El Rebusco

Caricaturas con jerez

  • Otra manera diferente de ver nuestros vinos, aunque Jerez es una ciudad recelosa de la sátira

En esta ocasión nos viene a la memoria una escena de la famosa película, adaptación de la novela homónima de Umberto Eco, El nombre de la rosa. Aquella en la que Jorge de Burgos, el bibliotecario ciego y malhumorado, debate con Guillermo de Baskerville sobre la risa.

El encuentro se produce en el scriptorium de la abadía, y entre ambos surge un apasionante e improvisado debate en contra y a favor de la risa. Jorge dice que la risa es un viento diabólico que deforma las facciones y hace que los hombres parezcan monos; a lo que Guillermo, encarnado por el actor Sean Connery, responde que los monos no ríen, y que la risa es un atributo humano.

Y ya lo dijo el filósofo francés, Henri Bergson, la única curación contra la vanidad es la risa, por lo que provocando esta reacción, muy saludable por cierto, trataremos de divertirnos al reírnos de nosotros mismos, ocupándonos de un asunto poco conocido, y aún menos estudiado: el jerez en la caricatura.Esto es un esbozo de lo que debería ser, aquí va el reto, una investigación a fondo de las revistas gráficas locales, provinciales, nacionales e internacionales para espurgar sus contenidos a la caza y captura de estos "retratos" singulares donde de una forma u otra aparece el motivo deseado de nuestras pesquisas: el jerez.

Con guasa local

Jerez no ha sido una ciudad proclive a este tipo de humor, bueno, hay que decir de antemano que Jerez es una ciudad con poco sentido del humor, recelosa de las críticas, y aún más de la sátira.

Y como toda regla tiene su excepción, en este caso tenemos varias que resaltan de forma excepcional, con la existencia de publicaciones como Don Fastidio (1912), Jueves y Domingos (1914), y Ráfagas (1930), entre algunas otras, todas con cortas trayectorias.

Entre los creativos hay que mencionar a Luis Pérez Lila, que firmaba como Siul. Nació en Jerez en 1880, y falleció en la misma ciudad en 1924. Ejerció como profesor en la Escuela de Artes y Oficios de Jerez, impartiendo la materia de arte decorativo aplicado a las artes gráficas.

Algunos de sus trabajos se publicaron en revistas de tirada nacional: Blanco y Negro, Mundo Gráfico, La Época y Gedeón.

Por su parte, Carlos González Ragel, creador de un estilo propio que denominó esqueletomaquia, nacería en Jerez en 1899, falleciendo en un manicomio cercano a Madrid en 1969.

El local madrileño de Los Gabrieles, actualmente cerrado, guardaba en sus paredes algunas de sus mejores creaciones.

Otros nombre a añadir a esta lista de caricaturistas locales es el de Adalberto Garzón Girón (1901-1971), que se inició en Ráfagas, para años mas tarde ejercer su afición por libre, exponiendo sus creaciones de foma periódica en el escaparate de la libreria Gener, en la calle Larga.

A la Argentina, en 1888, marcharía Manuel Mayol Rubio (Jerez, 1865-Puerto Real, 1929). Allí desarrolló un gran trabajo, fundando, en 1898, una de las revistas más influyentes de la época, Caras y Caretas. Previamente había colaborado en diversos medios como Sucesos Ilustrados, el semanario satírico Don Quijote, El Mosquito o El Guerrillero, firmando con el seudónimo de "Heráclito".

Hace unos años se rotuló una calle con su nombre, a propuesta de la asociación cultural Cine-Club Popular.En tiempos más recientes encontramos a Sebastián Moya Cachirulo (Jerez, 1930), que ilustró el libro de Pepe Castaño Estudio psicotécnico de personajes jerezanos (1984), destacando personajes como el venenciador de las bodegas González Byass, Pepe Ortega.

Considerados unos artistas del género tenemos a Manuel Rodríguez Romero (Jerez, 1934-Jerez, 2009), más conocido como Maro, junto a nuestro admirado Pedro Carabante, Peri, (Jerez, 1945) que en su tradicional sección de Diario de Jerez, En un periquete, recurre en muchas ocasiones a los referentes de nuestros vinos.

Aunque nunca dio a conocer sus trabajos en público, Eduardo Pereiras, más conocido como fotógrafo, era un hábil y personal autor de caricaturas. Algunas de ellas se conservan en manos de particulares.

Humor británico

Como es sabido, los británicos han sido, y aún siguen siéndolo, los más aficionados a los vinos de Jerez. Su gran aceptación a trascendido al imaginario colectivo en sus diferentes manifestaciones artísticas. Las páginas de sus periódicos y revistas están plagadas de caricaturas donde su peculiar y fino humor llama la atención del lector.

Una tradición de siglos, tal como podemos comprobar en los dibujos de artistas de la categoría de Thomas Rowlandson, George Cruikshank,, Robert Seymour y James Gilray. De este último hay que destacar su conocido Uncorking Old Sherry, fechado en 1805. En el mismo se representa William Pitt descorchando una botella de jerez añejo, botella que contene la cabeza de Richard B. Sheridan, su oponente político.

A finales del XIX, hacia 1880, el artista del Illustrated London News, Alfred Bryan, mostraba al primer ministro, William Gladstone, preparándose un reconstituyente candié.

Y en aquel país podemos encontramos con una institución dedicada a preservar la historia de los dibujos publicados en la prensa, el British Cartoon Archive. Entre sus numerosos documentos gráficos hay que mencionar el que el dibujante Jon le dedicó en el Daily Mail, el 6 de julio de 1964, al primer ministro Harold Wilson. Donde un camarero, con una bandeja y dos copas, se dirige al político con la expresión: "Sherry, Sir?" . Que nos recuerda el retrato que el artista victoriano, Powell Frith, hizo a su sirvienta ofreciéndole su habitual sherry.

Muy curiosa resulta la composición de personajes, compuesto a la manera de un ventanal de iglesia gótica, y publicado en el Past Masters and Brethren of the Art Workers Guild, en 1932.

En el mismo se representa a un grupo de artistas, arquitectos y dibujantes brindando con jerez. Al pie del dibujo se puede leer una adaptación de la oda de Horacio Nunc est bibendum, nunc pede libero pulsanda tellus, que viene a decir que es hora de beber y divertirse, pero que ellos modifican por su gran afición al jerez: Nunc est Sherryendum (Es la hora del jerez).

La mirada nacional

Juan Manuel Sánchez y Gutiérrez de Castro, duque de Almodóvar (1850-1906), fue un destacado político jerezano de la segunda mitad del siglo XIX. Por su papel relevante en la politica nacional de aquellos años fue objeto de las puyas de la prensa satírica. Destacando aquellas en la que se le representa con alguna botella de sus bodegas, Sánchez-Romate, y con su marca más conocida el NPU.

Asi lo vemos en Gedeón, el 2 junio de 1898, cuando fue nombrado ministro; en la Revista Moderna, en ese mismo año, visto por Joaquín Moya, y en Don Quijote, 29 de noviembre de 1901, dibujado por Hermógenes.

De Joaquín Moya Ángeles (?-1928), hay dos caricaturas publicadas en la revista satírica que él dirigía, Gedeón, dedicadas a dos personajes vinculados con el sector bodeguero jerezano de aquel periodo, como fueron Juan Pedro Aladro Kastriota, pretendiente al trono de Albania, 1902, y a Juan Jácome y Pareja, IV Marqués del Real Tesoro, que fue vicealmirante de la Real Armada, y ministro de Marina en 1906.

Por su parte, el prominente cirujano, y político republicano don Fermín Aranda, además de bodeguero, es recreado por Arteche en La Libertad, en el dibujo, de 1934, Aranda aparece junto a un diputado y el ministro de Agricultura.

El doctor Aranda sería representado por Fresno, en el ABC de 1924; y en el mismo año por Bagaria, indicando al pie de la caricatura: Doctor Aranda, el apóstol de Jerez.

Y el artista Espinar, en 1926, haría lo mismo situándolo en una composición junto a otras personalidades locales.

Saltando del plano local al nacional hay que seleccionar algunas de las muchas que se publicaron a finales del XIX y principios del XX. En el semanario barcelonés El Charlatán encontramos, en 1888, una composición destacada donde alrededor de a una gran mesa, surtida de comida y vinos, se reúnen los políticos más destacados del momento travestidos, y en el centro de la mesa una botella de jerez.

Y de la política nos vamos a las artes, al teatro y la literatura. El reconocido actor teatral Julio Ruiz, buen aficionado al vino, es representado por Francisco Navarrete en el Nuevo Mundo, del año 1900, en su sección Nuestros cómicos, junto con una maqueta del Teatro Romea, y una gran botella de jerez NPU.

El escritor valenciano Blasco Ibáñez, autor de la polémica novela La bodega, es representado en Gedeón el 2 de marzo de 1905, al poco tiempo de publicar la obra. El caricaturista Moya lo sitúa en una bodega jerezana, siendo entrevistado por un periodista.

Del otro lado del Atlántico

En este proceso hemos hallado dos curiosos ejemplos en sendas revistas editadas en América del Sur. En la primera, publicada en Chile en la revista Don Cristóbal el 22 de mayo de 1890, se encabeza con el título El sueño de un millonario. Tanto caricatura y poema satírico están compuestos por Juan Rafael Allende atacando al empresario y político Agustin Edward Ross (1852-1897).

En la composición podemos ver un pequeño barril de jerez a sus pies.

El poema dice así en sus primeras estrofas: Chit! No hagan ruido ¡canario! / Que los llevaré a un hogar, / Donde puedan presenciar / El sueño de un millonario. / En su porvenir absorto, / Cucho se ha bebido ¡oh, dicha! / Dos damajuanas de chicha, / Un barrilito de oporto; / De coñac cuatro botellas,/ Que él se bebe con ahinco/ Por lucir estrellas cinco/ Que le hacen ver mil estrellas; / Diez botellas de jerez, / De Subercaseaux un cajon,/ diez botellas de ron / 1 de anisado otras diez.

Y en Uruguay, el dibujante Orestes Acquaroni hará algo parecido, siendo objeto de su sátira el militar y ministro de Estado, Juan Bernassa y Jerez. Este era hijo de un militar español carlista emigrado a Uruguay.

Tomando como referencia su segundo apellido lo representará con el cuerpo de una botella de Jerez y sobre la montura de un gallo de pelea.

Dibujo aparecido en la revista, editada en Montevideo, El negro Timoteo, el 22 de enero de 1899.

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