Apurando sus últimas balas

Un año más, aunque esta vez de manera más desaforada, el Tenerife comenzó el campeonato con el único objetivo de ascender. El club siguió confiando en la dirección deportiva de Alfonso Serrano que tan buen rendimiento le dio el año anterior, y encomendó el reto a uno de los hombres con más proyección de los banquillos españoles, José Luis Oltra.

Sin embargo, la realidad ha sido otra y el cuadro chicharrero, pese a estar todavía con opciones para engancharse al tren del ascenso, tiene complicado el objetivo, entre otras cosas por sus malos números como visitante, donde únicamente han sumado doce puntos.

Y es que un equipo que pretende ascender debe tener una media mejor, pues en comparación con el resto de rivales, doce puntos son sinónimo de clubes que luchan por evitar el descenso.

Serrano, director deportivo, mantuvo el bloque que el año anterior concluyó la Liga en séptima posición y añadió hombres con cierto renombre en Segunda y algún que otro futbolista con pasado glorioso. Es decir, fue un salto de calidad importante si se compara a los que se fueron (Manuel, Bernardo, Luis Gil, Juvenal, Raúl Sánchez o Frankowski) con los que han llegado.

Con buen cartel en Segunda firmaron el meta Juan Pablo, que completó una gran campaña en el Numancia, Nino y Arruabarrena, y con currículo significativo en Primera lo hicieron Juanma y Jesuli, aunque éste último durante el pasado mercado invernal.

Además, llegaron Santos, un futbolista de mucha experiencia y calidad pero que estaba anclado en la Segunda B, y el joven Antonio Longás, cedido por el Zaragoza, un futbolista de un futuro prometedor.

La irregularidad ofrecida por el Tenerife durante todo el año y la diferencia de juego y resultado entre fuera y dentro del Heliodoro no es más que un reflejo de los equipos de Oltra, que a estas alturas de Liga la pasada temporada tenía los mismos problemas con el Ciudad de Murcia, ya que había sido capaz de sumar 38 puntos en su feudo, pero únicamente había logrado diez lejos de la vieja Condomina.

No obstante, dentro del plantel sobresale un nombre propio, Juan Francisco Martínez 'Nino', sin lugar a dudas el futbolista que marca diferencias dentro de la plantilla. El almeriense ha hecho casi la mitad de los goles de su equipo, unas veces por su pillería, otras por su rapidez y otras por las buenas asistencias de las que son dos de las mejores bandas de Segunda, las que conforman Ayoze e Iriome. La velocidad y el excelente uno contra uno de ambos suelen llevar mucho peligro al contraataque.

A ellos hay que unir el poderío rematador de algunos de sus hombres de atrás como los casos del capitán Culebras o del canario Pablo Sicilia, un futbolista a vigilar muy de cerca en las acciones a balón parado del cuadro chicharrero.