María José Beiras Torrado encabeza la lista de Unidad Popular-IU al Senado. Coordinadora del Área Provincial de Medio Ambiente de Izquierda Unida, ha ejercido la docencia durante casi toda su carrera profesional como profesora de Biología y Geología en la Enseñanza Secundaria. Afronta la campaña electoral con ilusión y preocupación a la vez por el nuevo escenario político.

-Inician la campaña con ánimos ilusionantes y sin embargo la última encuesta de CIS no es nada favorable para IU, incluso apunta a una debacle

-Sobre las encuestas siempre tengo mis diferencias y recelos, pero a nadie se le escapa que mediáticamente estamos siendo marginados y se intenta que no existamos, como se refleja en los debates televisivos donde no cuentan con nosotros, a pesar de que tenemos once diputados en el Congreso. Creo que es porque somos la única organización política que mantiene reivindicaciones que molestan a los sectores que ostentan el poder, como son las grandes compañías energéticas, la banca y las empresas el Ibex 34. Tenemos una serie de propuestas que les incomodan y por eso nos dejan de lado.

-¿Qué pueden hacer de aquí al 20D para intentar dar un vuelco a estos pronósticos negativos?

-Creo que lo mismo que estamos haciendo. En esencia no se puede hacer más, ya que todo dependen de la capacidad que tenemos cada uno de nosotros y nosotras, puesto que no vamos a contar con los medios de comunicación. Todo dependen de que nuestro mensaje llegue a la mayoría susceptible de compartir y apoyar nuestras propuestas, y para ello tenemos que combatir el silencio al que se nos quiere someter en la calle y a través de las redes sociales.

-Esa pérdida de votos se puede achacar a posibles errores cometidos por IU.

-Los errores son de todas las organizaciones políticas que intentan superar la división en la izquierda. Esta se superará en el momento en que se atiendan los intereses comunes y nos dejemos de personalismos. El error que nosotros hemos podido cometer quizá sea que los nuevos tiempos exigen nuevas formas de organización, con más protagonismo social y de las personas, y no hemos sido suficientemente capaces de canalizar esa inquietud. Nosotros nos hemos organizado a través de movimiento asamblearios, pero también es verdad que en estos momentos la sociedad parece estar más dispuesta a votar en función de una imagen o de un mensaje mediático. No somos de menajes mediáticos, somos de trabajar en la calle y en asambleas. Hemos cometidos errores si te planteas como objetivo ganar las elecciones cuanto antes pero si es la transformación de la sociedad no.

-¿Podemos les ha restado espacio ideológico, antes y después de la alianza fallida?

-Cuando aparece Podemos, el modelo de sociedad organizativo y político que nosotros pretendemos coincide con el suyo y entonces surge un proceso de confluencia. En ese primer proceso, IU ha realizado dos trabajos: uno interno, modificando la organización hacia un corte más asambleario y participativo, y un segundo externo de convergencia. Esta labor ha sido permanentemente bombardeada por los medios de comunicación y se ha intentado continuamente enfrentar a personas que estaban luchando por el mismo proyecto. La convergencia no se ha conseguido y eso nos va a restar fuerza electoral. Ha sido una decepción y un daño para todos no poder alcanzar una unidad popular más amplia. Creo que no lograr el acuerdo es un éxito de las oligarquías y un fracaso provisional de toda la sociedad.

-Usted se presenta como candidata al Senado, una Cámara cuyo funcionamiento está muy cuestionado, incluso algunos proponen que desaparezca. ¿Qué piensa? ¿Se puede defender su continuidad?

-Al igual que la mayoría de la sociedad, pienso que el Senado es una especie de cementerio de dinosaurios políticos. En primer lugar, existe una contradicción entre sus funciones de territorialidad y su composición, porque no tiene una representación autonómica sino provincial. En nuestra opinión, la existencia del Senado está relacionada con el modelo del país que proponemos, en el que a través de un proceso constituyente, de diálogo y de entendimiento, se afronten los problemas de identidad nacional que hay, que no pueden obviarse ni silenciarse a golpe de Constitución. En ese proceso constituyente se puede llegar a un modelo de Estado federal en el que se reconozcan las diferentes naciones que convergen en un interés común por seguir juntas. Ahí el Senado tiene la función de encuentro territorial. Si la Cámara alta sigue teniendo la función subsidiaria no sirve de mucho y no tiene ningún sentido, por tanto habría que reformarla.

-De salir elegida como senadora, ¿qué propuestas o reivindicaciones llevará a Madrid?

-Al Senado llevamos las mismas que al Congreso. Nuestro programa de unidad popular se centra en Huelva en el plan de emergencia social, el programa de rehabilitación de viviendas y en las energías renovables, por lo que suponen en la creación de puestos de trabajo. Lo primero que vamos a intentar conseguir es que se suprima la ley de energía y que se elimine el peaje a las instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo. En Huelva todos los edificios públicos debería tener cubiertas fotovoltaicas y podría ahorrarse así todo el dinero que se paga a las compañías eléctricas. El modelo que queremos es de autosuficiencia energética para acabar con el control de las oligarquías sobre nuestro acceso a la energía y para que se atienden las necesidades sociales en esta materia. Esta es una de nuestras prioridades, incidir en el tema medioambiental.

-Además de estas propuestas, ¿porqué otras cuestiones deberían votar los electores a Unidad Popular?

-La gente debe tener claro que solo vamos a salir de la situación en la que estamos si hay una decisión clara de caminar en la dirección de la paz y la solidaridad de la soberanía popular, para darle el poder a quienes defienden los intereses públicos de los ciudadanos y quienes llevan un programa para acabar con la corrupción. Hay que modificar la Constitución para que no puede estar al servicio de la banca. Los ciudadanos deben saber si quienes les representan tienen o no connivencias con quienes les oprimen, y si van votar a quienes gobiernan para una minoría cada vez más rica. Si la gente quiere un gobierno que apoye las necesidades y saque adelante un nuevo modelo social, solidario, que garantice el reparto justo de la riqueza, la sanidad, la educación pública y un Estado donde las naciones tengan un reconocimiento de su propia identidad y sean capaces de ponerse de acuerdo para seguir juntas, tiene que votar UP-IU.