La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, contactó ayer con la consejera de Salud, María Jesús Montero, para comunicarle el riesgo sanitario en que puede verse sumida la ciudad en breve como consecuencia de la huelga indefinida decidida por los trabajadores de la limpieza pública adscritos a la concesionaria Urbaser. Según explicó la regidora en rueda de prensa, uno de los motivos por los cuales se contactaba con la titular de la cartera autonómica de Salud era para evitar que la Administración andaluza pudiera darse por no enterada más adelante cuando la basura acumulada se convierta en un riesgo sanitario.

Pelayo anunció que se solicitarán controles sanitarios para impedir que la huelga provoque plagas o crisis sanitarias. “Para ello —señaló— en cuanto los servicios sanitarios de la Junta consideren que hay riesgo se decretará el Plan Local de Emergencias”, el cual, dependiendo del grado, podría llevar incluso aparejada la retirada obligatoria de los residuos acumulados en la vía pública por otros efectivos, ya sean municipales o gubernamentales.