La Virgen del Rocío volvió a las calles de la aldea de Almonte con motivo del centenario de su Coronación Canónica. Para celebrar este acontecimiento, la hermandad Matriz de Almonte, bajo el lema 'Reina del Rocío, caminar con María hacia Cristo' se propone promover un conjunto de iniciativas programadas que ayuden a los almonteños y rocieros en general a tomar conciencia de su significado y a renovar su compromiso con esta devoción, como camino permanente de perfección personal y colectiva para llegar a Cristo y para seguir cumpliendo su misión en el mundo contemporáneo. Cabe destacar también que coincide esta efemérides con los veinticinco años de la vista de San Juan Pablo II a la aldea de Almonte. Todo esta gran celebración rociera ha tenido su respuesta positiva por parte de miles de romeros que han acudido para ver en esta fecha histórica a la Blanca Paloma.

La Virgen, con motivo de esta salida extraordinaria, ha regalado algunas estampas inéditas estando en su paso como hace cien años con motivo de su Coronación. Señalar el traje de los Montpensier que fue donado por Isabel Francisca de Orleans y Borbón. Además, la Reina de las Marismas también luce la corona de la coronación.

Destacar las originales caídas para el palio que han sido confeccionadas y diseñadas por el maestro bordador jerezano Fernando Calderón. Este importante trabajo está basado en la parte exterior con un brocatel espolinado de telar manual de seda natural tramado con metal oro. Dicho tejido ha sido bordado enteramente sobre el dibujo con la técnica de pasadas de hojilla a modo de los paños de altar bordados sobre tul, dando un resultado de nobleza excepcional. A su vez y de forma importante los paños han sido aderezados con gran variedad de elementos decorativos antiguos compuesto de cristales de talco, espejos, espejuelos y mostacillos. Con ello las distintas piezas tienen una estética propia de finales de XIX, manteniendo el sabor antiguo y unificando criterios estéticos con el terno de la Condesa de París, aderezado de igual forma con estos elementos.

En cuanto al tejido, reseñar que el dibujo es una reproducción un dibujo del siglo XVIII llamado modelo San Felipe, compuesto de espigas de trigo y un entramado variado de flores silvestres. Como elementos de terminacion, la colocación en la parte superior de un agreman bordado en oro con cristales y hojilla sobre seda champáng. El fleco que da terminacion a la pieza también es reproducción de un modelo antiguo, formado por un entorchado de canutillo liso mate y brillante, intercalando partes lisas y y partes salomónicas. Las borlas aderezadas con el mismo fleco, siendo enriquecida en los cuerpo con filigranas de canutillos y lentejuelas, rememorando aires antiguos. En cuanto a la parte interior, realizada en tisu de plata color arena. LLeva un texto bordado en oro repartido en las cuatro caídas en cartulina de granito. A su vez los cuatro paños interiores aderezados con filigranas de cordón, perlas y cristales.

Para Fernando Calderón este trabajo significa "un proyecto muy especial por estar destinado a esta importante celebración y por pertenecer a la gran devoción del siglo XXI como es la Santísima Virgen del Rocío". Además, Calderón se muestra en el plano personal muy devoto de la Virgen. "Soy rociero de toda la vida. Fui prioste en la junta que presidió Felipe Morenés en la hermandad de Jerez y confeccioné en su día el actual Simpecado que trae a Almonte cada año la hermandad".

Fernando Calderón ha venido trabajando en los últimos años para la hermandad Matriz de Almonte. Añadir por último que para la romería del próximo año, está previsto que la Blanca Paloma vaya vestida con un manto y una traje confeccionado también por su taller. Enhorabuena al artista.