Bendita locura. El Xerez DFC salvó sobre la campana un partido que se le había complicado ante Los Barrios. Un gol de Oca de cabeza en el descuento da a los de Pérez Herrera tres puntos vitales para conservar el liderato. Tras la victoria del Xerez CD en Arcos estaba obligado a lograrlo para conservar esa privilegiada plaza.

El partido fue espeso y a los azulinos les costó más que en otras ocasiones desplegar su juego y generar peligro ante un rival que mantuvo el tipo, con jugadores jóvenes muy fuertes físicamente. Al final, fue el premio a la constancia. Si algo tiene este equipo es que nunca tira la toalla y lo intenta hasta el último segundo.

Pérez Herrera volvió a realizar cambios en su once y presentó ante el cuadro gualdiverde una alineación muy distinta a la que sacó y empató a cero el pasado fin de semana en el Municipal de Lebrija ante el Antoniano. Hasta cinco novedades de salida.

El puesto del lesionado Marcelo en el lateral derecho finalmente fue para Beni, que actuó a pierna cambiada. En el centro de la defensa, Edet se quedó en el banco y los centrales fueron Oca y Adri Rodríguez.

En la medular, Curro Rivelott repitió junto a Antonio Jesús. A las bandas volvieron Bello, una vez cumplido su partido de sanción, y Javilillo, recuperado de su lesión por Javi Valenzuela y Jacobo, castigado. Goma por Bruno Herrero también regresó de enganche y el referente volvió a ser Máyor.

El Xerez DFC entró al partido pisando el acelerador y la clara intención de abrir cuanto antes la lata ante un rival replegado, bien plantado y que se limitaba a asegurar al máximo y a buscar unas contras que no llegaron. 

A los cuatro minutos, un tiro de Bello sin demasiado peligro pegó en Seidu y terminó en saque de esquina. Luego le tocó el turna a Máyor con un tiro flojo que atajó el portero y en el minuto 13 los azulinos reclamaron penalti de Mous sobre Máyor, pero el árbitro, aunque estaba cerca, no quiso saber nada. La acción fue más que punible.

Antonio Jesús se lleva el balón con Yeray siguiéndole.

El dominio azulino era total, aunque sin oportunidades excesivamente claras, y los visitantes no generaban peligro, pero superada la media hora, Camacho tuvo que salir valiente fuera del área para despejar un balón que controlada Bouba en buena posición y en el 40', otra vez Bouba contra el mundo mandó el balón fuera. Justo después, un centro de Bello lo peinó Antonio Jesús llegó a las manos de Del Valle sin problemas. 

Sin demasiadas ocasiones, el Xerez DFC se marchó al descanso con empate a cero, explotando mucho más la banda de Bello que la de Javilillo y la impresión que todo era cuestión de tener tranquilidad para abrir la lata porque el cuadro de Keko Rosano apenas arriesgaba.

Cambios tras el descanso

Los dos técnicos movieron ficha en el descanso. Pérez Herrera retiró del campo a Beni, dio entrada a Bruno Herrero y colocó en el lateral derecho a Curro Rivelott. Rosano apostó por Regino en lugar de Yeray, con una tarjeta y muy expuesto con Bello.

La tónica era la misma del primer periodo, un Xerez DFC buscando alternativas para abrir la lata y una Unión replegada, ordenada y aprovechando cualquier acción para perder tiempo. El tiempo corría de su parte, daban por bueno el empate. Además, el entrenador visitante no tardó en volver a mover el árbol y apostó por una doble sustitución. Kaya y Mous se marcharon.

A la hora de partido, otra vez polémica y enfado de la grada. Tanto los jugadores como los aficionados volvieron a reclamar pena máxima, en esta oportunidad por manos de tras un disparo de Javilillo después de un buen centro de Fran Ávila.

El partido se le había atascado de forma definitiva a los azulinos, que lo intentaban sin acierto y sin tomar las decisiones adecuadas arriba. Para intentar romper el entramado defensivo visitante, Pérez Herrera apostó por Antonio Sánchez en lugar de Antonio Jesús. Y nada más entrar en el campo, enganchó un balón que atajó Del Valle seguro.

Fue suficiente para que la grada apretara más aún. Sabía que el equipo necesitaba su empuje para tumbar a un rival firme, aunque ya había renunciado totalmente al ataque. Necesitaba a todos sus efectivos para defenderse.

Fran Ávila lo intentó en el 84' pero no había manera. El corazón podía más que la cabeza y cada vez era más complicado. En el 86', Javilillo se marchó en el lateral del área de Andrés y vio la amarilla. La falta la sacó Bello y Oca la remató por encima del larguero. En el 90', Bello lanzó un libre directo en la frontal del área también por encima del travesaño.

Hubo tiempo para más. En el 92, un saque de esquina botado por Bello en corto para Curro Rivelott lo puso de cine al corazón del área el canterano para que Oca saltar más que nadie. Fue el delirio. Chapín explotó de júbilo, lo mismo que los jugadores y el banquillo. Mereció la pena tanto sufrimiento.