El comisario de la última edición de Vinoble, la celebrada en 2010, se ha visto salpicado por un nuevo escándalo, que hasta el momento le ha costado el puesto a Jay Miller, brazo derecho de Robert Parker y catador de su revista 'The Wine Advocate' para España.

Publicaciones especializadas y blogueros de Europa y EEUU se han hecho eco de la polémica suscitada por los supuestos pagos que la pareja Miller-Campo exigía a los consejos reguladores y a las bodegas por ser visitadas y catar sus vinos, práctica que contrasta con la ideología de Parker, paradigma de la independencia, que ni siquiera acepta que le paguen viajes a una región para catar sus vinos.

Vaya por delante que el Consejo Regulador del jerez, por el que hace ni tres semanas que pasaron Miller y Campo en la primera visita a la ciudad del crítico de 'The Wine Advocate' para conocer las bodegas del Marco y catar sus vinos, asegura tajantemente que no ha desembolsado un solo euro para que se les incluyera en la agenda de visitas en España, de la que se encarga el comisario del último Vinoble y 'Master of Wine' español como intermediario.

La polémica saltó después de que salieran a la luz pública los correos electrónicos que intercambiaron el organismo de coordinación del vino en Murcia y las bodegas de la región, así como otro entre la empresa de Pancho Campo - 'The Wine Academy'- y la denominación de origen Madrid, en ambos casos alusivos al precio de la visita de Miller y Campo, de la que se dan cifras que oscilan entre los 20.000 y los 45.000 euros, a repartir entre las bodegas cuyos vinos serían catados y puntuados.

A Robert Parker no le ha hecho gracia que se ponga en duda su buen nombre y prestigio con lo que en EEUU se denominó Murcia-Gate, reconvertido en Campo-gate, de ahí el cese de su responsable de catas en España, anunciado a través de internet. El propio Jay Miller se despidió en el foro del sitio de Parker -eRobertParker.com- con este mensaje: "Me he sentido constreñido a la hora de responder mientras era un empleado de 'The Wine Advocate'. Aunque la empresa ha defendido mi actuación ha llegado la hora de que hable por mí mismo. Está por ver bajo qué formato lo haré (…) Dejo TWA con la conciencia limpia. Nunca he aceptado (ni solicitado) dinero por visitar regiones vinícolas ni bodegas".

Ciertamente, Robert Parker ha tomado cartas en el asunto, ya que al margen de su defensa de Miller, realizada a través del mismo foro días antes de su cese -y no es el único pues el prestigioso crítico español José Peñín también ha manifestado su indignación por la explotación de Miller por parte de Campo-, ha puesto el asunto en manos de varios abogados, entre ellos uno contratado expresamente en Madrid que seguramente dará más de un quebradero de cabeza a Pancho Campo.

La pelota está ahora en el tejado del 'Master of Wine' español, personaje con cierta habilidad para las relaciones y con buenos contactos, pero que se ha granjeado muchos enemigos, sobre todo entre los bodegueros en el poco tiempo que lleva en la escena.

Los escándalos le persiguen, pues después de destaparse que estaba buscado por la Interpol por un supuesto fraude en Dubai relacionado con la organización de unos conciertos de música (recientemente se le ha borrado de la lissa), Pancho Campo renunció a organizar un congreso en La Rioja -Wine Future Rioja- donde provocó un gran revuelo con una cata de Robert Parker sobre la garnacha -en tierra de tempranillo- y en la que no se incluyó ningún vino de la denominación de origen riojana.

La ambición de Campo por convertirse en catador de Parker en España se desvanece, aunque la elección del sustituto de Miller, Neil Martin, tampoco favorece a los vinos del país pues hace unos años escribió que ni entiende ni le interesan los vinos españoles, afirmación que remató al definir la tempranillo como "una uva de batalla que se comporta mejor mezclada que como monovarietal".