"Alguna vez me han llegado a decir que soy el Curro Romero de la venencia"
-¿Cuánto tiempo hace que se dedica al arte de venenciar?
-Mi padre y mi abuelo eran toneleros y desde que era pequeño me enseñaron el oficio, así que siempre he estado relacionado con el mundo del vino. Trabajando en una bodega como tonelero con 15 años aprendí por mi cuenta el arte de venenciar y empecé a dar servicios por las tardes cuando salía del trabajo. Hubo un momento que tuve que dejar la tonelería porque no podía con las dos cosas.
-¿Qué le diferencia de otros venenciadores?
-Yo nunca he vendido ninguna marca, he vendido el arte de la venencia con vino de Jerez y nunca he patrocinado a ninguna bodega. En los barriles coloco el nombre de la persona que me contrata; ya sea una pareja de novios en una boda, una empresa o un Ayuntamiento.
-¿Cómo surgió la idea de crear Venenciadores S.L?
-El trabajo se me acumulaba y tuve que empezar a contratar a más personal. Actualmente ofrecemos venenciadores, un cuadro flamenco, azafatas modelos y cortadores de jamón. Hay muy buen ambiente entre todos los compañeros e intentamos cuidar el más mínimo detalle para que todo salga perfecto.
-¿Cómo vivió el homenaje que le hicieron en el programa de Canal Sur 'Senderos de Gloria'?
-Me llevaron engañado y fue muy emotivo, no me lo podría creer. El homenaje fue por sorpresa y se reconoció toda mi ayuda a asociaciones y a obras benéficas. Otro momento clave fue cuando en Benalmádena me entregaron la medalla de oro de la Virgen del Rocío por mi trayectoria. Para mí es un incentivo que se reconozca mi trabajo y que cuando estoy venenciando escuché de fondo; ¡olé!, ¡que arte!...Hay algunos que me llaman el 'Curro Romero de la venencia' por mi toque torero.
-¿Cómo consigue un venenciador de Jerez un Premio Guiness?
-Fue en 2005 en el Palacio de Congresos de Sevilla donde se reunió la mayor concentración de venenciadores de la historia venenciando vino de Jerez simultáneamente. Supuso mucho esfuerzo para mí, lo organicé todo en 10 días. Todo lo hice por el amor que le tengo a mi profesión.
-Después de recorrer todo el mundo, ¿podría decir que fuera se valora más este arte?
-Hemos viajado desde Londres hasta China, y tengo que garantizar que en Jerez no se valora ni la venencia ni el propio vino, lo tenemos tan cerca que no lo valoramos. Yo he conseguido recepcionar muchas ferias de Andalucía con vino de Jerez, lo he vendido por cada pueblo y cada ciudad con mucho orgullo.
-¿Qué momento destacaría de todos estos años venenciando por todo el mundo?
-Sin ninguna duda, el año que mis venenciadores fueron los encargados de recepcionar la Feria del Caballo el domingo del alumbrado. Para mí fue todo un orgullo. Viví uno de los momentos más emotivos de toda mi carrera.
-¿En qué momento se encuentra la profesión?
-Se ha vulgarizado mucho la imagen del venenciador, ahora cualquiera lo hace y es imprescindible que esta profesión te enamore.
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