Jesús Mendoza, capitán del Xerez, analizó ayer la situación del equipo tras la marcha de Esteban Vigo y horas antes de conocer la elección de Carlos Ríos como nuevo entrenador azulino. El defensa jerezano no ocultó que el pasado lunes el vestuario vivió una situación "bastante triste. La despedida fue dura, el cuerpo técnico estaba trabajando bien pero los resultados no llegaban y en el fútbol es lo que manda. Esteban lo sabía, ha hecho un buen trabajo pero no ha tenido la recompensa merecida. El grupo está dolido, hubo compañeros que hasta lloraron y él se despidió como un caballero".

La relación personal entre Boquerón y Mendoza es estrecha y él lo ha lamentado "bastante, lo que sucede es que una cosa es lo personal y otra lo profesional, ahí cada uno ha cumplido con su parcela. Insisto, todo ha sido triste".

A la hora de asumir responsabilidades, Esteban comentó que el mayor culpable era él, el lateral advierte que "responsables somos todos, todos los jugadores hemos tenido minutos y no nos podemos esconder. Ahora hay que olvidar esta etapa y pensar en el siguiente partido para intentar recortar distancias porque la situación está complicada y difícil. Ahora llegará un nuevo entrenador, con ideas nuevas y a ver lo que sucede".

La imagen del equipo en Soria fue muy negativa y las críticas le han llovido. La plantilla las asume y no duda al asegurar que "es cierto que no entramos bien en el partido y a los ocho minutos ya perdíamos por dos goles. Nos salimos metidos en el partido, no estuvimos acertados y los jugadores somos los que jugamos, hay que cambiar la mentalidad. Tenemos que mejorar para salir de ahí".

Mendoza no encuentra una explicación a lo que le está pasando al equipo y en estos momentos no sabe si "hemos podido dar más o no. En la primera vuelta, superamos una situación delicada, ahora pensábamos que podía suceder lo mismo pero no ha sido así y llevamos ya catorce jornadas sin ganar. El míster se fue diciéndonos que la mayor satisfacción que le podíamos dar es la de salvar al equipo porque él se marcha con mucha pena por no haber podido cumplir con su proyecto".

Eso sí, el jerezano piensa que "nos ha faltado un poco de todo, es incomprensible. Hasta el equipo con menos calidad del mundo gana un partido de catorce, llevamos seis encuentros sin vencer y sin marcar... Esteban es buen entrenador, es motivador pero no le han salido las cosas esta vez".

En cuanto al nuevo técnico, le esperan impacientes e ilusionados y no quiere hablar de milagro. "El que llegue lo hará con ilusión y ya veremos qué sucede, dependerá de lo que hagamos domingo tras domingo. Si firmamos la media inglesa, es posible. Hay que creer, sumar el primer triunfo y recuperar la confianza que el equipo ahora mismo no tiene".

En la temporada 07/08, el equipo se encontraba a estas alturas casi en la misma situación y salió adelante, ahora "es distinto. Las circunstancias son diferentes, la plantilla es distinta y el entrenador será otro. De momento, lo que hay que intentar es ganar un partido para romper la dinámica y luego pensar en el resto".