XXV Festival de Jerez

Relevo generacional

Tamara Tañé, cantando a Miguel Ángel Heredia y Saray García.

Tamara Tañé, cantando a Miguel Ángel Heredia y Saray García. / Manuel Aranda

Si alguien tiene dudas de que Jerez sigue siendo una tierra prolífica en lo artístico que las vaya despejando. Es más, el relevo generacional está asegurado gracias a una nueva hornada de artistas que apunta alto. El ejemplo más claro lo expuso sobre el escenario el elenco artístico que compuso ayer ‘Mis tres puñales’, un montaje que lideraba Tamara Tañé. Fue una propuesta decidida, cuidando las luces y las transiciones, pero sobre todo elegante y con buen gusto de principio a fin.

Con un comienzo arrollador, las bulerías por cuplés que inmortalizaran Rafael de León y Juan Solano, sonaron con brillo en la voz de la cantaora jerezana, a la que recibieron, en un bonito recurso escénico, Juan Tejero, Saray García y Miguel Ángel Heredia. De ritmo vibrante y con mucho compás, la original carta de presentación dio paso al cante en solitario de la protagonista.

Acompañada por Javier Ibáñez, siempre limpio y creativo, Tamara Tañé comenzó por granaínas, para engarzarlas con fandangos de Lucena y Juan Breva, demostrando en todo momento esa garganta poderosa que ostenta.

De seguido, esta vez con la guitarra de Juan Manuel Moneo, eficaz a la hora de seguir el cante y fresco en la aportación de nuevas falsetas, recurrió a la seguiriya de Jerez, acordándose de Manuel Molina y Tío José de Paula, rematando el cante con vehemencia y reaño.

Esa fuerza que exhibe Tamara Tañé es algo innato pero también genética como demostró Manuel Tañé, su hermano y artista invitado, que sacó a relucir toda su experiencia cantaora para hacer bulería por soleá. Con infinidad de recursos y dominando en todo momento el cante, Tañé, bien respaldado por Juan Campallo, levantó los olés del público y sirvió para introducir, posteriormente, el baile por tarantos de Saray García y Miguel Ángel Heredia. Ambos protagonizaron uno de los momentos de la noche, con un paso a dos por tarantos perfectamente coordinado y bien ejecutado, resultado de un minucioso trabajo.

Otro momento del espectáculo de ayer. Otro momento del espectáculo de ayer.

Otro momento del espectáculo de ayer. / Manuel Aranda

Salió de nuevo Tamara para rematar la enmienda por tangos, otra vez de manera solvente y haciendo gala de su manejo en el cante de acompañamiento. De pronto un guiño a los que no están. Dicen que uno no muere si no se le olvida, por eso, con el sonido de unas palabras del desaparecido Juanillorro, muy vinculado a todos y cada uno de los que ayer estuvieron sobre el escenario, Tamara quisó así tenerlo muy presente, ya no sólo recordando su voz, sino haciendo uno de sus cantes preferidos, las bulerías de La Plazuela, esta vez con el baile de Juan Tejero.

Ambos dibujaron esa estampa que tan trillada tienen, habitual en tantas fiestas y escenarios, con un Tejero colosal en cada replante, y con ‘la Tañé’ marcando territorio, primero en San Miguel y después rescatando letras del gran Antonio Gallardo. Para terminar la faena, y tras una imponente introducción de Juan Campallo, un guitarrista excelente, se paseó por la bahía, haciendo alegrías de Cádiz (rematadas con las cantiñas de las Mirri) sin perder un ápice de fuerza y aplicando a cada momento el toque exacto.

La noche acabó como empezó, con ‘Mis tres puñales’ a ritmo de bulerías (bien introducidas por Carlos Merino) y el público (alcaldesa y Laura Álvarez incluidas, algo que se agradece al ser una artista de Jerez) la despidió en pie.

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