Progreso insuficiente (1-1)

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Los azulinos mejoran su imagen en Chapín pero no pasan del empate frente a un rival. En apuros El punto no permite respirar a un Deportivo que entrará en descenso si gana Las Palmas

Foto: Pascual
Foto: Pascual
M. Romero / Jerez

14 de octubre 2012 - 05:02

El Xerez progresa adecuadamente pero mucho más lentamente de lo que a Esteban Vigo y, por supuesto, a la afición le gustaría. El equipo ofreció una mejor versión ante el Racing pero esa mejoría le fue insuficiente para quedarse con los tres puntos ante un rival muy débil y sin ambición, que sacó petróleo de una de sus pocas ocasiones de gol. El Deportivo sigue coqueteando con los puestos de peligro y entrará en descenso si Las Palmas es capaz de vencer al Real Madrid Castilla.

Los azulinos sumaron un punto que no les permite respirar demasiado. Lo peor de todo es que haciendo un gran esfuerzo no pudieron con un cuadro cántabro tremendamente rácano, que no arriesgó nada de nada pero que aún así dio la sensación de haber podido hacer daño a los xerecistas de habérselo propuesto.

El Deportivo le puso ganas, tuvo el balón, explotó las bandas, especialmente en la primera parte, se acercó a la meta de Dani Sotres pero.... Al equipo de Esteban le falta calidad en el centro del campo para crear y definición arriba. Casi nada, lo principal en el fútbol. Sin Rueda y sin José Mari este Xerez es menos Xerez.

El preparador malagueño dejó entrever en su rueda de prensa del pasado viernes que Sidi Keita estaba ya listo para ser titular y fue la sorpresa agradable de su once ante el conjunto que entrena Fabri. El centrocampista malí volvió a jugar en Chapín, rindió bien mientras tuvo fuerzas, imprimió un poco de carácter al once y se convirtió en el centro de atención de una grada que esperaba algo diferente del equipo.

Con su presencia en la medular, Bruno Herrero jugó mucho más adelantado y participó muchísimo más en el juego, con el beneficio que eso supone para un equipo que a día de hoy por las lesiones carece de futbolistas que se dediquen a construir. José Vega, que en el Pedro Escartín se quedó en el banquillo de salida por reajustes tácticos, también regresó a la banda y Marcos fue suplente.

Pero a pesar de todo eso, la película comenzó como siempre en casa en este tramo inicial de la temporada. El Racing se adelantó en el marcador en su primera llegada a portería con un remate de cabeza de Kaludjerovic (4') tras un buen servicio de Ferreiro.

El pesimismo sobrevoló el estadio durante unos minutos, menos mal que fueron pocos. Maldonado cinco minutos después empaló al fondo de la portería un buen servicio de José Vega. El isleño, como hiciese el pasado fin de semana cuando anotó en Guadalajara, corrió hacia el banquillo para coger una camiseta con dedicatoria especial para Rafa García.

El gol animó a los azulinos, que le perdieron algo el miedo al partido y al rival y comenzaron a buscar el segundo gol. Iago Bouzón lo tuvo en un remate de cabeza tras un saque de esquina pero Sotres desvió el balón.

El Racing, agazapado atrás, ralentizando el juego, siempre buscando el falló el rival también lo intentó. Jairo probó fortuna con un lanzamiento cruzado desde fuera del área que se marchó fuera por muy poco (24'). El racinguista se sacó otro buen disparo lejano superada la media hora y en esta ocasión Chema lo tuvo que mandar a saque de esquina.

La segunda parte arrancó con susto para Bruno al quedarse clavado, los problemas físicos de Cámara, por el que entró Redondo y supuso que Mendoza ocupara el lateral derecho, y una buena oportunidad para José Vega (54'). El jerezano se encontró con un balón suelto en el área tras un fallo defensivo y el disparo se le marchó demasiado cruzado.

A la hora de partido, Tato tuvo en sus botas el 2-1 pero se hizo un lío con el balón, quiso meterse hasta la cocina, no lo dio a la primera y perdió una buena opción para haber hecho daño a un cuadro cántabro muy blando y cada vez más a imagen y semejanza de Fabri, desquiciado en la banda.

El encuentro, a medida que pasaron los minutos, bajó en intensidad y Keita acusó el esfuerzo realizado. A los 71 minutos, con la ovación de la grada, dejó su puesto a Israel, que jugó por dentro junto a Bruno.

En la recta final del choque, el Deportivo quemó sus naves pero más con corazón que cabeza. Las carencias se hicieron más notables y les costó llegar ante el portal cántabro. En el último suspiro, los xerecistas tuvieron una buena oportunidad para haber desnivelado la contienda. Una falta lateral la lanzó mal Álvaro Rey, el rechace le cayó a Bruno y el jerezano, ya con las fuerzas justas, más que lanzar, se quitó la pelota de encima.

La afición, en esta ocasión, al menos no se marchó enojada con el equipo y sí con el árbitro.

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