A rienda suelta

Francisco Reinoso

Lloraba

LA religiosidad popular puede, y debe, ser un medio para acercarse al mensaje de Jesús de Nazaret. La coronación canónica de María, madre de Jesús, Esperanza de La Yedra, del querido barrio de San Miguel, ha congregado a muchas personas ansiosas de participar en tan importantes faustos jerezanos. Esperanza de la Yedra, con esa cara compungida, con sus cinco lágrimas dolientes, llora por lo que le estaban haciendo a su hijo y por lo que le hacen todos los días. Asaetaba Manolo Caracol: "Toas las mares tienen penas y amarguras, pero la tuya es mayor, porque delante llevas a tu hijo amarrao de pies y manos como si fuera un traidor."

En muchos reportajes fotográficos la cohorte acompañante estaba feliz, vistiendo sus mejores galas, sonrientes…pero la Virgen, ya coronada, lloraba desconsoladamente. ¿No habrá nadie que le dé una alegría? Pobre María.

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