La CEC ve legítimo que se haga negocio con lo público

El futuro de la gestión del agua en Jerez

La patronal avala la eficacia de la gestión privada y lamenta la "presunción de culpabilidad" ante la llegada de Aqualia Cree que la privatización es el "termómetro" para atraer a otros inversores

La CEC ve legítimo que se haga negocio con lo público
La CEC ve legítimo que se haga negocio con lo público
Á. Espejo Jerez

17 de enero 2013 - 01:00

"La gestión puede ser buena o mala, pero no tiene por qué ser buena o mala por estar en manos públicas o en manos privadas". El vicepresidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, hizo ayer una encendida defensa de la gestión privada frente a las "dudas" que generan los procesos de privatización, entre ellos el del servicio de abastecimiento, alcantarillado y depuración del agua de Jerez, que a su juicio puede servir de "termómetro" para la llegada de inversores a la ciudad.

El responsable de los empresarios y candidato a presidente de la CEC lamentó que la privatización de servicios públicos se convierta en una "cruzada" contra las empresas privadas en lugar de aprovechar la coyuntura para atraer otros inversores. "¿Si la basura y otros servicios públicos están concesionados, por qué no se puede el agua?, se preguntó Sánchez Rojas, quien al margen de "si el servicio es rentable o no, una responsabilidad plenaria en la que la empresa privada no tiene ninguna culpa", emplazó a la ciudadanía a plantearse "si a los que pueden ayudarnos a salir de esto podemos recibirlos con la duda, con la presunción de culpabilidad y con la idea de que vienen a hacer negocio a mi costa".

El responsable ejecutivo de la patronal ve legítimo, "en esencia, que se haga negocio con un bien público siempre que el negocio sea claro y que participe todo el mundo de las ventajas en el sentido de que hay otros negocios peores, en los que unos ponen las pérdidas y otros se llevan los beneficios, y me refiero a donde dan vueltas los coches, por ejemplo".

Para Sánchez Rojas, "en términos generales, la gestión privada es más eficaz", y a su juicio la prueba está en la experiencia de empresas concertadas en parcelas como la sanidad y la educación avaladas por gobiernos bajo signo del PSOE, el PP e IU, de ahí su rechazo a las críticas y dudas ante el aterrizaje en este caso de Aqualia, "que me parecen lamentables, pues estamos diciendo que tenemos que atraer inversores y la privatización del agua servirá de termómetro".

"Puede haber una gestión buena o mala, pero entiendo que en la mayoría de las ocasiones, la empresa privada mira mucho más la eficacia, mira mucho más el duro, en este caso el euro, porque le duelo como propio y no es de todos", subrayó el vicepresidente de la patronal en la provincia, quien aunque en el caso concreto de Aqualia, "no conozco la empresa ni a sus directivos, gestiona el agua en ocho o diez ciudades españolas muy importantes, no recuerdo que haya generado grandes problemas en ninguno de estos municipios, ni que sea un problema para sus ciudadanos que la gestión esté en manos privadas".

El responsable empresarial se mostró partidario de "afrontar este tipo de debates con mayor normalidad" en lugar de "poner en cuestión si las empresas vienen a hacer negocio". "Yo quiero que vengan a hacer negocio, pero no desde el punto de vista despectivo, como se está usando, si porque supone la llegada de un inversor y esta no es una ciudad para decir sólo lo bonita que está en Feria, lo bonitos que son los caballos o lo bonito que es no sé qué. Ésta tiene que ser una ciudad para invertir y, desde luego, como vamos en los últimos meses no vamos bien", significó Sánchez Rojas, quien apostilló que "ni hace seis u ocho años los empresarios éramos héroes ni ahora somos villanos, pero lo que está claro es que la ciudad necesita más empresarios".

"Lo público y lo privado son modelos distintos, pero no buenos o malos en sí", insistió Sánchez Rojas, quien recordó que el Ayuntamiento está haciendo "lo que haría en una situación de dificultad, recortar el gasto y vender los bienes, ojo, no malvenderlos, que ahí puede estar el matiz". "Esta ciudad está intentando hacer eso, recortar gastos en todo lo que se pueda y, en lo que puede externalizar la gestión, privatizar, en el caso del agua con una concesión de 25 años", significó el vicepresidente de la CEC, quien se confesó molesto con las "sospechas" ante la entrada del sector privado en la gestión de lo público porque," siempre que haya unas reglas de juego claras, no me gusta esa presunción de culpabilidad y que se piense que todo va a ir mal por la simple entrada de una empresa privada. No entiendo esas críticas cuando se hacen desde entidades privadas, como pueden ser los medios de comunicación, o cuando se hacen desde entidades políticas que en su gestión han privatizado cosas. Y no me gusta porque lo que hay que pedir es transparencia en el proceso, concurrencia y unas reglas de juego para que los importes, la duración del contrato, etc, etc, tengan una claridad meridiana".

En cuanto al temor sobre el incremento del coste del servicio para el bolsillo de los ciudadanos una vez esté en manos privadas, Sánchez Rojas cuestionó que "¿acaso no ha subido el agua con una gestión pública? ¿Dónde se garantiza que con la gestión pública no suba el recibo?"

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