Aecovi lamenta el abandono de Asevi y reitera su apuesta por las prácticas sostenibles en la vid
Las cooperativas harán un esfuerzo para no tirar por tierra cinco años de labor callada, pero provechosa
En el Marco hay otro millar y medio de hectáreas en producción integrada, en este caso bajo titularidad de viticultores de las cooperativas de Aecovi y algunas de bodegas, que forman la segunda agrupación (API) que hace cinco años dio el paso para aplicar estas prácticas agrícolas en sus viñas.
Aecovi considera la renuncia de Asevi un error, toda vez que entiende que se tira por tierra el esfuerzo de cinco años, en los que se han registrado importantes avances gracias a la producción integrada. La gerente de las cooperativas, Carmen Romero, comparte que es un momento especialmente difícil para el sector, pero anima a seguir haciendo esfuerzos en proyectos que a la larga son positivos.
"Si renunciamos a hacer lo que ha ido bien, al final es la pescadilla que se muerde la cola, pues ha costado mucho esfuerzo y es un avance callado, pero las cooperativas vamos a mantener nuestra apuesta porque sin la producción integrada era impensable que pudiéramos sacar al mercado una serie de productos que actualmente se están comercializando".
Asevi no descarta reengancharse si cambia el panorama y se valora el esfuerzo, pues recuerda que salvo una bodega, que al principio pagó algo más por la uva de producción integrada, el resto de las firmas no han contribuido al mantenimiento de esta práctica.
Puede que las bodegas se retraigan al no reflejarse en la etiqueta del producto final, entre otras cosas porque lo impide el sistema de crianza de los vinos de Jerez, en el que se mezclan las cosechas de varias campañas, pero siempre es una garantía de calidad para el cada vez más exigente consumidor, además de una gran aportación al respeto al medio ambiente.
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