Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

fútbol tercera división

Con casi todo en contra

  • Dos goles del Utrera a balón parado castigan al Guadalcacín, que falla un penalti, marca tarde con uno más y pierde a tres jugadores por lesión

Con todo en contra salvo un cabezazo de Juanjo cuando ya no había tiempo para más, el Guadalcacín encajó su tercera derrota consecutiva -segunda en casa- en un partido en el que casi todo fueron malas noticias para los locales: penalizados por dos goles del Utrera en jugadas a balón parado -una falta directa esquinada, casi un córner, y un saque de banda-, lastrados por un penalti desperdiciado con 1-1, impotentes en superioridad numérica pese a su derroche de ganas ante un Utrera con más oficio y que además perdieron a tres jugadores por lesión: Cárdenas tuvo que claudicar a la media hora, Corral se retiró con un pinchazo en el isquio a poco de comenzar la segunda mitad y su sustituto, Topo, acabó con la rodilla maltrecha, una lesión con muy mala pinta. Y estos se unen a Diego Galiano, Ayala, Rosales, Chato, Juanma Carrasco...

Javi Rivas trató de armar al equipo para minimizar a un Utrera con argumentos y potencial en todas las líneas, situando a dos centrocampistas, Luis Castillo y Pulido, en el eje de la zaga, con Alberto y el juvenil Pesca en los laterales. Con Juanjo y otro juvenil, López, en el doble pivote, Regalí y Benítez -el tercer juvenil del once- ocuparon las bandas, con Corral por detrás de Fran Jiménez, ambos fajándose en inferioridad ante la envergadura de Álex del Río, Cachana y Álex Ortiz.

Tuvo claro el Guada desde el principio alejar el balón de su campo aunque ello supusiera rifarlo arriba y permitir que Javi Medina, Kiki Padilla y Sergio Navarro tratasen de combinar, buscando la velocidad de Pablo Haro por la derecha, y la habitual presión axfisiante mutua en el Fernández Marchán provocó que las ocasiones no llegasen sino a balón parado: la primera fue de los azules, con un envío cruzado de Luis Castillo desde el banquillo visitante al que no llegó Corral en el segundo palo. En la segunda hicieron diana los visitantes, en una falta esquinada provocada por la endiablada velocidad de Pablo Haro, casi un saque de esquina desde la derecha, que lanzó Toni, lateral zurdo, cuando Lebrón estaba formando la barrera... Las protestas del portero y demás jugadores locales no hicieron mella en el árbitro y el Guada se veía cuesta arriba a las primeras de cambio, antes del cuarto de hora.

Trató de reaccionar el equipo de Javi Rivas, buscando por arriba a Fran Jiménez para que conectase con Corral o con Regalí, volcando el juego ofensivo a la banda derecha pero sin exigir a Ayala porque la defensa visitante se mantenía firme con solvencia El Utrera se acomodó en el Fernández Marchán y cada recuperación trataba de convertirla en contragolpe, buscando a la mínima ocasión a Pablo Haro, una bala en carrera.

Así avanzaba el partido: el Guada quería pero no podía y el Utrera nadaba y guardaba la ropa, esperando otro desajuste local para asestar otro mazazo, cuando una falta lanzada por Luis Castillo la despeja la barrera, con el balón bombeado al área donde Ayala sale con todo de puños, despejando con la derecha el balón y golpeando con la izquierda a Pulido, al que arrolla en su salto. El árbitro pita penalti en una jugada que en otros partidos no se sanciona y el portero visitante ve su primera amarilla. Pero como a perro flaco todo se le vuelven pulgas, Luis Castillo no ajusta del todo su lanzamiento y el balón se va fuera. Y encima Regalí cae lesionado y tiene que ser sustituido...

Bien dicen los entrenadores que los partidos se deciden por detalles, porque de lo que pudo ser el 1-1 se pasó al 0-2. Pablo Haro vuelve a hacer de las suyas por la banda derecha y su internada acaba en saque de banda, a la altura del área, que acaba en el gol de Javi Medina: el saque largo lo prolonga un jugador visitante sin que los centrales azules acierten a despejar y en el segundo palo Medina cabecea fusilando a Lebrón. Tercer mazazo seguido, demasiado para un equipo cogido con alfileres...

Pero el Guada nunca se rinde y salió en la segunda mitad apretando los dientes y tratando de meter presión al Utrera y ritmo al partido, lo que no le llegó para crear ocasiones de peligro salvo una falta lateral lanzada por Luis Castillo en la que Ayala evitó problemas desviando a córner, ya sin Corral, otro caído en combate y sustituido por Topo, pasando Juanjo a la mediapunta.

El Utrera había dado un paso atrás, conformismo que se convirtió en necesidad tras la expulsión del portero Ayala, que vio la segunda amarilla por pérdida de tiempo, amonestación que pareció excesiva y demasiado castigo. Fue en un saque de puerta tras disparo cruzado de Benítez a dejada de Fran Jiménez, que fue el primer acercamiento de los azules en la segunda mitad.

Luego, con uno más, el Guadalcacín trató de meter más presión al Utrera pero las dimensiones del Fernández Marchán minimizan la inferioridad numérica y tampoco es que los sevillanos se viesen agobiados, como prueba que su técnico, Jesús Galván, no realizase el siguiente cambio hasta más de diez minutos después de que entrase el portero suplente. Eso sí, firme atrás, el Utrera racaneó con el balón y renunció al ataque salvo intentos de vaselina lejanos viendo la posición adelantada de Lebrón, porque en la segunda mitad Pesca ya le ha tomado la medida a Pablo Haro y no le permite explotar su velocidad.

Javi Rivas trata de dinamizar el ataque de los azules con Chiqui, muy activo provocando llegadas por la izquierda pero al Guada le falla el último pase y apenas hay remates a puerta. El Utrera roza el tercero de nuevo a balón parado, en una falta directa esquinada a la altura del bar que golpea con violencia con la zurda, saliendo el balón ajustado al poste contrario. Responde el Guada con una llegada de Chiqui por la izquierda que acaba con un pase lateral que empalma Alberto Fernández al otro lado del área, saliendo el balón rozando el larguero.

El choque continúa siendo un quiero y no puedo de los azules, que no cejan en el empeño y lo intentan, con más corazón que cabeza, una y otra vez. Y al final, ya en el descuento, llega la recompensa pero es demasiado tarde y ya no hay tiempo para mucho más. Uno de los pocos balones áreos ganados los por locales en el área visitante lo cabecea Juanjo a la red y el Guada toca zafarrancho de combate, enardecido por el gol y catapultado por Chiqui, indetectable para la defensa sevillana y que conecta con Juanjo pero el goleador dispara demasiado alto primero y luego cabecea flojo, atajando Holgado.

Acaba así un partido en el que los errores propios costaron muy caros a un Guadalcacín que necesita recuperar cuanto antes efectivos para no ceder más terreno en este arranque de curso, porque de lo contrario -y asumiendo que habrá que sufrir, como en campañas anteriores-, esta temporada se le puede hacer larga, muy larga, a los azules...

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios