El Gobierno defendió la decisión del Comité contra la Violencia en el Deporte de analizar los hechos antes de decidir posibles sanciones por la pitada al himno en la final de la Copa del Rey de fútbol, pero, a la espera de ese estudio, considera que ese hecho no debe "quedar impune".

Es la opinión expuesta por el ministro del Interior, Jorge Fernández, y que choca con la reacción que están teniendo ante las hipotéticas sanciones formaciones como CiU, que llegó a advertir que la pitada al himno nacional no se resuelve con "una Inquisición". Lo sucedido fue "un escarnio contra el jefe del Estado y el himno nacional" que "ofendió" a millones de españoles, según el ministro, quien pidió a los dirigentes catalanes que rechazan una posible sanción que digan cómo se sentirían si hubiera una acción similar contra el himno de Cataluña.

Frente a la actitud del Gobierno, CiU, por boca de su portavoz adjunto en el Congreso, Pere Macías, alertó de que las razones de la pitada "no desaparecerán montando un Tribunal de Inquisición" y se mostró "alucinado" con la supuesta intención del PP de prohibir por ley ese tipo de pitadas: "Lo que hay que hacer es trabajar para hacer desaparecer estas razones, no para prohibirlo".

También el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, rechazó abordar este asunto con castigos por ley: "El PP siempre está con el Código Penal, parece la señorita Rottenmeier de la política", criticó. En la misma línea, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, apostó por hacer "pedagogía social" de respeto hacia los símbolos que representan a las instituciones, en lugar de promover sanciones.

Desde el ámbito estrictamente deportivo, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal, abogó por "demandar las responsabilidades oportunas" al considerar que "se creó un riesgo y una situación de peligro que no se puede desdeñar". Mientas, en la concentración de la selección la pitada sigue ofreciendo reacciones. Una de las más contundentes y claras fue la del sevillista Aleix Vidal, para quien los pitos al himno de España "son una falta de respeto". Pese a ello, el futbolista defendió que "cada uno puede hacer lo que quiera y no se puede prohibir silbar". Por su parte, el lateral del Atlético de Madrid Juanfran pasó de puntillas por la espinosa cuestión y no entró a comentarla porque es "muy respetuoso" y dijo que "cada uno puede hacer lo que quiera". Con todo, considera que "no merece la pena que se hable mucho de ello".