El Cristo de los Futbolistas al que reza Bergoglio

EL nuevo Papa Francisco ha presidido en los últimos años el llamado Vía Crucis de Buenos Aires, que se celebra el Viernes Santo en la capital argentina, con el Cristo del Gran Amor, conocido popularmente como el Cristo de los Futbolistas, obra del escultor sevillano Luis Álvarez Duarte.

Esta imagen, que reproduce la iconografía de Jesús Cautivo, fue encargada por Scotta y Bertoni, que entonces jugaban en el Sevilla, para donarla a la Catedral de Buenos Aires, junto a otros futbolistas de equipos argentinos, en agradecimiento por el triunfo de la selección de ese país en el Mundial de fútbol de 1978.

Este vía crucis es el acto de piedad popular más importante que se celebra en Buenos Aires durante la Semana Santa. En 2012 participaron casi 40.000 personas. El recorrido se inicia en la plaza de Loria (frente al Congreso) y llega a la Catedral, en la plaza de Mayo, tras recorrer la avenida de Mayo, en cuyas esquinas se rezan las estaciones. Además de la imagen del Señor, participa una dolorosa, que asimismo recibe culto en la Catedral de Buenos Aires. Un numeroso grupo de jóvenes carga a hombros una cruz de enormes dimensiones. Entre los asistentes el año pasado se repartieron más de 20.000 velas.

La última estación, a las puertas de la Catedral de Buenos Aires, fue presidida en los últimos años por el cardenal de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, que realizaba la meditación final y recibía al Cristo. En 2012 estuvo acompañado por representantes de los colectivos de extranjeros presentes en Argentina, con lo que quiso simbolizar la universalidad de la muerte de Jesús.

El Cristo del Gran Amor fue bendecido en 1981 por el entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Daniel Keegan. Antes de partir hacia Argentina, la imagen estuvo expuesta en la casa de hermandad de la cofradía de Los Gitanos, en Sevilla.

Álvarez Duarte afirma que "en Buenos Aires le tienen gran devoción al Cristo de los Futbolistas. Incluso le han colocado una vitrina para protegerlo mejor. Para mí, es una enorme satisfacción que hayan elegido Papa al cardenal Bergoglio, que tantas veces le habrá rezado y todos los años estaba presente en el vía crucis por las calles de Buenos Aires".

Además de su presencia en el vía crucis, el cardenal Bergoglio presidió durante la Semana Santa de 2012 unas meditaciones en la tarde del Lunes Santo, la misa crismal con los sacerdotes en la mañana del Jueves Santo y la Vigilia Pascual. Los demás actos litúrgicos fueron oficiados por sus cuatro obispos auxiliares. Fue muy comentada su homilía de la misa crismal, en la que según el diario Clarín, llamó a los sacerdotes a "sembrar en lo hondo del corazón de los humildes la palabra de Dios", y dijo que "esta no se impone con ataques prepotentes, ni con maltrato a los fieles".