Educación

El Altillo School inaugura el primer ‘Fab Lab’ de la provincia

  • Las instalaciones se abrirán al público en breve, al ser una condición clave para la homologación oficial de  estos espacios

Una de las impresoras 3D Ultimaker que se encuentra en el Fab Lab del Altillo School.

Una de las impresoras 3D Ultimaker que se encuentra en el Fab Lab del Altillo School. / Manuel Aranda

Desde hace unas semanas, las instalaciones del Laude El Altillo School cuentan con su propio Fab Lab, el primero en la provincia de Cádiz. ¿Y qué es un Fab Lab? Fab Lab es la abreviatura de Laboratorio de Fabricación, en inglés, Fabrication Laboratory, un espacio multidisciplinar en el que se encuentran una serie de herramientas y maquinarias que hacen posible el fomento de la creatividad e invención.

La idea del Fab Lab tuvo su origen en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) a principios de la década del 2000, y desde ahí se ha ido expandiendo por todo el mundo, incluido nuestro país, donde existen actualmente algo más de cincuenta, la mayoría levantados por universidades o lo que se conoce como comunidades maker, ya que uno de sus principales inconvenientes para su puesta en marcha es el elevado coste de la maquinaria.

José Luis García Deza, subdirector del Altillo School, reconoce que la apuesta por el Fab Lab se gestó pensando en la posibilidad de “aportar algo a la comunidad porque es un espacio abierto pero que también nos permitiese diferenciarnos del resto. Vimos la posibilidad de traerlo, conseguimos la financiación necesaria, nos aprobaron el proyecto y hemos estado durante varios meses preparándolo con el asesoramiento de otros Fab Lab como el de Sevilla o el de Málaga”.

Dos alumnos del centro, trabajando con la cortadora láser. Dos alumnos del centro, trabajando con la cortadora láser.

Dos alumnos del centro, trabajando con la cortadora láser. / Manuel Aranda

Actualmente, el Fab Lab del Altillo cuenta con dos impresoras 3D; una cortadora láser de 130W, con un área de trabajo de 130×90 cm, una fresadora CNC con cama de 100×100 cm y con capacidad de corte para cartón, madera y metales ligeros; un área de sublimación con una impresora, plancha y todo lo necesario para poder personalizar casi cualquier cosa; y una cortadora de vinilo de 63cm con la que se pueden realizar trabajos de corte y decoración.

“El siguiente paso es abrirlo al resto de Jerez, porque los requisitos para que se denomine FabLab oficial requiere tener las máquinas, que las tenemos, y después demostrar que lo hemos abierto a la comunidad, que no es una cosa nuestra. Para ello, necesitamos la aprobación de al menos tres Fab Laboficiales. Como tenemos el contacto con Sevilla, Málaga y otro de Costa Rico, creo no vamos a tener problema. En cuanto esté oficializado lo abriremos al público. A mí me gustaría que institutos y colegios de la zona pudiesen venir a desarrollar sus proyectos”, reconoce el subdirector del centro.

La idea, una vez que se abra al público en general, es cobrar una pequeña cuota por el uso y material, explican desde el centro.De momento, la respuesta entre el alumnado del Altillo ha sido “excelente”. A día de hoy “sólo hemos empezado con Secundaria, pero pronto lo haremos con Primaria e Infantil”. Además, el Fab Lab ya ha tenido alguna que otra petición por parte de alumnos jerezanos que cursan ingeniería en distintas universidades para desarrollar algunos proyectos.

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