Comienza el proceso de privatización de la torre de control del aeropuerto
El Ministerio de Fomento iniciará la licitación de la gestión en menos de un mes para acabarla antes del año 2012
La torre de control del aeropuerto de Jerez quedará liberalizada en 2011 junto a otras 12 del territorio nacional, en un proceso iniciado ayer con la publicación en el BOE de las medidas del Ministerio de Fomento para la privatización parcial de la actividad aeroportuaria. Las primeras torres de control de las 13 que Aena sacará inicialmente a concurso podrían liberalizarse en un año, según fuentes del Ministerio de Fomento, que explicaron que este proceso se llevará a cabo mediante un concurso público y “negociado” que garantice “la competencia, la transparencia y la igualdad de oportunidades” entre los interesados. El proceso de licitación, que Fomento pretende iniciar antes de un mes, se realizará agrupando los 13 aeropuertos seleccionados en tres lotes, pudiendo optar a la prestación del servicio de control en las mismas tanto empresas públicas extranjeras como entidades privadas.
En un primer lote, se sacará a concurso el servicio de control en los aeropuertos de Alicante, Valencia, Ibiza y Sabadell; en un segundo lote las torres de Sevilla, Jerez, Vigo, A Coruña, Melilla y Madrid-Cuatro Vientos; y en un tercer lote las de Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, pudiendo optar a todos o a alguno de ellos una o varias empresas. El departamento que encabeza el ministro José Blanco sacará así a concurso la gestión del control aéreo de 13 aeropuertos en 2011 y a partir de 2012, del resto, con el objeto de “romper el monopolio” de Aena en la prestación de servicio de control aéreo, lo que permitirá “reubicar a algo más de 190 controladores aéreos”. De ellos, entre 5 y 8 podrían rescindir su contrato por tener entre 55 y 65 años, según el ente.
Aena ha garantizado a los controladores aéreos que “no perderán su empleo”, ya que la compañía pública está obligada a ofrecerles un puesto en otra dependencia de control o en aeropuertos no liberalizados, en el caso de que cada controlador decida no aceptar las condiciones del nuevo contrato que les ofrezca el nuevo proveedor.
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