La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha negado a hablar sobre la presunta trama de espionaje a cargos del PP madrileño y altos dirigentes del Ejecutivo regional ya que se trata de un asunto "judicializado" sobre el que se tienen que pronunciar "los jueces y fiscales". Desde la orilla socialista volvieron a exigir al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, que tome las riendas de la situación y "llegue hasta el final" en la investigación y "no mire hacia otro lado". De lo contrario, advirtió la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, tanto Aguirrre como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón "estarán bajo sospecha".

En medio de una expectación más propia de épocas electorales, Aguirre llegó al I Foro Abierto que celebró el PP en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, donde intentó pasar de puntillas por el tema estrella de la actualidad: la presunta trama de espionaje en el seno de la Comunidad de Madrid. Al ser preguntada por si iba a aprovechar este acto para hablar con Gallardón sobre este supuesto caso de espionaje, Aguirre se limitó a replicar: "El asunto del que ustedes quieren hablar está judicializado, en manos de los jueces y los fiscales. Por tanto, será la justicia la que tenga que decidir, y yo espero que lo hagan lo antes posible".

Nada más dijo la presidenta de la Comunidad de Madrid sobre el tema del espionaje ni a los periodistas que se agolpaban a su alrededor, ni en su posterior intervención en el plenario de este foro que Aguirre centró en la crisis económica y en el que presumió de la solidez "moral" del PP. Tampoco estuvo mucho más generoso en sus valoraciones el alcalde, que se negó a contestar a las preguntas sobre la trama de espionaje y en su discurso tampoco hizo ninguna referencia directa al asunto. 

Lo que sí hizo Gallardón durante su intervención fue lanzar avisos para navegantes en los que instaba a "superar todas las divisiones" en el seno del PP y "fundirse en un abrazo en el que no todos piensan igual, en el que hay gente distinta, pero donde todos tienen voluntad de construir". "Ese abrazo es el que nos tenemos que dar los miembros del PP con todos los españoles", apostilló. 

El que entró de lleno en el asunto fue el ex consejero de Justicia de la Comunidad de Madrid y director del departamento de Exteriores del PP, Alfredo Prada, protagonista directo de las últimas novedades de la trama ya que, según publica el diario El País Juan Carlos Fernández, su hombre de confianza, fue también presuntamente víctima entre abril y mayo del año pasado de espionajes desde la unidad parapolicial creada en el seno, supuestamente, de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior que dirige Francisco Granados.

rada expresó su deseo de que "de manera urgente, se pueda dilucidar la responsabilidad penal de unos hechos que, de ser ciertos, evidentemente son muy graves, son hechos delictivos". Además, el ex consejero de Aguirre se mostró particularmente preocupado por el hecho de que el espionaje al que se le sometió a él mismo refleja su "actividad, no sólo la pública, que es lógicamente de conocimiento público, sino también la privada y la de la familia". Por último, Prada también criticó las palabras de ayer del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que comparó el caso con los "de Mortadelo y Filemón" y señaló que "sobra cualquier tipo de descalificación de estos hechos, que han sido de enorme gravedad". 

Y precisamente ante la gravedad de estos hechos, el que debería dar un paso al frente es el máximo responsable del PP, Mariano Rajoy al que la secretaria de Organización del PSOE exigió que "llegue hasta el final, no mire hacia otro lado, que investigue en su partido y depure todas las responsabilidades que haga falta. Y es que, advirtió Pajín, "mientras no se sepa toda la verdad, la señora Esperanza Aguirre y Gallardón estarán bajo sospecha".

Durante su intervención en un acto organizado por la Agrupación Local del PSOE de Valdepeñas (Ciudad Real), Pajín proclamó que "los ciudadanos de Madrid y de toda España tienen derecho a saber lo que está pasando hasta la última información" y el PSOE tiene, señaló, la obligación de exigir al PP que así sea. "¿Cómo puede el PP pretender la confianza de los ciudadanos si entre ellos no son capaces de fiarse?", se preguntó la número tres socialista que denunció que mientras los madrileños "ven como se deteriora la sanidad pública, la educación, cómo no se cumple la ley de la Dependencia" los dirigentes del Gobierno de Aguirre dedican sus recursos a espiarse mutuamente "porque su único interés es el poder de dirigir el PP".

También se refirió a la trama de espionaje el diputado de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados, Gaspar Llamazares, que señalo que lo acontecido en la Comunidad de Madrid "sobrepasa el límite del ridículo". "Le diría al PP que supere sus problemas y que nos deje tranquilos. La crisis que nos interesa no es la del PP, sino la económica", reclamó Llamazares.