El electodatómetro jerezano

Elecciones municipales: El voto del Jerez rural también cuenta

Imagen de La Barca, una de las pedanías más grandes de Jerez. Imagen de La Barca, una de las pedanías más grandes de Jerez.

Imagen de La Barca, una de las pedanías más grandes de Jerez. / Vanesa Lobo

Escrito por

· E. M. Cañas

Redactor

Algo más del 12% del censo electoral de Jerez vive en la zona rural (aproximadamente unas 16.700 personas tienen derecho a voto). Para el próximo día 28, se instalarán una 30 de mesas repartidas por las distintas pedanías y barriadas rurales del extrarradio jerezano donde podrán votar los electores de esta parte de la ciudad. 

De los diez distritos censales en los que está dividida la ciudad, dos de ellos engloban a las siete entidades locales autónomas, a una pedanía, a la quincena de barriadas rurales y restos de diseminados del amplio término municipal jerezano. Así, el distrito 9 está conformado por Gudalcacín, Nueva Jarilla, La Barca, El Torno, San Isidro y Estella, la pedanía de Cuartillos y las barriadas rurales de Las Tablas, Mesas de Asta, Gibalbín y Torremelgarejo. Mientras, en el distrito 10 se encuentran Torrecera y los núcleos de Las Pachecas, El Mojo, La Ina, Majarromaque y Puente de la Guareña.

Pero a estas hay que sumarle la que se ubica en el colegio Virgen del Mar, de El Portal, que hasta las elecciones municipales de 2019 formaba parte del distrito 9 y que, desde entonces, ha pasado a formar parte del 8, que engloba a la zona sureste de la ciudad (Montealegre y carretera de Cartuja).

La división por distritos no tiene efectos a la hora del reparto de concejales entre las fuerzas políticas pues este cálculo se realiza como una sola circunscripción. Ahora bien, teniendo en cuenta el peso poblacional que tiene y su nivel de participación en anteriores comicios, se podría decir que esta zona puede repartir entre tres y cuatro concejales en cada cita electoral municipal. 

Unas mesas con alta participación

Por regla general, los dos distritos censales de la zona rural son los que han tenido un mayor nivel de participación en las elecciones municipales precedentes alcanzando unos registros a los que en el Jerez urbano únicamente se ha aproximado el entorno de la avenida Domecq y la zona norte. Sin embargo, y al igual que en el resto de la ciudad, se ha ido produciendo desde 2015 un incremento de la abstención.

En 2019, fueron 10.960 jerezanos de la zona rural (en torno a un 63% del censo) los que participaron en sus comicios. Veinte años antes, en cambio, participaron más de 16.300 jerezanos empadronados en esta parte del término municipal.

Teniendo en cuenta los resultados de 2019, las mesas donde más participación se contabilizó fueron las de Torrecera, donde más del 90% de su censo acudió votar (en 2015 también alcanzó estos dígitos). Mientras, en El Torno se alcanzaron los 82 puntos porcentuales de asistencia a las urnas y en Estella se llegó a rondar el 73%.

En el lado contrario, los mayores niveles de abstención se dieron en 2019 en la barriada rural de Las Pachecas (solo acudió un 38,5% del censo, casi 10 puntos menos que en la convocatoria de 2015), en La Ina y El Mojo (48,4% de participación), Majarromaque (47,4%), Puente de la Guareña (50%) y El Portal (50,7%).

La zona rural, 'coto' del PSOE

Sin lugar a dudas, el PSOE tiene su feudo prácticamente inexpugnable en la zona rural de Jerez, un enclave donde ha sido la fuerza más votada, y con amplia diferencia, desde, al menos, 1987 —el Ministerio del Interior no tiene publicados datos de escrutinio por mesas, secciones y distritos de los comicios de 1979 y 1983—.

Ni siquiera en las elecciones de 2011, donde tocó suelo en una convocatoria electoral de este tipo, perdió su supremacía en la zona rural. Eso sí, se mantuvo como la fuerza más votada por apenas tres votos respecto al Partido Popular (PP). En cambio, sí tuvo victorias holgadas en las demás convocatorias electorales, con porcentaje de respaldo por encima del 45%. Así, en 2019 llegó a mejorar, incluso, los resultados obtenidos cuatro años antes —pasó del 47,3 al 52,8% de los votos—.

Así, la formación socialista arrasó en Nueva Jarilla al recibir el 75,2% de los votos contabilizados en esta pedanía. Y ese no ha sido su mejor resultado en este enclave. En 2007, por ejemplo, logró recabar casi el 82% de los votos contabilizados en este núcleo rural. Esta formación también suele conseguir grandes resultados en las mesas de Guadalcacín (en 2019 recibió entre el 62 y el 65% de los respaldos), El Torno (un 63,3% en 2019) o en la de la barriada rural de Mesas de Asta (69,9% hace cuatro años).

Muestra de la relevancia que el voto de los jerezanos de la zona rural tiene para el PSOE es que este suele suponer en torno al 20% del respaldo que recibe en toda la ciudad, un porcentaje que ninguna del resto de formaciones consigue acercarse. En 2019, el 20,9% de las papeletas socialistas se contabilizaron en las mesas de las pedanías y barriadas rurales; y cuatro años antes, llegó al 25%. Ahora bien, entre 1987 y 1995, el voto rural llegó a suponer el 30% del apoyo tenía el PSOE en unas municipales.

Por su parte, el Partido Popular ha ido ganando terreno en los enclaves rurales desde 2007. De hecho, desde 2011 es la segunda fuerza que recibe más votos en los dos distritos que está dividido el extrarradio jerezano. En 2019, por ejemplo, recibió el 24% de los sufragios contados en estas mesas.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en los últimos comicios locales celebrados, el Partido Popular obtiene sus mejores resultados en las pedanías donde gobierna: La Barca y Estella (con porcentajes por encima del 40%). También obtuvo buenos resultados en la sección censal de La Ina y El Mojo en 2019 (un 37,6% del total escrutado), en Gibalbín (32,7%) y en El Torno (26%).

Finalmente, Izquierda Unida también ha tenido un amplio respaldo en la zona rural. No en vano, hace cuatro años, el 11,8% de los votos que obtuvo Adelante Jerez se contabilizaron en la zona rural, un porcentaje que ha ido en aumento desde 2007, aunque está lejos del peso que tuvo durante la década de los noventa que llegó a estar en el entorno del 20%.

Exterior del Ayuntamiento de San Isidro. Exterior del Ayuntamiento de San Isidro.

Exterior del Ayuntamiento de San Isidro.

Dos urnas en los colegios electorales de las pedanías

En los colegios electorales de las pedanías de Jerez, y al igual que en municipales precedentes, en la jornada electoral se colocarán dos urnas. En una se depositarán los votos para elegir a los concejales del Ayuntamiento de Jerez. Y en otra, de color verde, se elegirá al presidente de la junta vecinal del ayuntamiento pedáneo correspondiente (al que suele llamarse alcalde, aunque esa no es su denominación oficial) . Así, el candidato que cuente con más votos será investido presidente de la junta vecinal en la jornada del 17 de junio (el mismo día de la investidura en todos los ayuntamientos).

Ahora bien, estas entidades locales también cuentan con una junta vecinal (la denominación del pleno en este tipo de administración) con representación de partidos políticos. Y su reparto se hace en función del escrutinio obtenido en las mesas instaladas en la pedanía para elegir a los concejales en el Ayuntamiento jerezano (es lo que se denomina elección de segundo grado).

Este es el motivo por el que formaciones independientes que presentan un candidato en una pedanía opten presentar también una lista para el Ayuntamiento de Jerez puesto que esto le permite aspirar al reparto de vocalías en sus juntas vecinales. En este 2023 se encuentra en esta situación el partido Unidos por Guadalcacín, pero antes lo hicieron otros como Unión Rural Jerezana (2011), Barqueños Unidos (2011) o Iniciativa Rural Independiente (1995).

Teniendo en cuenta esta doble votación, y a tenor de los resultados obtenidos en años precedentes, ¿hay correlación entre los resultados que obtiene el candidato a una alcaldía pedánea con los que obtiene su partido en ese núcleo?

Como era de esperar, la respuesta es sí. Tener un candidato con posibilidades reales de gobernar en el núcleo rural ayuda, y mucho, a obtener resultados en el escrutinio general. Esto se corrobora en los resultados obtenidos entre 2011 y 2019 por los candidatos que fueron proclamados presidentes de sus respectivas juntas vecinales con el escrutinio de las mesas de estas pedanías para la corporación jerezana.

Bien es cierto, que, por regla general, el candidato recibe más votos que su partido. De hecho, esta es la norma que únicamente no se ha cumplido en casos muy puntuales. En Estella en 2015, por ejemplo, el PSOE fue la fuerza más votada para el Ayuntamiento en una pedanía que pasó a tener un alcalde del PP. Y en 2011, el PP obtuvo más votos que su candidato en La Barca, aunque acabó siendo proclamado presidente. También le ocurrió lo mismo a Unión Rural Jerezana (URJ) en Guadalcacín en esos comicios.

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