Máyor, delantero del Xerez DFC, se perderá el partido de este sábado en Chapín ante el CP Cacereño por sanción tras ver la quinta amarilla en Córdoba y ya está deseando pasar página después del duro revés encajado en el Nuevo Arcángel. Admite que la derrota ante el líder por 4-0 fue "dura porque viajamos con la ilusión de hacer un buen partido y de poder sacar algo positivo y no pudo ser. Hay que pasar página ya para que nos afecte lo menos posible".

El equipo fue valiente en el un estadio en el que no ha logrado puntuar nadie desde que comenzó la Liga -el Córdoba suma diez de diez- y los locales a la contra fueron letales. El ariete azulino no sabe qué hubiese pasado "de haber salido con otro planteamiento. Nuestra intención era la de mostrarnos como siempre nos mostramos, como un equipo valiente, un equipo que sale a presionar arriba y a jugar el mayor tiempo posible en campo rival".

Además, aclara: "Hasta el segundo gol de ellos, creo que el partido fue un toma y daca, ellos tuvieron tres o cuatro ocasiones y nosotros también, pero ellos acertaron con dos y nosotros no. Luego, es cierto que el segundo gol nos pesó un poquito. En la segunda parte, empezamos bien, pero ante estos equipos que dominan todas las fases del juego, tanto a nivel posicional como de transiciones, fue complicado, nos mataron a la contra. Como he comentado antes, ha sido una pena porque queríamos brindar a la gente que se desplazó. Ya sólo queda pensar en el sábado, que tenemos otra batalla importante en Chapín".

De cara al futuro, el veterano delantero azulino, cree que "esto va a ser un cuestión de tener regularidad. Si nosotros nos mostramos fuertes en casa, el equipo va a ir para arriba. En Chapín nos hemos mostrado bien en la primera vuelta y hay que mantener esa línea en la segunda. Chapín es lo que nos ha sostenido ambiciosos y nos falta mejorar fuera de casa, esa es nuestra asignatura pendiente".