El Xerez continúa su puesta a punto de cara al arranque liguero a buen ritmo. Si el pasado sábado dio cumplida cuenta de un combinado roteño, al que derrotó por un contundente 0-7, anoche se deshizo del Arcos por 0-2 en un partido mucho más competido, en el que tuvo que emplearse mucho más a fondo para terminar venciendo.

Dos goles de Mario Bermejo en la segunda mitad dieron a los pupilos de Javi López su segundo triunfo de la pretemporada en un choque accidentando, que estuvo marcado por las lesiones de Rosillo y José Mari. Además, el mal estado del terreno de juego, con muchísima arena y bastante irregular, dificultó en exceso el buen juego. Ni Deportivo ni Arcos pudieron ofrecer su mejor versión.

La primera parte resultó un tanto aburrida, con pocas oportunidades de gol en un encuentro típico de pretemporada, en el que los dos equipos demostraron estar en pleno rodaje y aún faltos de la velocidad y el ritmo adecuados.

La suerte no se alió de todos modos con el cuadro de Javi López, que apostó por el 1-4-4-2 de salida, lo mismo que hizo en Rota. El entrenador catalán antes de que terminaran los primeros cuarenta y cinco minutos se vio obligado a realizar dos cambios, Rosillo y José Mari. El canterano acabó en el banquillo por molestias en el pubis, mientras que el delantero sevillano corrió mucha peor suerte, ya que tuvo que se trasladado a un hospital de Sevilla para ser examinado con un fuerte golpe en el pómulo.

Al cierre de esta edición, el punta, que viajó hasta la capital hispalense junto a Fabián Belmonte y Emilio Viqueira, era examinado por los especialistas y hoy se conocerá el alcance de su lesión.

Precisamente, el punta sevillano estaba siendo el futbolista más incisivo de un conjunto xerecista un tanto espeso, al que le costó hacer daño a un ordenado Arcos. El azulino tuvo su primera ocasión en el minuto ocho y en el once estuvo a punto de aprovechar un error del meta Jairo para abrir la lata pero el portero reaccionó bien y se lo impidió. En el 23 tuvo su último remate sin fortuna.

López, a la espera de hacerse con los servicios de un par de centrales, apostó por el canterano Joaqui y por Lombán en el centro de la zaga, con Redondo y Mendoza como laterales. La manija la llevaron entre Bruno y Cordero, Rosillo entró por la derecha y a Óscar Díaz por la izquierda, mientras que la punta de lanza fue para el ya citado José Mari y su paisano Antoñito.

Y Antoñito también tuvo una buena oportunidad de cabeza para haber abierto el marcador antes del final del primer periodo, lo mismo que Óscar Díaz y Kike, pero los dos conjuntos se marcharon a la caseta con empate.

En la segunda parte, el preparador xerecista también repitió la estrategia de Rota, cambiando por completo su once y su dibujo táctico, ya que pasó a utilizar el 1-4-2-3-1, con Capi con plena libertad de movimientos. Moreno volvió a actuar de central y Bermejo fue el referente arriba. El cántabro dejó claro que eso de marcar goles sigue siendo lo suyo. Su salida fue clave para el desarrollo final del partido.

Bermejo sólo necesitó doce minutos para hacer daño a la zaga local. En el minuto 12 anotó el 0-1 de cabeza tras una bonita jugada en la que intervinieron también Óscar Díaz y Barber y en el 27, el segundo, tras un disparo suyo que había repelido con anterioridad el guardameta Leñero.

La segunda parte fue más abierta, ya que el Arcos no presionó tanto y eso permitió que el Xerez saliese con más espacios, jugase balones más en largo y pudiera aprovechar más las bandas.

El conjunto que entrena Alfonso Cortijo mostró buenas maneras pero le faltó fluidez en el juego para crear oportunidades que hubiesen puesto en apuros a un combinado superior.

La afición xerecista volvió a dar otra lección. Se desplazó en masa para animar y acompañar a sus futbolistas y dejó claro que su paso por Primera División le ha servido para crecer tanto en número como en calidad.