Clásico entre los clásicos

La Subida a Vejer contará este año con la presencia de un Renault Alpine 1.600 conducido por Pepín Moreno Ramírez, un enamorado de este modelo de la fábrica francesa Renault y que a sus 48 años se pone por primera vez al volante de un coche de competición. El propio piloto ha sido el encargado de remodelar el coche a partir de un modelo clásico A110 siniestrado. Dos años de duro trabajo "en mis ratos libres", y mucho dinero desembolsado, "unos 20.000 euros", para obtener un coche con todo el sabor clásico de la categoría de Históricos.

"Soy un aficionado desde siempre a los coches clásicos y siempre me había llamado la atención correr alguna prueba. Desde pequeño he seguido las competiciones que se hacían en la provincia. He estado en algunas subidas como mecánico pero esto es diferente, ahora voy a pilotar yo", argumenta.

El Renault Alpine con el que se presenta a la prueba vejeriega "está homologado para la competición, ha pasado todos los controles y la ITV de la Federación, pero no puedo ponerlo en la calle, no tiene los permisos para circular. Pero no pasa nada, tengo otro Alpine, así que uno para competir y el otro para circular", bromea.

Romero espera hacerlo lo mejor posible en Vejer "adaptarme y ver qué soy capaz de hacer; no espero mucho, es mi primera carrera y conforme se acerca el día de la prueba estoy más nervioso. Tengo un gazpacho de sensaciones", asegura.

El coche es un modelo Alpine A110 de mediados de los años setenta del siglo pasado. "Poco a poco lo hemos estado restaurando. El coche estaba muy mal y hay que tener en cuenta que es un coche que no se montaba en fábrica sino que son artesanales por lo que es más difícil reproducirlo". "Todo lo que es chasis, hierro, aluminio y fibra se construye pero las piezas características de este coche, los paragolpes o los faros por ejemplo, se tienen que comprar y esas piezas sí son muy caras. Pero el esfuerzo ha merecido la pena", relata.

Pepín Moreno Ramírez espera que la Subida a Vejer sea la primera de otras muchas. De hecho, aspira a poder participar en las otras dos subidas del calendario automovilístico de la provincia, Ubrique y Algar. "La inversión fuerte ya se ha hecho arreglando el coche y ahora tocamos madera para que el coche no sufra averías. Las piezas más caras a partir de ahora serán las gomas, en las que también se va bastante dinero".

La Subida a Vejer, que organiza un año más Escudería Sur, se disputa a seis mangas entre mañana sábado y el domingo. Este año llega a su 32ª edición, para la que se han inscrito 47 vehículos. Moreno corre con licencia del Autoclub Jerez en la categoría de Históricos.