Jerez

Urbanismo cierra un acuerdo para acabar el desdoble de la N-IV en Croft

Tramo de la antigua N-IVa la altura de Croft que próximamente será desdoblado.

Tramo de la antigua N-IVa la altura de Croft que próximamente será desdoblado. / Miguel Ángel González

La Delegación de Urbanismo del Ayuntamiento de Jerez ha llegado a un acuerdo con los propietarios de los terrenos de las antiguas bodegas del rancho de Croft, en la zona noroeste de la ciudad, para desbloquear el desarrollo de esta zona, que lleva paralizado desde hace más de una década. La primera consecuencia de este consenso es que de una vez podrá ejecutarse el desdoble del único tramo que queda pendiente de la antigua travesía de la N-IV a su paso por Jerez.

Este medio ha podido saber que el pasado miércoles se aprobó en una junta de gobierno local celebrada con carácter extraordinario una modificación del convenio urbanístico que firmó el Ayuntamiento en 2004 con los propietarios originarios de la bodega (la firma González Byass) que permitió la recalificación de estos suelos. El nuevo acuerdo no contempla cambios ni en la ordenación urbanística ni en los parámetros de edificabilidad, pero sí modifica los plazos de ejecución. De este modo, se permitirá ejecutar por fases el desarrollo de estos suelos para hacerlo más flexible y, por ende, viable económicamente.

Así, se establece la obligatoriedad de que, antes de iniciar el desarrollo de los suelos aún no edificados, se proceda a concluir la urbanización de este enclave que, entre otras actuaciones, incluye la duplicación de la antigua travesía. Por lo tanto, si no surgen contratiempos, esta importante vía de conexión de la ciudad podría estar en obras antes de que acabe el año.

Una vez concluidos estos trabajos, se podrá proceder al desarrollo del resto de suelos, aunque también de forma faseada. De este modo, se le dará prioridad a la parcela destinada para actividades económicas, que coincide con los edificios más singulares que tenía este complejo bodeguero y que se encuentran situados frente a Montealto. A finales de diciembre, la alcaldesa, Mamen Sánchez, dijo públicamente que había empresas interesadas en la adquisición de parte de estos terrenos por lo que el acuerdo podría facilitar la transacción inmobiliaria.

Fruto de convenio urbanístico firmado en 2004, el antiguo rancho de Croft pasó a estar catalogado como residenciales. Ahora bien, se reservaba el frontal del complejo bodeguero (que coincide con los cascos bodegueros más singulares de esta desaparecida bodega) para actividades económicas. A cambio, los propietarios de los suelos debían hacerse cargo, además de la urbanización completa de esta unidad que tiene más de 247.000 metros cuadrados de superficie, del desdoble de la antigua travesía en el tramo comprendido entre la avenida de Lebrija y de María Auxiliadora.

En 2008, los suelos fueron adquiridos por la promotora jerezana Rentas y Vitalicios, del grupo Monreal, quien elaboró y tramitó los instrumentos urbanísticos necesarios para que en 2009 se pudieran iniciar las obras de este importante desarrollo residencial que, junto con el Parque Empresarial y las zonas residenciales próximas de El Carrascal y Los Villares, estaban enfocados a propiciar la integración urbana definitiva de la antigua carretera nacional en la malla de la ciudad.

Sin embargo, el estallido de la crisis inmobiliaria de finales de la primera década de este siglo provocó que solo se pudiera ejecutar una parte del desarrollo residencial diseñado en la zona, que no llegaran a ponerse en carga los terrenos destinados para actividades económicas y que no se terminara la urbanización de los nuevos viales de la zona, además de quedar pendiente el desdoble de la antigua N-IV a la altura de estas antiguas bodegas, un tramo de poco más de 350 metros de longitud.

Se da la circunstancia añadida de que el Ayuntamiento si ejecutó hace casi una década la parte que le correspondía de la conversión de este tramo de la hoy llamada avenida Reina Sofía. Así, la avenida del Arce, en Montealto (que discurre en paralelo a la antigua travesía), tiene una urbanización acorde con el resto de esta importante vía de comunicación de la ciudad. En cambio, la duplicación de la calzada (los nuevos carriles ocuparán parte de los jardines del antiguo complejo bodeguero) nunca llegó a hacerse. Debido a la crisis del ladrillo, la empresa no tuvo capacidad económica para continuar con este desarrollo por lo que lo dejo inconcluso. Desde entonces, y debido a que solo cuenta con un carril por cada sentido, es un punto donde habitualmente se producen retenciones de vehículos en los momentos de mayor intensidad de tráfico.

El acuerdo alcanzado y ratificado por el gobierno local permitirá, además, que se firmen las paces entre el Ayuntamiento y la promotora por el enfrentamiento propiciado durante los últimos años por la paralización de este desarrollo. Al quedar inconclusa la urbanización de este enclave, el Consistorio puso en marcha en 2015 un expediente de declaración de incumplimiento del convenio urbanístico que se había firmado en 2004. Este acabó siendo recurrido en el Juzgado de lo Contencioso, que falló a favor del Ayuntamiento. Tras esto se acabaron practicando unas liquidaciones para proceder a la ejecución subsidiaria de la obra que también fueron recurridas. En este caso, los tribunales le dieron la razón a la propietaria de los suelos.

Con la modificación del acuerdo, ambas partes también concretan el pago de los impuestos municipales pendientes (unos 700.000 euros aproximadamente) y la renuncia a los distintos recursos judiciales que había entre ambas partes, según apuntaron las fuentes consultadas.

A día de hoy, en el antiguo rancho de Croft solo se ha edificado en dos de las seis manzanas residenciales en las que se dividió urbanísticamente este desarrollo en un plan parcial aprobado por el Consistorio en 2009. De este modo, se ha completado el conjunto de chalés y pareados previsto entre la avenida Juan Sebastián Elcano y la calle Costa de la Luz, además de la práctica totalidad de las viviendas proyectadas entre las avenidas Buque Libertad y Juan Sebastián Elcano.

En cambio, aún restarían por edificar más de 400 viviendas repartidas en cinco manzanas, entre ellas, las 239 que el planeamiento obliga destinar a viviendas de protección oficial (VPO). Eso sí, y tal y como establece el faseado del proyecto, antes tendrían que urbanizarse los nuevos viales que aún quedarían por desarrollar de esta zona en expansión de la ciudad. Asimismo, en el extremo oeste de este desarrollo se contempla una gran parcela de unos 16.000 metros cuadrados para destinarla a equipamientos educativos, deportivo y comercial (a día de hoy se mantiene una nave sin uso).

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