Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

LOS niños paseados por la calle Larga, por sus abuelos o sus mamás, son signos de esperanza. Ellos miran con unos ojos abiertos, captadores, como las pequeñas lechuzas que se fijan en todo. El nacimiento de un bebé querido, deseado, es el signo de la esperanza en los adultos, porque no se traen niños al mundo para maltratarlos, darles mala vida o abandonarlos. Por eso es doloroso que en Jerez disminuyan los nacimientos, porque la desesperanza va haciendo su nido en las personas fértiles. Los políticos y otros poderosos, hablan mucho de la familia como algo abstracto, y celebran actos por la familia y cosas parecidas, pero no atajan el mal reparto de la riqueza creada. El desempleo, la falta de protección a las madres, son uno de los motivos de desesperanza familiar. En Jerez los niños no nacen con un pan debajo del brazo. ¡Quién te ha visto y quién te ve!

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