Humberto Parra · Pintor y ex Matador de Toros

"Con la pintura puedo figurar ahora en la parte superior de los carteles"

  • El peruano afincado en El Puerto es el autor de la lámina que Diario de Jerez entrega mañana con motivo del Sábado de Feria. José Tomás es el protagonista de la obra.

José Tomás "es torero se vista o no de luces". Anda con empaque y mira al hierro de 'Núñez del Cuvillo', a la arena y al cartel. Sale de la cara del toro, se sabe que es él por su figura, sin casi mirarle. Detrás, el burladero con el Tío Pepe. Y va, como "caminando sobre el agua", porque para el pintor Humberto Parra (Lima-Perú, 1960), el de Galapagar es "un fuera de serie, un dios del toreo". De estas maneras ha creado el artista peruano, residente en El Puerto, un cartel que quiere hacer eterno un día en la plaza de toros de Jerez. Porque mañana, Diario de Jerez entrega de forma gratuita la lámina conmemorativa del Sábado de Feria, obra de Parra, editada por este medio y patrocinada por Tío Pepe. "Y es que Jerez -subraya el autor- se merece estar este día presente como apoyo a esa imagen de José Tomás, que hará que se hable de la ciudad en todo el planeta taurino y no taurino. Será un recuerdo bonito, para que quede constancia del paso de ese monstruo por aquí".

-¿Qué pasa con José Tomás que agota entradas allá donde va?

-Es un torero que lo que dice, lo dice en la plaza. Frecuenta poco los medios. Lo hace todo con tanta pureza y verdad que hay quien lo odia y quien lo adora. Su paso por la Fiesta es importante y es importante que los toreros jóvenes vean en él un referente, un sinónimo de esfuerzo personal. No saben lo difícil que es ser José Tomás. No se trata de estar bien, sino de estar a la altura de un nombre que va dejando huella. Yo podré estar equivocado, pero, ¿y los miles de espectadores que lo siguen? Le han dado por todos lados por eso de no conceder entrevistas o no estar en más plazas.

-¿Y cómo se odia a José Tomas?

-Porque hay quien lo ve como un suicida. Hay técnicas para ponerse delante de un toro, es como quien conduce un Fórmula 1 y no sabe dominar su energía. Se trata de generar emociones y cuando en el tendido esas emociones trascienden, ahí pasa algo.

-Y completan un buen cartel Juan José Padilla y José Mª Manzanares.

-El cartel es precioso. Un paisano..., y Manzanares, otro referente e hijo de una dinastía. Ya de por sí la Feria de Jerez es pequeña, compacta, pero tiene una de rejones y dos corridas muy interesantes.

-Usted dejó los toros en su día. ¿Se considera ex torero?

-Uno nunca deja de ser torero, es una forma de sentir la vida.

-Renunció a la alternativa en Perú, ¿por qué?

-Consideré que al entrar en España sin dinero y sin amigos que te echen una mano, me vería forzado a estar en las tapias como aficionado. Me parecía más digno estar como aficionado en las tapias que como matador de toros.

-Y se tiró al ruedo de la pintura.

-Sí, por suerte, mientras toreaba en mi país estudié Bellas Artes. Y mientras estuve toreando aquí (vivió un tiempo con la familia Manzanares, que le ayudó mucho) nadie sabía que pintaba. Pintaba cuadros a amigos íntimos y no consideraba ético pintar y torear a la vez porque crearía confusión y estaría regalando cuadros por una vaca o un favor. Cuando dejé los trastos, debuté en Pamplona (1993) con una exposición. La gente creía que yo iba a hacer palotes, pero cuando vieron mi trabajo se sorprendieron porque detrás hay conocimientos taurinos y plásticos, y cuando se fusionan me hacen ver la perspectiva del toro, lo que sucede, las emociones, que llevo al lienzo.

-¿Qué le dice a los antitaurinos?

-Lamentablemente se confunden cosas a causa del desconocimiento, que abriga odios que no tienen sentido. No le vamos a quitar a la Fiesta la violencia que conlleva, hay sangre, pero lo que sucede cuando el toro sale es de verdad y cuando se trabaja con emociones es delicado opinar en frío. Miremos más por nuestros vecinos, por gente que lo pasa mal y no se hace nada. Algo estamos haciendo mal. No justifico una cosa con otra, pero vamos a llamar a las cosas por su nombre.

-¿Y en qué momento está artísticamente Humberto Parra?

-¡Para comerme! (bromea). No (ríe), yo creo que estoy bien. Noté la crisis, pero hay una cosa que me vino bien porque antes todo valía, y los que han subsistido han sido los profesionales, sin ánimo de menospreciar. El respeto que tengo por las demás profesiones es el que busco para la mía, por eso me obligo a ser cada vez mejor, no el mejor.

-¿Cómo ha ido creciendo su obra?

-Me siento más firme, las pinceladas, los trazos, los colores..., son más fluidos. Con menos trazos digo más.

-¿Qué quiere que venga ahora?

-Me gustaría llegar a las galerías fuera del mundo taurino, es decir, llevar una exposición taurina a Rusia, Japón, China, porque creo que la pintura taurina se ha quedado lamentablemente como el niño tonto de la película, se ha ido aparcando.

-¿Su pintura gira siempre en torno al mundo taurino?

-Sí porque voy acompañando las ferias. Si llevo desnudos o bodegones, pues no digo nada, y aunque llevo cosas sueltas por encargo, debo ir al son. Ahora voy con mi exposición '...Donde los pies queman' a Málaga, Bilbao, Ronda, he pasado por Sevilla y regreso a Lima.

-¿Por qué ese título?

-Es una frase que extraje de un libro de José Tomás que narra una anécdota que le pasó en México. Él se coloca en los sitios donde los pies queman, donde cuesta quedarse porque es donde todo el mundo pega el salto o busca taparse. Y él se queda quieto, donde le dijeron una vez que los pies queman.

-Y vuelve a su tierra.

-Estuve 30 años sin ir y hace cinco que estoy recobrando el espacio perdido. La gente allí me recordaba como torero, aunque saben que soy pintor. En una entrevista dije que me habían hecho daño 30 años sin ir y que mi sombra creció más que mi presencia. Me veían como algo intocable, y no es así. Estoy limando eso.

-¿Qué tipo de público irá mañana a la plaza?

-De gente que viene a ver un espectáculo y una gran mayoría no es de Jerez. No creo que sea gente que no sepa, será gente que puede, porque pueden desplazarse, y que está ansiosa de ver algo que ya vio antes.

-¿Qué saldrá de su cuaderno de esta corrida?

-Haré bocetos para futuros cuadros. Y espero que con esta lámina la gente se lleve un recuerdo y un esfuerzo y detalle de Diario de Jerez y González Byass para hacer eterno un fragmento de la memoria.

-Al final, no torea pero vive de los toros.

-¡No!, de la pintura. Vivo de la pintura y hago de diferentes temas, pero los toros me han abierto camino e interpretar el mundo de otra manera y conocer gente. No soy un torero frustrado, desarrollé lo que tenía. Si con los toros no he figurado en la parte inferior de los carteles, ahora, con la pintura, puedo figurar en la superior.

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