Vestidos de corto, con su traje de gitana o con pantalones de lunares. Para el tradicional día de los cacharritos cualquier vestimenta vale, sólo hace falta que los papás abran la cartera y los minutos se conviertan en horas para disfrutar más de la jornada dedicada a los más pequeños. Ante los ojos de los niños aparece un mundo lleno de música, color, olor a manzana de caramelo y risas, muchas risas. Hasta los mayores se ‘transforman’ y comparten gominolas, tómbolas y asiento en la noria.

Cámara en mano, los padres y abuelos deciden retratar cada viaje del pequeño en una moto roja del ‘scalextric’ y recogen las flores que a las niñas se les caen del pelo mientras saltan en el ‘canguro’. Y es que el tradicional día de los cacharritos es una cita indiscutible en las agendas de las familias jerezanas. “Venimos todos los días y la verdad es que me gasto mucho dinero en las atracciones porque el niño se quiere montar en todo. Pero bueno, se aprovechan días como hoy para recortar gastos”, señaló ayer Mari Panal, una madre que el año pasado se gastó durante la Feria 50 euros en atracciones y en la tarde de ayer ya llevaba 20.

No todos los padres pueden ir tan sueltos. La crisis se ha colado en los bolsillos de los jerezanos y algunos ya han decidido ir menos tardes al Real. “Si los precios fueran así todos los días, podríamos venir más, pero es que son muy caras las atracciones. Además, el año pasado estábamos los dos trabajando, pero ahora sólo está uno”, declaró Pedro Sánchez, padre de dos niños pequeños. Unos 10 euros se gastó también ayer Macarena Álvarez en las atracciones para sus tres hijos, “son muy caros y vengo con el dinero justo. Hay que aprovechar este día para venir con los niños, si no, es imposible”. Y es que en lugar de los 3 euros habituales, ayer costaban 1,50, excepto las atracciones de recorrido único (montaña rusa y similar), que fueron 2 euros.

Nuria Guerra también estaba ayer con su niña después de comer en los cacharritos. Mientras esperaba que la pequeña disfrutara dando vueltas en un dragón, reconoció que “vivo en Alemania y allí las atracciones cuestan siempre 1,50 euros. La verdad es que no me parece normal que en una feria como ésta valgan por lo general 3”. Aún así, Nuria puede ir con su hija todos los días, porque “tampoco me gasto tanto. Mi hija tiene sus cuatro cacharritos favoritos y allí vamos”.

Con tres niños fue Vanesa Ibáñez al González Hontoria, quien reconoció que a pesar de ir muchos días a la zona de las atracciones “los precios están muy altos, deberían haber barajado la posibilidad de bajar los tiques por la crisis”. Sus hijos tienen algo así como carta blanca para elegir cacharritos, porque como señaló Vanesa, “lo que nos ahorremos aquí, al final nos lo gastamos en la caseta”. Este día familiar animó a pequeños y mayores a perder hasta el miedo a las alturas, de hecho, en una de las atracciones había un cartel que rezaba: “Que sí, que sí, que los papás se pueden subir”.

Pero sin duda, el calor fue el protagonista de la jornada de ayer y por eso, las atracciones de agua fueron las que registraron más público. La ‘Jungla encantada’ con sus rápidos gustó a todos, el ‘Club Náutico’ puso el toque chic a la explanada y los tradicionales como el canguro, los coches de choque, el tren de la escoba y la montaña del terror siguieron encabezando los primeros puestos para los pequeños. Tampoco hay que olvidar las atracciones de los dibujos animados que dejan embobados a los niños frente a la televisión. Dora la Exploradora, los Gormitis y personajes de la factoría Disney también estuvieron presentes en esta jornada.

Pero ahí no acaba la aventura. Los más arriesgados fueron los jóvenes con cacharritos de vértigo, y los pequeños que disfrutan con la velocidad se conformaron con un circuito llamado ‘sprint’ en el que se montaron en motos Suzuki, Honda, Ducati y hasta en Harley Davidson en miniaturas.

Pero hablar de cacharritos también es hablar de feriantes. Carlos Villaplana, propietario de ‘El dragoncito’, reconoció que “hoy –por ayer– se nota más público por la crisis, hay que tener en cuenta que ahora por el precio de un día normal se pueden montar dos veces”. En cuanto al coste de los tiques, que para muchas familias es elevado, Villaplana apuntó que “si bajamos el precio, esto no nos renta porque la tasa del Ayuntamiento de Jerez es muy alta. De hecho, ahora no buscamos hacer negocio, sino que nos conformamos con cubrir gastos”. Este feriante relató además que el día de los cacharritos les supone un “esfuerzo porque las familias que vienen hoy, no vendrán mañana”.

Desde el mediodía hasta las ocho de la tarde, la explanada de los cacharritos se fue llenando de familias, para dejar sitio por la noche a los adolescentes. Jóvenes, que se cruzaban con los pequeños en dirección al botellódromo del Real, después de reponer fuerzas en la comida.

Si hay que ponerle un ‘pero’ a la jornada de ayer, quizás muchos tienen en mente el elevado volumen de la música, que impedía en ocasiones mantener una conversación con la persona que estaba al lado. Y para los que se quedaron con las ganas de asistir a este día de los niños, podrán disfrutar de nuevo de estos precios especiales este domingo.