Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

fútbol fase de ascenso a división de honor

Cuesta arriba en Sacramento

  • El Industrial se adelanta pero la expulsión de Álex le deja a merced del Bazán

  • Fabio detiene un penalti y los blanquiazules reclaman fuera de juego en el 3-1

Como de la noche al día, el Jerez Industrial pasó de tener pie y medio en la final por el ascenso a tener pie y medio fuera, porque el 3-1 clasifica al Bazán y deja fuera de combate a los jerezanos. Le van a quedar unos 18 minutos -diez más el descuento- para marcar un gol que evite la eliminación y mantenga viva la llama del ascenso y evitar otra temporada más en Primera Andaluza.

Pero eso será cuando determine Competición, reanudación a la que el Industrial llegará cuesta arriba y con frenos, porque seguirá jugando en inferioridad numérica a menos que el Comité diga lo contrario. Y precisamente en la inferioridad numérica arranca el principio del fin -al menos hasta el minuto 80 del partido de ayer- para los industrialistas, que hasta ese momento más o menos controlaban con solvencia los embates del Bazán. Es el minuto 43 cuando el árbitro muestra la roja directa a Álex por un manotazo a un bazanero aunque el central blanquiazul asegura que solo se quitó de enmedio al rival tras darle este un cabezazo. Sea como fuere, el Industrial quedaba con uno menos para toda la segunda parte.

Dani Castro, mermado por la varicela; Selu, por el hombro; Yuni y Morlán, desgastados

Hasta entonces, el equipo de Paco Cala había logrado su primer objetivo, marcar un gol, y también el segundo, evitar que el contrario marcase. Para lo primero se juntaron los astros, porque el córner al primer palo lo tocó primero Yuni y luego lo rozaron Morlán y un jugador local, carambola que acabó con el balón dentro de la portería bazanera, sacándolo defensa bazanero ya desde dentro. Para lo segundo fue clave Fabio, que atajó un penalti a Curbelo que el portero había hecho a Valentín, y esto ya en el minuto 51, porque en la primera mitad se perdió mucho tiempo y el árbitro no pitó el final hasta la parada del arquero visitante.

La primera mitad se ajustó al guión previsto: intensidad en todas las acciones, algunos roces entre jugadores por la presión de lo que se jugaban unos y otros y con el Industrial pertrechado atrás tratando de salir rápido al ataque mientras el Bazán, al ritmo que marcaba Curbelo, volcaba sus ataques por la izquierda.

Cala apostó por lo previsto, con Castro y Vega en la sala de máquinas pese a que el primero estaba mermado por la varicela padecida los últimos días, con Yuni en la banda derecha para fortalecer el juego áereo, Juanma Carrasco en la izquierda, Piñero en la mediapunta y Morlán arriba peleándose con Valentín y Cris.

La presión de los industrialistas impedía al Bazán progresar más allá de medio campo con el balón controlado, obligando a los locales a buscar balones en largo en los que Álex y Manolo se fajaron con solvencia.

Fabio y Rafa apenas tuvieron que intervenir en disparos lejanos sin peligro hasta que el Industrial enseñó los dientes en el minuto 25, con un magnífico centro de Juanma Carrasco -tras tuya mía con Morlán- al segundo palo que Yuni, con todo a favor, cabeceó fuera.

Pecci, técnico local, no lo veía nada claro y pasada la media hora comenzó a rotar jugadores, y a punto estuvo de golpear primero el Bazán pero el gol de Lozano en el 33 fue anulado por fuera de juego. El que no perdonó fue el Industrial en su segundo córner consecutivo -justo antes del primero Pecci había hecho un cambio- y el cabezazo de Yuni, tras tocar en Morlán y un local, acabó subiendo el 0-1 al marcador.

Al Industrial se le ponía la eliminatoria cuesta abajo y parecí que sin frenos: Fabio no pasaba apuros y el equipo local necesitaba tres goles para remontar. Pero el freno llegó apenas tres minutos después, cuando el encontronazo entre Álex y Bataller acabó con el blanquiazul fuera de combate. Y pudo ser peor para el Jerez Industrial -ya con Güiza y Joselito en liza y con Paquín de central en el 4-4-1 dispuesto por Cala- porque en el descuento (minuto 51), Fabio derribaba a Valentín, que había subido a rematar un córner y acabó recortando al meta jerezano tras quedarse solo, con la defensa blanquiazul saliendo; el claro penalti lo lanzó Curbelo pero Fabio se agigantó y atrapó el balón, con el que se fue corriendo al vestuario al pitar el árbitro el final del primer acto.

Sin Álex en el eje de zaga blanquiazul, el Bazán volcó su juego atacante sobre el corazón del área industrialista, donde Paquín quedaba en inferioridad de centímetros con Bataller y Valentín, las dos torres locales. El primero avisó con un cabezazo en el pico del área pequeña que se le fue alto y luego lo intentó con un derechazo a bocajarro en el punto de penalti que Fabio salvó milagrosamente con la pierna derecha.

Pero a la tercera fue la vencida y en el minuto 57 marcaba a centro desde la izquierda con un cabezazo en el que fabio llegó a tocar el balón pero sin poder impedir que entrase.

Por entonces, el partido era solo de ida hacia Fabio con el Bazán saliendo cómodo desde atrás y tocando sin prisa para buscar la superioridad por las bandas. Paco Cala metió a Yuni en el lateral izquierdo y trató de refrescar con rotaciones continuas a su equipo, porque además de Dani Castro, Selu estaba con el hombro dolorido y Yuni y Morlán acusaban el desgaste físico.

Bernal envió al limbo en posición esquinada y el Industrial trató de llegar arriba con Piñero y Juanito en las bandas y Juanma Carrasco en punta, pero lo que llegó fue el 2-1 al filo de la media hora que daba alas a los locales: en otro balón colgado al segundo palo, Bernal la para con el pecho y empalma un zurdazo cruzado imposible para Fabio.

Cala sigue haciendo cambios tratando de mantener al equipo lo más entero posible y Juanma Carrasco pasa al lateral zurdo, Montero entra junto a Manolo y Paquín vuelve al lateral derecho pero el balón sigue siendo de los locales, que remontan la eliminatoria a diez minutos del final con otro balón al segundo palo que remata en plancha Valentín, que parecía en fuera de juego y así lo protestaron los futbolistas del Industrial mientras se desataba la euforia en los locales, tanto en los futbolistas como en la grada.

Lo que pasó a continuación es otra cosa que nada tiene que ver con el fútbol...

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