelanos

Por fin Chapín disfrutó
Por fin Chapín disfrutó
M. Romero / Jerez

29 de marzo 2010 - 05:02

El sueño comienza a ser realidad, aunque la euforia desatada después de que el Xerez haya sido capaz de sumar 7 puntos sobre 9 en la última semana debe ser controlada porque todavía queda un largo y tortuoso camino por recorrer.

El Zaragoza no falló ante el Valencia y los azulinos, pese a su gran esfuerzo, no pudieron cerrar su semana más fantástica a sólo cuatro puntos de la permanencia. Siguen a siete puntos pero todo comienza a verse de otro color. Tanto, que Chapín volvió a disfrutar con el equipo y por fin está saboreando la Primera División. Los aficionados disfrutaron ayer con los futbolistas, la sintonía volvió a ser total y sólo faltó la goleada, una goleada que podía haber llegado porque lo que se dice rival no es que tuvieran los de Gorosito prácticamente desde el pitido inicial.

El cuadro xerecista no encontró enemigo en el Valladolid y casi sin despeinarse le hizo tres goles y le complica la vida muchísimo a un Onésimo al que le viene demasiado grande el equipo.

El encuentro sólo tuvo un color desde el principio, el azulino. Los xerecistas fueron superiores a los castellanos en todas las facetas del juego y no dieron opciones a los pucelanos, que ofrecieron una pésima imagen, sobre todo, en defensa. Para colmo, acabaron con diez por la expulsión de Justo y con Medunjanin de portero porque el técnico ya había realizado los tres cambios cuando mandaron a la ducha a su guardameta.

El Xerez, al igual que le sucedió ante el Tenerife, se encontró con el partido de cara nada más arrancar. En el minuto uno, los azulinos se adelantaron gracias a Víctor Sánchez, que llegando desde atrás, batió con la zurda a Justo Villar.

En un abrir y cerrar de ojos, el Deportivo puso contra las cuerdas a un rival que había salido nervioso, que acusó el tanto, que sólo se aproximó a la meta de Renan en contadas ocasiones y que estuvo a punto de encajar el 2-0 a la media hora con un trallazo de Aythami desde fuera del área que, tras tocar en un defensa, se marchó fuera por muy poco.

Sólo tres minutos después, Míchel se elevó en el área ante el fallo en la marca de Borja y de cabeza puso el 2-0 aprovechando una falta lateral lanzada por Momo para delirio de una grada enloquecida.

Bermejo tuvo la sentencia en el minuto 42 después de que Sereno se comiera la pelota, pero el cántabro, con todo a favor, eligió la peor opción, le pegó con la izquierda y cruzó en exceso el disparo.

Nada más arrancar el segundo tiempo, en el minuto 51, el Valladolid tuvo la mejor oportunidad del encuentro. Manucho se quedó solo ante Renan y cuando vio que se le echaba encima, se precipitó, lo hizo todo mal y estrelló el remate en el portero, que le aguantó bien.

El cuadro pucelano nunca estuvo en el partido, su defensa fue un auténtico desastre y era cuestión de tiempo que llegase un nuevo gol xerecista. Ni siquiera el cambio de sistema de Onésimo, que se quedó con tres defensas y realizó una doble sustitución para reforzar el ataque, permitió a los visitantes acercarse con criterio o peligro a la meta de Renan.

En el minuto 69, con los tres cambios realizados ya por el Valladolid, llegó una jugada que terminó por marcar el partido. Mario Bermejo, tras un buen pase de Míchel a la contra, se quedó otra vez solo ante Justo Villar, el portero le derribó con la mano cuando ya le había regateado y vio la cartulina roja. Medunjanin tuvo que asumir la responsabilidad de colocarse bajo los palos y, lógicamente, no pudo detener la pena máxima lanzada por el ariete, que firmaba el 3-0 y su octavo tanto esta temporada.

Con todo a favor, Chapín se lo pasaba en grande, recuperando cánticos casi olvidados, como 'esta es tu grada', con Gorosito como centro de todos los halagos y seguro que también lamentando que con muy poquito más a estas alturas estaría fuera del descenso.

De ahí al final, Medunjanin fue un espectador más y fue una lástima porque con su equipo destrozado, el Valladolid se podía haber llevado de Jerez una goleada de auténtico escándalo.

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